Alan Pichot, un talento en crecimiento

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Tiene 17 años y es el Campeón Mundial Juvenil de Ajedrez. Juega desde los 4 años y su carrera sigue en ascenso.

Con apenas cuatro años Alan Pichot quedó prendido de un tablero de ajedrez. Fue en la casa de un amigo del Jardín de Infantes, donde por primera vez vio el juego que le cambiaría la vida. A partir de entonces, no dejó de insistirle a su madre -Mariela Echenbaum- para que le enseñase a jugar. Así comenzó un recorrido que llega hasta hoy y en el que suma, a su talento natural para el juego, altas dosis de disciplina y trabajo.
Alan nació en la Ciudad de Buenos Aires el 13 de agosto de 1998. A los cinco años sus padres lo llevaron a la escuela de ajedrez Torre Blanca. Esta institución cuenta con amplio prestigio y funciona en el barrio de Almagro, donde vive Alan junto a su familia. Desde 1972, Torre Blanca se ha dedicado a promocionar y difundir el Ajedrez, además de enseñar a jugar a sus alumnos.

De más chico Alan se aburría en el colegio por lo que sus padres fueron citados en más de una oportunidad. A raíz de este aparente problema hicieron una consulta con un psicólogo, quien después de evaluarlo llegó a la conclusión de que su coeficiente intelectual se encontraba por arriba de la media, y que esa era la razón que lo sumía en una apatía constante. A los siete años, Alan ganó sus primeros pesos compitiendo en los torneos del Club Argentino de Ajedrez y desde entonces su carrera no se detiene.

Ha participado de distintos campeonatos y ganado premios de lo más variados: en 2008 fue campeón en la categoría sub 10 y en el Panamericano en la misma categoría. Con este último título se convirtió en Maestro FIDE (título que otorga la Federación Internacional de Ajedrez). También, ese mismo año, viajó a Vietnam para competir en el Mundial. Allí obtuvo el quinto lugar en su categoría. Ese fue su primer viaje fuera del país, luego vendrían otros a Perú, Colombia y Brasil entre otros.
Desde 2008 se encuentra en el Top 10 del ranking mundial en su categoría, ocupa el primer lugar en Latinoamérica.

En Sudáfrica, el 29 de septiembre de 2014, venció a Litivnov y así se convirtió en Campeón sub 16 y en Maestro Internacional. A partir de allí, su vida dio un vuelco: ganó cierta popularidad, comenzó a dar entrevistas en los medios y siguió perfeccionándose.   Después de recibir el premio como Maestro Internacional declaró que a partir de entonces iba a estudiar mucho más para llegar a Gran Maestro, y así lo hizo. Fue Campeón del Mundo argentino, título que desde el año 92, nadie conseguía en nuestro país (antes sólo Pablo Zamicki había sido reconocido con el mismo título). En agosto del 2013, Alan era el maestro internacional más joven de argentina, a solo unos días antes de cumplir sus quince años.

En 2015 jugó en distintos torneos europeos enfrentándose a jugadores ya consagrados. Estuvo en Bilbao en el 6° Campeonato Iberoamericano de Ajedrez, donde consiguió su tercera norma de Gran Maestro y entonces se transformó en el N°32 en la historia de nuestro país, y el más joven en obtenerlo. Este es un título que entrega la Federación Internacional de Ajedrez a los jugadores que llegan a un nivel de indiscutible excelencia. Junto con el título de Campeón Mundial, es el máximo reconocimiento al que pueden aspirar los ajedrecistas.

A pesar de haber ganado en tantas oportunidades su perfeccionamiento no cesa: estudia tres horas al día, toma clases particulares, y entrena siguiendo competencias a nivel internacional, jugando por Internet y analizando partidas de sus rivales. Habrá muchas más buenas noticias de este joven gran campeón.