Maximiliano Marc y la Ley de Perros Guías



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En 2013 se sancionó la Ley Nacional de Perros Guías y de Asistencia, que permite a los discapacitados visuales ingresar a los servicios de transporte y espacios públicos y privados acompañados por sus perros adiestrados. Maximiliano Marc, estudiante de psicología, fue el impulsor y responsable de este importante logro que mejorará la condición y calidad de vida de los ciegos.

El 10 de junio de 2013, se sancionó la ley que permite que toda persona ciega o con disminución visual que esté acompañada de su mascota entrenada pueda ingresar y permanecer en espacios públicos y privados y viajar en el transporte que precise. A nivel nacional, provincias como Misiones, Santa Fe, San Luis, Río Negro, Neuquén y distritos de Buenos Aires habían aprobado ordenanzas o reglamentaciones de orden local que permitían el libre ingreso de perros guías a lugares públicos, pero no existía una ley de alcance federal.


"Fueron años y años de lucha. El primer proyecto se presentó en 2001, pero perdió estado parlamentario. Lo mismo ocurrió otras tres veces", cuenta Maximiliano Marc, impulsor de la iniciativa. "Ahora comienza la etapa de trabajar en la educación de todos. Generalmente hay buena receptividad, pero los casos de rechazo son por falta de conocimiento".
Marc es rosarino quedó ciego a los 30 años de edad por una enfermedad congénita. A partir de ese momento tuvo que adaptarse a una nueva vida, y adquirió una nueva percepción del mundo. Hoy, junto a Bandit, su perro guía, lucha por crear conciencia ciudadana. Es, además, estudiante de psicología de la Universidad Nacional de Rosario, y le restan sólo cuatro materias para recibirse.


Bandit es un labrador de cinco años: "Como él lo es para mí, para los discapacitados visuales estos perros son sus ojos, nada más y nada menos”, resume.
La idea que dió origen a la ley, surgió en el año 2011, tras un viaje en colectivo en el que se le negó subir al transporte junto a Bandit: en esa oportunidad, Maxi recuerda haber vivido una situación violenta, cuando el chofer le impidió subir al micro. Maxi insistió, y el chofer no tuvo mejor idea que amenazarlo.
El hecho, doblemente violento –por la negativa y por la amenaza- llegó a la tapa de varios matutinos. Y eso fue, en cierta medida lo que le dio a Maxi dimensión real de la violencia de la que había sido víctima.
“Desde entonces, me llevaría más de 18 meses recorrer el país, dando a conocer nuestra necesidad: la gente debe saber que los perros son educados, que no hará falta hacer reformas en los edificios para ellos, ni entrar en gastos nuevos", explica el joven.


Ahora, con la ley aprobada, las personas ciegas tienen derecho a permanecer acompañadas por sus perros, especialmente adiestrados. La ley también establece que los perros deberán estar sujetos por correa o arnés pero que el bozal no es de uso obligatorio.
A Maxi lo emociona pensar que, tanto él como sus compañeros podrán ingresar sitios como el cine, el teatro los restaurantes y los hoteles –incluso los colectivos de larga distancia y los aviones- con la tranquilidad de saberse bien acompañados por quienes mejor los conocen, sus mascotas.
Para los ciegos o disminuidos visuales, el perro guía es una ayuda vital, porque les permite manejarse de manera más independiente.