Cooperativa Lacar

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La conocida marca de camperas fue la primera en ser denunciada por trabajo esclavo, en el 2005, y es la primer fábrica recuperada luego de la sanción de la nueva Ley de Quiebras, que le da prioridad a los trabajadores. Tras la quiebra y el vaciamiento de la empresa, sus empleados lograron obtener la marca y las maquinarias para seguir trabajando y repartir las ganancias.

El 19 de septiembre de 2011, los trabajadores de la empresa Lacar se encontraron al llegar a la fábrica con un cartel que decía "Nos mudamos" ¿Dónde?, se preguntaron  mirándose las caras unos a otros. ¿Cómo, cuándo había ocurrido eso? No entendían. La empresa, descubrirían poco tiempo después, en realidad había cerrado sus puertas, de la noche a la mañana. Eran más de ciento cincuenta los afectados: con el paso de las horas confirmaron el peor de los pronósticos: sin previo aviso, se descubrieron sin trabajo, en la calle, y sin poder cobrar indemnizaciones. Ni siquiera los días del mes que llevaban trabajados.

Así fue que los desempleados decidieron acudir a sus sindicatos y al Ministerio de Trabajo, donde obtuvieron una audiencia en la que les aconsejaron que pelearan por un 50 % de la indemnización que les correspondía. Pero no se conformaron. Cansados y angustiados, sin saber qué hacer, acudieron entonces a la Unión de Trabajadores Costureros (Alameda) en donde rápidamente fueron asesorados, por un abogado del Movimiento Nacional de Fábricas Recuperadas. Así, llegaron a denunciar penalmente a su empleador y se decidió hacer un “acampe” en la calle Malabia al 600, donde uno de los empresarios involucrados tenía escondida parte de la mercadería, que se había llevado de la fábrica.

La presentación formal de la quiebra de Lacar, en los días posteriores, les dio la posibilidad de mantener en funcionamiento la empresa, gracias a una nueva ley vigente que les otorgaba ese derecho.
“Utilizando los pocos bienes que nos dejaron, pero aún conservando algo muy importante de la marca, hoy este grupo de trabajadores comienza a poner en funcionamiento la Cooperativa Lacar”, anunciaron, ilusionados con la posibilidad de preservar sus trabajos y poder llevar el sustento a sus familias.
Habían pasado ocho meses del cierre de la empresa, cuando finalmente los empleados pudieron festejar: eran la primera fábrica recuperada por los trabajadores de Argentina, luego de la sanción de la nueva Ley de Quiebras. Eran cuarenta y cinco los empleados que se habían asociado en cooperativa, para seguir fabricando las cincuenta variedades de camperas que comercializaba la marca.

“Fue un acto de resistencia: a algunos no les quedaba otra, porque tenían hijos y nietos y quedaban en la calle. Al principio desconocíamos la mecánica de la empresa y teníamos miedo, pero a medida que fue pasando el tiempo fuimos construyendo una cooperativa, una forma de trabajo en la que cada uno cumple una función. De a poco se va logrando eso que todos deseamos, trabajar, llevar un plato a su casa. Y estamos orgullosos de poder hacerlo”, explicaron Hernán Brizuela y Darío Durán entrevistados por Radio Cooperativa.“Las primeras camperas que decían ‘hecho por Cooperativa Lacar’ nos emocionaban”, contaron. “Ahora invertimos el 70% de lo que ingresa y partimos el 30% entre todos, en invierno. En verano repartimos el 40%. Desde el momento en que inscribimos la cooperativa, pidiendo que el juez nos otorgara las maquinarias y la marca, hicimos nuestra esta lucha. Para nosotros esta fábrica ofrece trabajo digno, esa es la diferencia. El trabajo en la cooperativa te libera de la presión del patrón que explota a sus empleados, algo muy frecuente. En la cooperativa estás trabajando para vos y tus compañeros, acá sos el dueño del proyecto.”

Se sienten orgullosos de lo que han logrado hasta acá, y están decididos a seguir trabajando. Lacar crece, de la mano de sus trabajadores.