Embarazo activo: el movimiento es aliado de la salud

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Recomendada por profesionales, la actividad física realizada durante el embarazo le permite a la mujer sentirse mejor física y emocionalmente. ¿Qué tipo de ejercicios son convenientes? ¿En qué consiste la gimnasia para embarazadas? Revista Cabal conversó dos profesionales de amplia trayectoria en la materia.

La actividad física durante el embarazo es recomendada por los profesionales y especialistas que atienden a las mujeres que están gestando: ante todo hay que aclarar que   no existe ningún perjuicio para el bebé y su mamá si la actividad está supervisada por especialistas. El ejercicio no sólo mejora la condición física de la mujer, amortigua el aumento de peso, mejora la circulación y tonifica los músculos, sino que además la secreción de endorfinas colabora con un mejor estado de ánimo general. El sedentarismo sí puede provocar problemas durante el embarazo. La actividad física y  la dieta equilibrada se convierten, en este marco, en aliados para la mujer.

Lo que hay que tener en cuenta es el tipo de ejercicio que más beneficia a la embarazada. En este sentido, las opciones incluyen gimnasia específica (dictada por profesionales en la materia), yoga, natación, caminatas, bicicleta fija (moderada) y Eutonía. Si se trata de una actividad aeróbica, es importante que no incluya ninguna sobrecarga, y tampoco son aconsejables los deportes de impacto (la gimnasia o el baile, por ejemplo, se hacen evitando saltos e impactos contra el suelo).

La actividad física puede realizarse hasta que la mujer se sienta en condiciones de tolerar bien el movimiento (puede ser hasta poco antes del parto), y en virtud de sus antecedentes. En todos los casos se aconseja consultar al ginecólogo u obstetra antes de iniciar una actividad sostenida. En el caso de la natación, se recomiendan movimientos suaves y estiramientos dentro de la pileta.
Otra recomendación a tener en cuenta: cuando se hace actividad física hay que tomar abundante líquido, y de forma progresiva. No hay que hacer actividad si hace mucho calor y si es necesario –porque se siente apetito o el médico lo recomienda- también hay que aumentar la ingesta calórica.
En caso de presentarse dificultades o patologías durante el embarazo -como mareos, sangrado genital, dolor de pelvis, falta de aire, contracciones, o taquicardia-, es indispensable la consulta con el obstetra, quien orientará a la mujer sobre su situación particular.

  Hay un prejuicio atávico que parece decirle a la mujer “quedate quieta que estás embarazada”. Contra ese prejuicio, Andrea Miara desarrolló una técnica de movimiento que sintetiza sus muchos años de experiencia con mujeres y embarazadas y que propone  “flexionar, no sólo reflexionar”.
“Es fundamental entender que una embarazada es una persona con un esqueleto como cualquiera, que en nueve meses recibe un peso impresionante. Hay que ocuparse de lo que le pasa al cuerpo, más allá de lo psíquico y emocional, que también le sucede a la mujer que está gestando un hijo”, explica ella a Revista Cabal.  “Es necesario pensar el cuerpo en sus tres dimensiones: más allá del plano, somos volumen”, dice. “Durante el embarazo, el útero le gana a la faja de músculos abdominales, el útero crece y hay un momento de lucha con los abdominales . Cuando se dice de golpe le apareció la panza es el momento en que ya ganó el útero, ya los abdominales no hacen fuerza. Ahí se observa la típica posición de la embarazada. Esto es un ‘lío’ para el cuerpo. Toda la columna se va a ver afectada. El peso cae sobre la columna, las rodillas etc., y altera el equilibrio.”

Su propuesta para las embarazadas incluye dos líneas de trabajo: por un lado acompañar el cuerpo durante el embarazo, “que requiere mucha más atención que la que se le da usualmente, en el momento del parto”, según explica. “La forma de cuidarlo es fortaleciendo los músculos debajo de la panza, los que están preparados para hacer fuerza, a través del movimiento y el baile”, dice. “Siempre en un contexto cuidado, con el acompañamiento de la música, como puede ser la de Los Cadillacs, Charly García o Andrés Calamaro. Se trabaja sobre la columna y mucho sobre el diafragma, que se ubica entre la panza y el pecho.” Por otro lado, “se le da la información al cuerpo que necesita para parir. Se enseña a la embarazada a adueñarse de su diafragma, de su respiración, adueñarse de la respiración es adueñarse del parto”

Además de las clases de movimiento “donde se le habla al cuerpo”, se incluye en su propuesta un desayuno semanal para conversar sobre mitos y prejuicios sobre el embarazo y el parto que circulan y muchas veces atemorizan a las embarazadas. Y una vez al mes se hace un encuentro con las parejas para enseñar a realizar masajes y maniobras de tracción para el momento del parto.

Viviana Tobi, fundadora y directora de la institución Tobi Natal, y con vasta experiencia en el tema –es una de las especialistas argentinas que más sabe de actividad física en el embarazo-, explica, a su vez, en qué principios se basa un programa de embarazo saludable, como los que ella dirige en su centro y subraya la importancia del embarazo activo: “La actividad física durante el embarazo pone a la mujer en contacto con el progresivo cambio de su cuerpo, alentándola al movimiento que le otorga tanto un bienestar físico como emocional.”

En principio, alienta las clases de actividad corporal para las mujeres, seguidas de un espacio de reflexión. “Las clases de trabajo corporal pueden elegirse o combinarse entre las de Yoga, Esferodinamia, Movimiento expresivo, Yoga esfero suspensión (Yes), o masaje con esfera. El espacio de reflexión permite, por otra parte, intercambiar experiencias y elaborar contenidos referentes al  embarazo, el parto y el puerperio. Hay además encuentros para los futuros papás, talleres para acunar con la voz al bebé, sesiones de masaje, orientación psicológica individual y de pareja y talleres de preparación del suelo pélvico para la prevención y salud del periné. La filosofía es abrir un espacio para la experiencia que vaya más allá de un curso de pre parto y se convierta en una oportunidad de transformación y crecimiento personal. La actividad continúa en el postparto con clases de Yoga con servicio de baby sitter y de Yoga para mamás y bebés. También se ofrecen talleres de recuperación abdo-perineal.”

Es importante también que los profesionales de los centros especializados, o quienes dictan las clases, trabajen de manera integral. “La integración de los saberes  entre los diferentes profesionales que conforman el equipo es fundamental”, remarca ella. “Las instructoras del trabajo corporal trabajan complementando el trabajo del obstetra, el pediatra, la consultora en lactancia, el  psicólogo, la masoterapeuta.  Estos saberes no compiten, sino que se complementan.”