Pilar, en la provincia de Buenos Aires



Turismo

Detrás del gran desarrollo comercial y residencial de la actualidad hay un pueblo tradicional que fue clave en el proceso de la organización nacional.

 

Los pueblitos de la provincia de Buenos Aires más cercanos a la Capital tienen ese "no sé qué". Tal vez sea el contraste con la gran urbe que se presiente tan próxima el que realce la tranquilidad de su plaza central y la elegancia de sus edificios públicos o de su iglesia, como si no fuera posible que a tan pocos kilómetros del monstruo porteño existieran aún vestigios de un pasado más tradicional. Y Pilar, aún con su desarrollo comercial, industrial y residencial, mágicamente conserva todavía esa impronta de pueblo.

Pilar es, según la propia definición que se dan sus pobladores más autóctonos, la "cuna del federalismo". Los más memoriosos recordarán haber leído en la escuela alguna referencia al  Tratado de Pilar, el pacto firmado el 23 de febrero de 1820 por los gobernadores de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos tras la derrota de las tropas unitarias en la Batalla de Cepeda. Aunque la organización nacional definitiva todavía estaba lejos y habría muchas más guerras aún, se trató del primer acuerdo institucional que proyectaba la unidad y el sistema federal.

Más allá de distintas reestructuraciones y divisiones jurisdiccionales, la historia más reciente de Pilar da cuenta de un desarrollo que hoy ha convertido a la zona en un polo económico de gran importancia. Y eso empezó más o menos en 1934, cuando la pavimentación de la ruta 8 contribuyó a delinear un perfil residencial de categoría para el área. Cuando en la década de 1970 se promulgó una ley que exigía el traslado de las industrias a 60 kilómetros de la Capital, la buena accesibilidad que le daba a Pilar el Acceso Norte motivó la instalación de su famoso Parque Industrial, el más grande de Sudamérica con aproximadamente 200 empresas. A partir de ahí, toda mejora en la Panamericana acentuó el desarrollo comercial y poblacional.

Pero al costado del camino y apenas empiezan a discontinuarse las luces del progreso, Pilar se calma y ofrece el encanto típico de los pueblos. La Plaza 12 de octubre, o Plaza del Pilar, fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1942 y luce orgullosa 58 árboles de la milenaria y medicinal especie ginkgo biloba. El mismo status tiene la bellísima Parroquia Nuestra Señora del Pilar. Y la naturaleza también dice presente a través de la Reserva Natural del Pilar, creada en 2003 para preservar el medio ambiente y proteger las especies nativas que habitan en un predio de 146 hectáreas ubicado detrás de la ex Fábrica Militar y lindante con la ribera norte del Río Luján. Allí es posible observar más de 60 especies de aves, comadrejas, liebres, coipos, zorrinos, anfibios y reptiles.

A solo 54 kilómetros de Buenos Aires, Pilar le ofrece al turista su rica historia, su trazado pueblerino y un encantador entorno natural.

Cómo llegar
A Pilar se llega en auto desde Buenos Aires por el Acceso Norte Ramal Pilar, que puede ser tomado desde la Avenida General Paz que rodea la Capital o bien desde el Camino del Buen Ayre. También se puede llegar en tren a través de la línea San Martín que sale de Retiro o con las líneas de colectivo 57, 176, 276, 501, 503, 520.