Restaurantes en cooperativa

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Los trabajadores de seis restaurantes porteños pertenecientes a un mismo grupo decidieron, después de afrontar innumerables dificultades, apostar al cooperativismo. Cinco de ellos reabrieron sus puertas y sus empleados continúan trabajando en nuevas formas de autogestión; se trata de Alé Alé, Don Battaglia, Los Chanchitos, Mangiata y La Soleada. Así lograron salvar más de doscientos puestos de trabajo.

Asesorados por la Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados (FACTA), los empleados de esos restaurantes se organizaron en contra del vaciamiento empresarial y apostaron al cooperativismo como opción laboral.
Las casas de comida mencionadas pertenecen al mismo grupo económico de Los Chanchitos, el conocido restaurante de Parque Centenario, y dependían de los mismos empleadores (los trabajadores rotaban, incluso, entre los distintos locales).
En Don Battaglia, el año pasado, se acumulaban deudas con los proveedores, no se pagaban los aportes, faltaban insumos y había permanentes rumores de cierre. Luego La Zaranda fue cerrado (funcionaba en Villa Urquiza), y la situación en los demás restaurantes fue complicándose cada vez más, a lo largo del 2012.
Hubo incluso despidos intempestivos: a Enrique Benavídez, con ocho años de antigüedad en Alé Alé, lo despidieron por tomarse una gaseosa, y al parrillero, Carlos Martínez, con 17 años en la empresa y operado hace poco de la columna, cuando fue a reclamar su sueldo.

Después de muchas idas y vueltas, y de fuertes disputas que enfrentaron a las partes, en diciembre pasado, los empleados se encontraron con la evidencia de que los mismos administrativos y dueños del local habían dejado de concurrir al lugar. Así fue que decidieron hacer un paro, que duraría un fin de semana. Después, optaron por atender cobrando sólo en efectivo, para garantizarse una mínima disponibilidad de cierto capital con que cobrarse a cuenta el trabajo. Finalmente, varios medios masivos se hicieron eco del conflicto, y fue entonces que un cliente del local les sugirió a los empleados que se contactaran con la cooperativa del Hotel Bauen, un caso emblemático de autogestión, en busca de la asesoría que precisaban.

A comienzos del 2013, cuando los trabajadores recibieron la noticia de que Alé Alé también cerraría, decidieron encarar el desafío de formar la cooperativa, y abrieron el camino que seguirían las restantes casas de comida mencionadas. En total, doscientos trabajadores se organizaron en cinco cooperativas. Y aunque no tienen ninguna garantía de éxito a futuro, esperan poder mantener las empresas en funcionamiento: compran los insumos, preparan los platos, atienden a los clientes y reparten las ganancias, de ese modo, y con el tiempo, esperan seguir aprendiendo a autogestionarse.
Alé Alé se organizó en enero, Don Bataglia lo hizo en febrero, y los demás restaurantes les siguieron los pasos: las tomas siguieron en  La Soleada y Mangiata. La Zaranda no volvió a abrir sus puertas.

 

Proyecto de ley

El viernes 24 de mayo, el diputado del Frente Nuevo Encuentro y Gerente General del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, Edgardo Form, presentó formalmente un  proyecto de ley que declara “de utilidad pública y sujeto a ocupación temporaria” el Restaurant Alé Alé. En esta aventura estuvo acompañado por algunos de los diputados coautores del proyecto: Aníbal Ibarra (FPP); Maria Elena Naddeo (FPP); Alejandro Bodart (MST), y Virginia González Gass (Proyecto Sur), también firmante de la iniciativa.
Form dio detalles de la propuesta que pretende preservar la fuente laboral de los trabajadores de Alé Alé: “Hablamos de un plazo de dos años, por supuesto respetamos el derecho a la propiedad privada de los dueños del inmueble, pero estamos planteando la preservación del derecho al trabajo de las 40 familias que están involucradas en esta  entidad”. En esa misma línea agregó: “Contemplamos también la expropiación de los bienes muebles, es decir, del equipamiento con el cual se desenvuelve la actividad gastronómica”.
El proyecto de ley define en su artículo primero “declarar de interés público y sujeto a ocupación temporaria el predio que ocupa el restaurant Alé Alé”.

“La orden de  desalojo sigue vigente pero nosotros consideramos que este proyecto de ley, sumado al hecho de que la cooperativa de los trabajadores de Alé Alé ya cuenta con la matrícula otorgada por el órgano competente - INAES - le da una mayor protección y puede generar la instancia de negociación para contar con ese plazo de dos años de permanencia en este establecimiento, hasta tanto consigan otra posible localización y puedan continuar haciendo lo que saben hacer, que es la actividad gastronómica”, expresó el legislador porteño.
De aprobarse, este proyecto daría un respaldo de enorme significación a los trabajadores para que se sienten a negociar. Un pronunciamiento desde la Legislatura le da indudablemente un respaldo político y legal muy importante al caso.
También son coautores del proyecto los diputados Gabriela Cerruti (NE); Delia Bisutti (NE) y Juan Cabandié (FPV).  A su vez, acompañan la iniciativa Fabio Basteiro (Buenos Aires Para Todos); Tito Nenna (FPV), Pablo Bergel (Proyecto Sur); Alejandro Amor (FPV); Dante Gullo (FPV);  Romeo Mateo (FPV) y Claudio Palmeyro (bloque Sindical Peronista).