Mesas, sillas, adornos, camas, bibliotecas y escritorios, lámparas y vajilla rescatada de otros tiempos; a la par del aumento del consumo, crece la oferta: el reciclado de muebles viejos ya no puede considerarse una moda pasajera, es una tendencia instalada, que muy probablemente seguirá creciendo. Cada vez son más los locales y ferias porteños que compran, restauran y venden antigüedades. En los mercados de pulgas –como el de la calle Dorrego, en Colegiales- se apilan desde fruteras y tazas hasta espejos y sillones estilo Luis XV, uno de los estilos más buscados por clientes y decoradores. Hay también juguetes, botellas, discos, pequeños objetos. Los precios, dicen los vendedores varían de acuerdo a la calidad y antigüedad de lo que ofertan, aunque las modas también imprimen su peso: encarecen determinados rubros o los muebles de una determinada década.

Dentro y fuera de los locales –por la calle Niceto Vega hay varios de ellos que trabajan a la calle- es frecuente ver a los carpinteros y hebanistas trabajando duro: lijan, pintan, emprolijan terminaciones dañadas, colorean muebles de campo, enderezan sillas vencidas por el uso, clavan y martillan. Muchos de los clientes que se acercan argumentan que la calidad de los muebles antiguos supera ampliamente la de los actuales, más baratos y a menudo realizados en maderas livianas o en melamina.
Las tendencias de consumo, indican que los más buscados son los muebles “franceses” (Luis XV y Luis XVI, son los que lucen guardas talladas  con motivos floreados, patas curvas, terminaciones cuidadas), que se combinan con coloridos estampados o almohadones, es el caso de los sillones, divanes, silloncitos, que le dan un toque chic a cualquier ambiente.

Los muebles “vintage” de las décadas de los 50’, 60 y 70’ aportan una onda retro y también están más de moda que nunca. Suelen buscarlos los jóvenes, que adornan casas o ambientes modernos con mesas, estantes o lámparas de esa época. Son muy buscados por sus líneas simples y porque los precios a menudo son más bajos que los de las piezas mucho más viejas.
Sin embargo, las piezas antiguas tienen sus limitaciones: llenar la casa de muebles antiguos puede crear un ambiente viejo o resultar un poco “pesado”: los decoradores sugieren combinar, por ejemplo, un juego de comedor francés con alguna mesa ratona de líneas bien sencillas y puras. Es necesario tener presente que en el estilo vintage también supone el contraste de lo moderno con los diseños antiguos, ese es el verdadero  plus de este estilo que aportan estos muebles. También es posible agregar solo algún detalle vintage a un ambiente; en ese caso se pueden adquirir espejos, adornos o cuadros con marcos antiguos.
La tendencia se ha extendido al punto de que miles de personas salieron al rescate de sus muebles olvidados y los ofertan, además de en los locales, en sitios webs como Mercado Libre, donde pueden rastrearse por estilo o por década. Palabras  y expresiones como “vintage”, “art decó”, “chippendale”, “shabby chic”, “muebles franceses” o “art nouveau” lideran las búsquedas de los navegantes del rubro.

Otros sitios de venta online son Segunda Mano, De Remate y Más Oportunidades, que permiten entrar en contacto directo con el vendedor o restaurador, sin intermediación de un local. A través del sitio –o del mail que intercambian las partes se acuerda el precio y producto, se coordina la forma de pago y el envío-; en general no hay sorpresas, aunque conviene chequear la calificación del vendedor.
Entre los locales recomendables que ofrecen muebles restaurados en Buenos Aires, pueden mencionarse: Instinto, de Guillermo Bobbett -muebles y objetos modernos de los años 50, 60 y 70, los precios son accesibles y la entrega es inmediata; Piezas sueltas, de Nora González y Luis Galmes -catálogo se encuentra disponible en la página web y en Facebook; Vintage Aurora, que explota la onda romántica, con piezas de 1920 en adelante ; y Soy mi casa -muebles, lámparas y objetos de los años 60 y 70, entre otros.

Mini guía de mercados, anticuarios, locales y ferias en Capital

• Mercado de Pulgas de Dorrego. Dorrego y Niceto Vega, todos los días de 10 a 20 (CABA)
• San Telmo (los precios son bastante más elevados o en dólares. Gran variedad de anticuarios). Carlos Calvo y Defensa y La Galería de Arte y Antigüedades La Candelaria. (CABA)
• Feria del Anticuario. Perú y el río, Estación Acassuso del Tren de la Costa; sábados, domingos y feriados desde las 10.  Buenos Aires
• Ejército de Salvación. Av. Sáenz 580, Pompeya. CABA
• Cotolengo Don Orione también debe visitarse pensando el uso futuro que puede dársele al mobiliario. Caótico en su organización, los stands tienen de todo: sillas, mesas, cómodas, aparadores, percheros hasta mantelería, vajilla y camas. Vale la pena darse una vuelta. Está abierto de lunes a viernes de 8 a 17 y sábados de 8 a 12.
• Feria del Convento. Convento de San Ramón Nonato, Reconquista 269, CABA. Abierto los domingos.