La alimentación inteligente, una tendencia que crece

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'Somos lo que comemos', afirma el dicho popular. El especialista en Nutrición Lucio Teninna adhiere a esta idea y explica de qué manera podemos incorporar alimentos y nutrientes que protejan nuestro cerebro y fortalezcan el sistema nervioso. Cómo dar el primer paso hacia una mejor alimentación.

El cerebro es probablemente el órgano más delicado si se tiene en cuenta que su funcionamiento afecta al estado general de salud y además determina en buena medida el estado de ánimo. Incluso la inteligencia se ve afectada por los nutrientes que consumimos.   Esa es una de las premisas que conviene tener en cuenta a la hora de elegir lo que se consume: una alimentación correcta permite desarrollar al máximo las funciones mentales.
  "Que nuestras neuronas emitan la luminosidad de una vela o que irradien como un reflector dependerá del tipo de energía que les suministremos cuando comamos. Las posibilidades existen y solo debemos llevarlas a la práctica", explica  Lucio Tennina, especialista en el tema autor del libro La alimentación inteligente (Grijalbo), un ensayo sobre el tema que incluye además una guía práctica y recetas para iniciar un cambio saludable.

Lo principal, es entender y conocer las  propiedades de los alimentos que fortalecen el sistema nervioso, de manera de poder utilizarlos y potenciar sus virtudes, ya sabiendo que el pleno funcionamiento del cerebro optimiza las habilidades físicas, intelectuales y emocionales de cualquier ser humano. “No pensamos igual después de comer un paquete de galletas que después de un salmón gratinado con ensalada de rúcula”, sostiene el especialista, que opina que, “en una sociedad regida por los dictámenes del Dios Dinero, por un sistema económico que prima el lucro sobre las necesidades humanas, no extraña que la opulencia material conviva con generaciones enteras de niños y adultos que comen mal, en busca del placer grasiento y efímero que se promete al fondo de un colorido y brillante paquete de plástico, en lugar de escuchar nuestro cuerpo y destinar, como sociedad, recursos a desentrañar qué alimentos le hacen bien a nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro espíritu.”

   En la vida cotidiana, muchas veces condicionada por la falta de tiempo en la que gana lugar el fast food, resulta fundamental  recuperar el hábito de pensar qué se decide comer y obrar en función de un mejor estado de salud: comprar verduras, frutas, cereales y semillas, combinarlos y condimentarlos con criterio y creatividad, todo eso, dice Tennina, “colabora para nutrirnos y estar de buen humor.”

  Algunas claves para una alimentación inteligente: 1) Incluir las semillas (lino, chía, girasol, sésamo), 2) Evitar el azúcar y las harinas refinadas, 3) Privilegiar las legumbres sobre los cereales, 4) Comer cada tres o cuatro horas, 5) Equilibrar la ingesta de ácidos grasos Omega 3 y Omega 6 (este último está en los aceites vegetales, mientras que el Omega 3, sólo se encuentra en unos pocos alimentos, como el pescado y las semillas). En cuanto a los dulces y alimentos grasos, Tennina advierte, tajante: “Son tan destructivos para el organismo como los cigarrillos, no sólo por su acción negativa, sino porque reemplazan a los alimentos buenos”.

 

Mini bio

Lucio Teninna
Egresado de la Facultad de Ciencias Médicas con el título de Médico Diplomado en Nutrición en el año 1979.

Su formación hospitalaria como Médico Clínico en el Hospital Juan Fernández en primer lugar y en el Servicio de Nutrición del Hospital Italiano luego, junto con una formación en la Escuela de Psicoterapia en la Escuela del Dr. Edgardo Rolla, le ha permitido abarcar todos los problemas relacionados con la nutrición, no sólo el más conocido: la obesidad.

Su conocimiento se ha ampliado con la incorporación de estudios en alimentación y Medicina Ayurvédica. De esta manera, cualquier trastorno alimentario o el deseo de modificar hábitos nutricionales, como por ejemplo tener una equilibrada alimentación vegetariana, lo puede abordar desde una sólida base científica.