El equipo de Arsat-1

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Tras la puesta en órbita del satélite Arsat-1, una iniciativa nacional que es todo un récord para cualquier país en desarrollo, la Argentina lanzará más satélites en 2015. “Son proyectos que involucra a mucha gente y que nos enorgullecen a todos” destaca Matías Bianchi, presidente de la empresa estatal Arsat.

Cuando el Arsat-1 fue lanzado al espacio, se supo que se trataba del primer satélite de telecomunicaciones desarrollado en América Latina. Que lo haya producido y puesto en órbita Argentina no es un dato menor: solo otras siete potencias mundiales - EE.UU., Unión Europea, Rusia, China, Israel, Japón y la India- había logrado antes una hazaña semejante.

     Matías Bianchi, presidente de la empresa Arsat, constructora del satélite, explicó que “Arsat-1 viene a reemplazar servicios por los que la Argentina debía pagar y será utilizado para cubrir los servicios de telefonía o Internet en lugares remotos.  Arsat-1 llevará configurados todos los canales que hoy son transmitidos por la Televisión Digital Abierta y esto hará posible que desde cualquier lugar de la Argentina, una persona pueda –al orientar una antena satelital común hacia el satélite- verlos sin tener que pagar absolutamente nada. Detrás de Arsat-1 hay un entramado industrial muy importante, que involucra, no el trabajo de unos pocos, sino la colaboración de mucha gente.”

  Ahora, y tras este gran logro, Argentina lanzará además un satélite de observación terrestre -incluso en sitios nublados-,el Saocom 1ª (el aparato está siendo construido por la empresa argentina INVAP, en Bariloche, perteneciente a la Comisión Nacional de Actividades Espaciales, CONAE, que ya tiene un satélite en órbita, el SAC-D/Aquarius) y el Arsat-2. Las aplicaciones que aportarán los satélites son fundamentales, por ejemplo, para los agricultores, que podrán contar con información precisa referida a la humedad del suelo, las características específicas de los terrenos y hasta anticipar posibles inundaciones o derrames de petróleo. Además, el Arsat-1 y el 2 transportarán señales de video y cable a los hogares mediante el servicio de TDH (Televisión Directa al Hogar), que supone la  transmisión de datos y telefonía corporativa, y acceso a internet por medio de antenas VSAT.

  Los operarios y técnicos de la Estación Terrena Benavidez, a cargo de la construcción del Arsat-1 y 2 (ya se planifican 3 y 4), cuentan con toda la infraestructura necesaria para actuar como centro de operaciones para todas las acciones vinculadas al envío y recepción de señales, y control de satélites. Además, desempeñan  un papel clave en la implementación de los servicios de televisión directa al hogar y TV digital terrestre.
  Bianchi destacó que se trabaja en equipo y que los satélites “aportan beneficios concretos", que permitirán a escuelas rurales y sitios apartados integrarse de manera progresiva a tecnologías y servicios que mejorarán sus condiciones y la calidad de vida de los usuarios.

   La inversión total del proyecto Arsat-1 fue de 270 millones de dólares y la construcción demandó siete años y estuvo a cargo del equipo de técnicos argentinos pertenecientes a la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales, Arsat, a cargo del Ministerio de Planificación Federal, en cooperación con la compañía estatal INVAP de la ciudad rionegrina de Bariloche. El proyecto fue coordinado por el Ministerio de Planificación.

   Técnicos a cargo del proyecto informaron que, así como el Arsat-1 cubre todo el territorio nacional, el Arsat-2 abarcará todo el subcontinente sudamericano. De esta forma, proveerá una mayor área de cobertura, con señales de comunicación, en televisión fundamentalmente. También la posibilidad de que en el futuro mediano los satélites se puedan alquilar -actualmente la Argentina paga 25 millones de dólares anuales a las empresas extranjeras que prestan servicios satelitales-, por lo que podrían dar cobertura a otros países de la región, proveer al Estado de divisas y permitir un mayor ahorro en alquileres tercerizados.