Lucas Matthysse: una promesa que va en serio

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“Sueño con ser el único campeón de las 140 libras y para ello mi meta es pelear con García” afirmó Lucas Mathysse, el actual campeón interino del peso súper ligero,  luego de obtener el cinturón que lo amerita. La coyuntura nos dice que se han acercado posturas y el esperado combate entre el actual campeón del Consejo Mundial de Boxeo, Danny García (26-0, 16 KOs), y Lucas Matthysse (34-2, 32 KOs) podría disputarse el 7 de septiembre en Las Vegas o Washington.

A orillas de la Laguna de Gómez, en la “Posada del Sol” ubicada en la localidad de Junín, “La Máquina” -mote que se ganó porque pelea yendo para adelante todo el tiempo, metódicamente destrozando oponentes y con un nocaut tras otro - comienza su rutina diaria cerca de las 6 de la mañana junto a su equipo de trabajo, sparrings y un entrañable e inseparable compañero: su perro Pirata.

Oriundo de  la provincia de Chubut, nació el 27 de septiembre de 1982 en Trelew. Hijo de Mario Edgardo, también boxeador profesional que supo combatir con Jorge "Locomotora" Castro, y Doris, a quien la define como “su cable a tierra”, que también hizo algunas peleas como amateur. Es heredero de una historia familiar que no se detiene y sus hermanos mayores no son la excepción. Por ejemplo Walter supo pelear con Paul Williams en los Estados Unidos, entre sus combates más destacados, y Edith Soledad combatió en México con Yasmín Rivas por el título gallo IBF, perdiendo por puntos en abril del 2012.

En ese ambiente familiar donde se respiraba boxeo vivió los primeros años de su vida frente a la terminal de ómnibus, muy cerca de la Laguna Cacique Chiquichano, en Trelew. A sus 6 años se mudaron al barrio BEPAN y luego a las Mil Viviendas donde pasó la primera etapa de su adolescencia. Fue allí, cuando tenía 14 años, que decidió dejar atrás las comodidades de la vida familiar y empezar a abrirse camino en el mundo del pugilismo. "Me fui de Trelew cuando mis padres se separaron. Empecé a los once y mi primer profe fue el Huinca Méndez. Cuando dejé la ciudad ya había debutado como aficionado”, recordó en una entrevista que le dio al periodista Carlos Irusta.

“Yo me fui a Esperanza, Santa Fe, de donde es mi padre. Y anduve por varios lugares de la provincia, incluyendo Rafaela o Vera, un pueblito pequeño en donde conocí a otro chico como yo que soñaba con ser boxeador. Se llamaba Marcos, pero todos le decíamos el Chino. Sí, claro, el Chino Maidana", recuerda los primeros momentos de aquellos días fuera de casa.
Pero que pasó entre aquellos años de sueños hasta la gran irrupción en el show business del mundo del Boxeo.

De su debut en 2004 en Trelew ante Leandro Almagro, ganó por TKO2, hasta su primera irrupción a los Estados Unidos, cuando superó al panameño Ramón Durán en 2007, el chubutense tenía un record de 18 victorias. Tres años más tarde llegó la inmerecida derrota ante Zab Judah, el TKO 8 a De Marcus Corley y una derrota, dolorosa e injusta, ante Devon Alexander en junio de 2011 (en sus únicas caídas como profesional derribó a sus oponentes). “Cuando volvimos de aquella pelea el golpe fue durísimo pero por su personalidad él fue quien nos dio aliento cuando debió ser al revés” indicó el doctor Leguizamón, uno de sus laderos incondicionales, en el programa especializado Golpe a Golpe.

Luego de aquel duro golpe Matthysse se fortaleció y como todo gran campeón de la vida se potenció. Llegaron tres triunfos consecutivos (Priotti, Martínez y Sotto) y la gran chance de ir por el título interino vacante súper ligero ante el invicto nigeriano Ajose Olusegun.

El 8 de agosto del año pasado Matthysse llegó al Hard Rock Casino de Las Vegas junto a su equipo Arano Box. "Cuando se vino la pelea con Olusegun, le dije a Lucas que había que ganar o ganar, aunque se perdiera un poco la buena línea que tenía. No podíamos dejarnos robar más como con Alexander o con Judah”, afirma su principal entrenador Cuty  Barrera. Lucas fue una “Tromba” y lo demolió en el décimo round. “Creo que por eso, a lo mejor, lució menos desde un punto de vista técnico pero demostró lo que pega, lo que tiene y lo que puede. Ahora que es campeón, seguramente estará mucho más asentado anímicamente. Ahora hay que ver cuál es su techo", agregó Barrera.

Para el periodista Marcelo González esta pelea lo catapultó como el boxeador del 2012. “Fuera del show que se genera, deportivamente creo que fue el merecedor del premio Firpo y el Olimpia por los rivales que venció y por el cómo lo hizo. Es claro que Martínez con su victoria ante Chávez acaparó todo”.
Para este 2013 se propuso ir por la unificación y su meta se llama Danny García. Para ello ya realizó dos defensas efectivas por la vía rápida ante los peligrosos Mike Dallas Jr, en enero, y Lamon Peterson en mayo. Con estos créditos y bajo el ala de uno de sus ídolos de la infancia, como Oscar de La Hoya, Matthysse se ha convertido en uno de los boxeadores más aclamados en la actualidad. “Si bien lo acompañamos desde lo que es el bussines, que no digo que no sea importante, considero que a medida que logre seguir venciendo a contrincantes de renombre él solo va a llegar lejos y hacer su propio nombre” presagió el Golden Boy en septiembre del año pasado y, de a poco, se ha concretado.

A dos meses de la pelea esperada por Matthysse, David Itskowitch, uno de los referentes de la empresa Golden Boy, lo define como “uno de los peleadores más temidos en la actualidad, más que nada por su poder noqueador. Pienso que él ha sorprendido a muchos también con su habilidad para boxear”.
En el camino a tan importante reto desde su rincón no escatiman en elogios para el chubutense: “Tiene el tiempo de Narvaez, la potencia de Maidana y las piernas de Sergio Martínez. No es un pegador nato de esos que te pegan y te caes. Es un tipo que te va lastimando” opina Barrera. Mientras que maravillado con el deportista con el que trabaja todos los amaneceres, el Profe Gerardo Pereyra, agrega: “Siempre le digo a los chicos que van al gimnasio que no solamente hay que tener esa potencia y coordinación oculomanual, sino que hay que entrenar como él. Cada vez que salimos a correr, adelante va el campeón”.

Lucas sabe que tiene una esquina que lo banca, que el pugilismo argentino lo admira y que lo que de chico soñó - y posteriormente se vio potenciado con el nacimiento de su hija Priscilla Yaneisi - se ha materializado. “Yo quería ser alguien en la vida y salir adelante”, afirmó ante las cámaras de Golpe a Golpe y,  hoy más que nunca, “La Máquina” es orgullo y referente de todos los que lo rodean. Sus guantes, su estilo y su manera de vivir han trascendido más allá de sus sueños de campeón.