Entrevista a Sebastián Presta

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Productor televisivo y actor sus videos ya son un fenómeno viral, pero Sebastián Presta también apuesta al teatro independiente. 

Entre ella y yo se llama la obra teatral con la que el actor Sebastián Presta estuvo en cartel en 2017 y está por estos días yéndose a hacer temporada en el Luro de Mar del Plata. Una comedia de esas bien cercanas y para identificarse, una historia en la que el hilo argumental se desenvuelve alrededor de una pareja que por primera vez se enfrenta a la posibilidad de tener un hijo. Diego y Valeria (Presta y Soledad García) se tienen que hacer un test de embarazo, y en tanto esperan el resultado afloran cantidad de miedos, dudas, prejuicios y recuerdos, sentimientos todos que los atravesarán durante los cinco minutos más largos de sus vidas. Apostando claramente al humor, pero también a la emoción, la puesta de Claudio Ferrari -autor de ciclos televisivos como Casados con hijos y La niñera- con guion de Pablo Mir rezuma en un teatro ameno pero a la vez agudo, hilarante sin dejar de ser profundo.

Claro que no fue el debut teatral de Presta, que en 2016 había deleitado a sus fans con Bruto, una obra en la que básicamente retomaba el estilo de su exitoso Prestico, el segmento humorístico de Duro de Domar. También junto a García el actor proponía ahí una serie de escenas de la vida cotidiana, siempre retratadas con su mirada irónica y por sobre todas las cosas, incorrecta.

Antes -en 2013 y 2014- había dirigido Samy y la piñata, una historia trash acerca de una madre preparando la casa para el festejo de cumpleaños de su hija. “Entre globos, chizitos y el sueño de un viaje a Disney, transcurre esta puesta demodé y contada en clave de grotesco”, describían entonces las reseñas.

Presta empezó a trabajar de productor silenciosamente, de hecho sus primeras apariciones de la mano de Sebastian Wainraich en Kitsch fueron completamente mudas. Pero así y todo se notaban sus condiciones para el humor y de esa forma nació Prestico, una serie de sketches bien cortos que combinan las situaciones cotidianas con personajes bizarrros de los que ni siquiera el propio actor logra explicar el rotundo éxito. “Hay un laburo en conjunto con los guionistas y productores”, dice. Y concluye: “Lo que es seguro es que la gente se siente de alguna manera representada”.