Entrevista con Mario Alarcón



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Con más de cuarenta años de carrera, el actor recuerda su infancia rosarina, comenta por qué siempre prefirió hacer "personajes de malo" y detalla sus mejores experiencias sobre las tablas y en las distintas pantallas. Lo mejor de su conversación con Revista Cabal, en este video.

 

 

Desde que comenzó a dar sus primeros pasos, Mario Alarcón se interesó en la actuación.  Rosario –su ciudad natal– es una gran cuna de artistas de la que él no quedó al margen. Todo comenzó cuando, además de jugar al fútbol con sus amigos en las calles de tierra del barrio, de chico, religiosamente, concurría cada domingo a las salas cinematográficas.  Fue el cine lo que lo deslumbró y, años más tarde, lo impulsaría a dedicarse al arte.  

Estudió Derecho pero no lo movilizó demasiado. Según él, su voz potente y un dedicado estudio le brindaron las posibilidades para poder llegar a la actuación y radicarse en la Ciudad de Buenos Aires. Influenciado por sus comienzos en el radioteatro, pronto se ganó un espacio destacado en la escena porteña. Llegó a teatros de primer nivel como el Cervantes y el San Martín, realizó giras por Europa y construyó un destacado historial en televisión y cine, principalmente interpretando personajes "malvados o drásticos", como en Los Simuladores y El Secreto de sus ojos.

En los últimos tiempos, fue parte de Malicia, miniserie policial negra gestada por medio de los Contenidos Digitales Abiertos y trasmitida por la TV Pública.  Con setenta años recién cumplidos, actualmente integra el elenco de Entre caníbales, la serie de Juan José Campanella que se emite por Telefe.  Allí interpreta a un juez retirado y culpable de matar al asesino de su esposa e hija que ayudará al personaje de Natalia Oreiro a cumplir con su venganza.