Mempo y los libros

Actualidad

Autor de novelas, libros de cuentos y ensayos, el prestigioso escritor Mempo Giardinelli creó en 1983 una Fundación homónima en su provincia natal, Chaco, para fomentar la lectura y la literatura y promover el desarrollo del noroeste argentino.
Sólo en el año 2011, esta ONG llegó a cientos de miles de niños argentinos a través de la lectura de más de 2.000 Abuelas Cuentacuentos y distribuyó más de 40.000 libros y 25.000 plaquetas literarias.
En esta entrevista con revista Cabal Digital, el galardonado autor de Cartas a Cristina y Luna caliente –cuya obra ha sido traducida a más de veinte idiomas-  explica cómo funciona su Fundación, cuál es el impacto que ha generado, y qué significa para él este proyecto, al que dedica su tiempo y su energía.

- ¿Cómo y cuándo surgió la fundación y por qué?
-Cuando volví del exilio, en 1983, sentía la necesidad de participar en la construcción de la democracia desde una perspectiva no partidaria. Ya entonces yo sospechaba que los daños producidos por la dictadura no acabarían con su sola caída, y que entre las heridas en el cuerpo social iba a ser muy grave la decadencia cultural. Las bibliotecas escondidas e incendiadas, el miedo disciplinador que impusieron sobre aquellos que leían, los maestros que faltaban. Para ayudar a paliar en algo todo eso fundé la revista Puro Cuento. La idea era hacer circular la palabra a quienes se estaban expresando, que incluyera a las provincias y a Latinoamérica. Esa iniciativa duró seis años, en los que trabajamos por la escritura para estimular a los lectores, ayudamos a crear algunas bibliotecas e hicimos una primera encuesta nacional de lectura. Después, en los 90’, el paradigma de la frivolidad menemista perfeccionó la aculturación. En ese contexto neoliberal trabajar por la lectura y de manera solidaria era una forma de resistencia. Así que con el fondo del Premio Rómulo Gallegos, que gané en el 93 (N. de la R.: considerado el galardón literario más importante de América Latina)  y con la decisión de abrir al público mi biblioteca personal convoqué a un grupo de personas a crear, primero un encuentro internacional para hablar de libros y lectura y, enseguida, una institución que pusiera el tema en agenda y ensayara algunas propuestas de acción en el Chaco, que es mi Provincia.

- ¿Quiénes la integran?
-Decenas de voluntarios que comparten el objetivo y se involucran en uno o en varios de los proyectos que proponemos. También gente solidaria de varias ciudades del país y del extranjero que nos ayudan con sus donaciones o pequeñas ayudas. Hay quienes donan horas de lectura, traducciones y organización de los eventos. Es un verdadero voluntariado.

- ¿Cuál es su misión?
-Trabajamos para el fomento de la lectura, la divulgación de la literatura nacional e internacional contemporánea y el desarrollo del NEA a partir de prácticas culturales y solidarias. Somos una ONG que tiene siempre abiertas las puertas a la participación colectiva y a promover los vínculos culturales internacionales, gestionando con rigurosos criterios éticos y de transparencia y con absoluta autonomía, de modo de no depender de ningún poder de turno.

- ¿Cuáles son sus actividades?
-Desde 1996 hacemos un Foro Internacional sobre libros y lecturas. Parece increíble pero vamos a cumplir ya 17 años celebrando un encuentro muy popular que reúne cada año a unos 40 intelectuales con docentes, bibliotecarios, estudiantes y lectores. Los autores van a las escuelas, las maestras hacen talleres con los mejores escritores de la literatura infantil latinoamericana y aprendemos de otras experiencias de fomento lector. Publicamos las actas del encuentro, que son ya un corpus teórico en la materia. Creamos un Programa de Abuelas Cuentacuentos que es ejemplar y que han premiado la UNESCO, CEPAL y la OEI, y otras acciones y programas de fomento de la lectura; formación y capacitación de docentes y bibliotecarios, un Seminario Internacional de Posgrado en Literatura con la Universidad de Virginia (USA). Tenemos incluso un Programa de Asistencia a Comedores Infantiles.

- ¿Cuál es el contexto en el cual se inserta este proyecto?
-Bueno, nuestro contexto es una de las provincias más pobres del país, y por eso en 2002 iniciamos un programa de Asistencia a Comedores, a través de los cuales proveemos alimentos, abrigo, calzados, materiales escolares, juguetes, libros y la presencia semanal de las Abuelas Cuentacuentos, que llevan lo más importante: amor y lecturas.

¿Cómo se financian?
Para cada proyecto buscamos patrocinadores, ayudas internacionales institucionales, y ocasionalmente recibimos auspicios del Estado para alguna acción en particular (nunca permanentes, para no perder autonomía). Pero lo más importante es el aporte de particulares en dinero o en lo que puntualmente estemos precisando. Como se ha dicho, recibimos donaciones de amigos de muchas ciudades del mundo. Esta red se fortaleció durante la crisis del 2001, cuando entre la emergencia de dar de comer y la importancia de dar de leer decidimos responder a las dos cosas.

