Espumante con acento italiano



Gourmet

De moda en todo el mundo, la Argentina incluida, especialmente como base para la preparación de tragos como el Spritz, el Bellini, el Rossini o el Mimosa, la oferta de Prosecco sigue creciendo. La última novedad aquí es el Canevari Millesimato, elaborado en base a uvas Glera de color amarillo-verdoso, forma redonda levemente puntiaguda y sabor fragante en viñedos que se podan con una leve anticipación, bajo el sistema Sylvoz (obtiene de una misma cepa dos brazos superpuestos, sin dañar al resto de la planta) para obtener una uva joven y fresca, según detallan sus productores. Después, la vinificación se hace a baja temperatura, para obtener un vino altamente aromático, con reminiscencias florales de acacia, durazno, cítricos y manzana. La segunda fermentación, en tanques de acero inoxidable bajo el método Charmat, lo convierte en un espumoso seco, de alcohol moderado, fresco y muy aromático, pero equilibrado y con notas de fruta.
Como los mejores Prosecco, también este es producido en la región del Véneto (Italia). Lo hace Distilleria Bottega, con sede en Bibano, a 25 kilómetros al norte de Venecia, que desde los años ’70 produce grapas, vinos y licores y comercializa seis millones de botellas de sus productos en 110 países. El Canevari Millesimato se consigue en vinotecas y supermercados a un precio sugerido de $120.