Historias cortas



Entretenimientos

Uno de los libros recomendados de este mes es Historias cortas de Rubem Fonseca publicado por Tusquets Editores

En los comienzos de la década de los noventa, el quincenario cooperativo Acción publicó una entrevista al talentoso dramaturgo y escritor venezolano José Cabrujas –muy popular en su país por entonces por ser autor de telenovelas muy exitosas-, que, en un pasaje dedicado a hablar de América Latina, decía que, en su opinión, una de las cosas que mejor simbolizaba a este continente  era cualquier diálogo entre dos personajes de Rubem Fonseca que toman caipiriña en un bar de Brasil y deliran sobre bueyes perdidos. Y es verdad: leyendo al gran escritor brasileño nacido en Minas Gerais es posible comprobar que, en la excentricidad y poco común comportamiento de los personajes de sus libros, hay mucho de la particular naturaleza de esta región del planeta, tan colorida, viva y desmesurada a la vez. Fonseca, uno de los escritores más prolíficos y premiados de su país, se ha dedicado con preferencia a la novela y el cuento policial. Y es precisamente en este último género donde ha demostrado una afinada maestría, porque a la originalidad en la pintura de personajes suma una precisión en el relato realmente envidiable. Este volumen que comentamos, Historias cortas, prueba con mucha nitidez esa habilidad de ubicarnos frente a una criatura fuera de caja o de lo que son las normas más convencionales y contar su peripecia en pocos, breves y muy contundentes trazos, que nunca llevan más de tres páginas, todo eso tamizado por una leve atmósfera de humor o mordacidad, que refleja el dislate que es este mundo. En cualquier de los cuentos aquí publicados: el del hombre que le amputan una pierna y adquiere una extraña sagacidad; en el del abuelito que le cuenta a su nietito que lo desheredará porque la riqueza hace malos a los hombres y sufre las consecuencias de esa decisión; el de un ladrón que se siente pudoroso frente a una mujer que se le entrega desnuda o en el del individuo que tiene sexo nada más que con los árboles, en todos esos cuentos y en los demás, el lector encontrará una fuente inagotable de sorpresas y de entretenimiento inteligente y revelador, pues detrás de ese aluvión de disparates hay algo de la locura que envuelve a la sociedad moderna y que nos compete a todos.