¿Cuál es la principal dificultad con la que se toparon, en este tiempo de vida?
Terminar la refacción de nuestra sede y ponerla en condiciones para trabajar y abrir la biblioteca. Eso ha sido y es lo más difícil porque si bien la Legislatura del Chaco votó en 2008 y por unanimidad la titularidad de un inmueble para nuestra Fundación, el edificio que nos asignaron estaba inhabitable. Y esa refacción hoy se lleva gran parte de nuestro esfuerzo. Ya logramos habilitar un 30%, donde damos los cursos, se reúnen las abuelas, los grupos de lectura, y tenemos nuestra oficina, pero nos falta mucho.

¿Podría relatar uno o dos logros que involucren a beneficiarios?
El caso más exitoso que tenemos para compartir es el Programa de Abuelas Cuentacuentos, no sólo porque Naciones Unidas lo ha distinguido, sino por sus resultados. Las abuelas son voluntarias lectoras (aunque también hay algunos hombres) que comparten durante muchos años lecturas con grupos de niños estables, acompañándolos a través de su infancia, asegurándoles un vínculo afectivo real y garantizándoles la posibilidad de ejercer su derecho a la lectura. Las escuelas que han recibido a nuestras abuelas durante unos años han septuplicado los retiros de libros de las bibliotecas escolares. Y esos niños se vuelven lectores competentes, capaces de conversar sobre autores, colecciones, versiones de textos literarios. Y también las abuelas aprenden mucho estando en actividad. En este Programa nadie cobra ni nadie paga un centavo, todos son voluntarios y el estímulo es el amor y el crecimiento de los chicos.

¿Lo han podido replicar en otras provincias?
Sí, claro. Está funcionando en muchas ciudades del país. Tenemos más de 70 grupos repartidos por toda la Argentina. Y también hay Abuelas Cuentacuentos en Medellín y en Cali, Colombia, y en Sao Paulo, Brasil, y en Valdivia y Santiago de Chile. El Programa está empezando en algunas ciudades de México también. Quienes deseen ser voluntarios lectores o armar un grupo pueden consultarnos en: ctabuelas@fundamgiardinelli.org.ar

¿Qué le aportó profesional y personalmente esta experiencia?
De este proyecto, que sigue creciendo y tan buen servicio da al país y Latinoamérica, yo estoy muy orgulloso. Además todo esto es una fuente de aprendizaje permanente sobre lo que llamo Pedagogía de la Lectura.

¿Cuál es su sueño, con este proyecto?
Con las abuelas, el sueño es siempre el mismo: que no haya niño que se quede sin ejercer su derecho a la lectura por falta de un adulto que pueda y quiera dedicar un rato a leer con él. Con la Fundación, ver la sede terminada, el auditorio y el museo funcionando, y la biblioteca llena de lectores.

¿Cambió el rol de la institución con el paso de los años?
Sí, creo que logramos llamar la atención sobre la importancia del tema de la lectura, que afortunadamente hoy se encuentra en las agendas estatales de todos los niveles. Pero entonces, cuando el Estado comienza a tener políticas públicas de lectura, la sociedad civil más que nunca debe ejercer un control sobre esas políticas, exigir que se cumplan y sean verdaderamente universales, proponer rumbos de acción, colaborar en lo que se pueda y seguir brindando espacios para la participación social no partidaria y para la revisión crítica de los temas educativo y cultural.

¿Cómo se puede ayudar a la Fundación?
Toda persona, física o jurídica, de carácter público o privado, así como organismos, fundaciones mayores, empresas, ONGs y todo tipo de entidades transparentes, pueden contribuir con las tareas de la Fundación mediante aportes en dinero. En la República Argentina depositando en el Banco Credicoop, en la cuenta corriente número: 375-10869-1. Es importante que nos comuniquen cualquier depósito realizado, por e-mail a fundacion1@fundamgiardinelli.org.ar a fin de que enviemos el Recibo Oficial correspondiente. En este sentido, rogamos no realizar donaciones anónimas. También necesitamos buenos libros para niños, siempre que las donaciones incluyan el envío a nuestra sede y previo envío del listado de títulos a donar. Y además, como decimos, cualquier persona puede ser voluntario lector en alguno de nuestros programas, y puede donar horas de lectura convirtiéndose en Abuela Cuentacuentos.

 


Contacto
Para más información sobre la Fundación Mempo Giardinelli:
www.fundamgiardinelli.org.ar
En Facebook https://www.facebook.com/profile.php?id=100000520501359
Programa de Abuelas www.abuelascuentacuento.org.ar