Cámaras sumergibles, otro mundo bajo el agua

Tecnología

Las cámaras digitales sumergibles ya no son una rareza. En el mercado local hay diversas opciones con las que sacar fotos o grabar videos bajo el agua. Una alternativa más para divertirse en verano. Tips profesionales para obtener las mejores imágenes.

Las cámaras sumergibles domésticas permiten un punto de vista alternativo en la fotografía: las de uso no profesional pueden sumergirse entre 1 y 10 metros, según el modelo y fabricante, aunque lo más habitual es que puedan sumergirse entre 1 y 3 metros, lo suficiente para ser utilizadas en piletas o lagos y lagunas de agua clara.
El hecho de estar selladas herméticamente evita la entrada de agua y permite un uso lúdico de la tecnología: se pueden hacer tomas de niños, adultos o animales nadando o jugando bajo la superficie. Suelen ser, además, más resistentes al polvo, la arena, los insectos, la lluvia y la nieve e incluso las caídas y golpes. También hay cámaras de videos que habilitan al usuario a filmar cortos o películas bajo el agua.


Como contrapartida, estas ventajas suponen un incremento del precio, lo cual se hace necesario evaluar si realmente se precisa o desea adquirir una cámara que puede sumergirse. Hay que tener en cuenta también que éstas cámaras requieren un mantenimiento más exhaustivo que las habituales, ya que el deterioro de las gomas o componentes encargados del sellado de las partes que dan acceso a su interior, para introducir tarjetas y baterías, tienen un desgaste mayor. Conviene lavarlas con agua dulce después de cada uso en la playa o piscina, para que el salitre o el cloro no corroa, antes de tiempo, dichas junturas.
Por último, hay que tener en cuenta que, aunque estén catalogadas como "resistentes" o "estancas" y aparezcan en las fotos de promoción llenas de arena, debemos tener cuidado con las piedras y arena, ya que, aunque no se "cuele" dentro, sí puede dañar irremediablemente el cristal que protege la lente.
La mayoría de las marcas conocidas poseen en su catálogo modelos sumergibles; Canon, Olympus, Kodak, Pentax, Panasonic, Fujifilm y Casio, entre otras.

Cámaras sumergibles

Ventajas:
• Resistentes al agua.
• Resistentes a la lluvia.
• Más resistentes a golpes.
• Su sellado impide que entren insectos, arena, polvo en su interior.

Desventajas
• Son más caras.
• El mantenimiento requiere más  cuidado que el de una compacta normal.
• Las altas temperaturas (o la exposición directa al sol) puede hacer que la goma de sus junturas se dilate y estropee.
• Si la cámara cae al suelo o recibe un golpe fuerte no conviene, por precaución, meterla en el agua.

Tips profesionales para obtener buenas fotos bajo el agua

• Si se usa la luz del sol, conviene hacer tomas a la menor profundidad posible. Ocurre que, bajo el agua, a mayor distancia entre la fuente de luz  -el sol-, más baja será la riqueza de colores. Si se usa la luz natural los colores pueden perder fuerza, e incluso desaparecer, a medida que se desciende a mayor profundidad. Muchas fotos subacuáticas suelen estar viradas hacia el verde o el azul porque los primeros colores que se ven afectados son el rojo y el naranja.


• El uso del flash permite preservar la intensidad de los colores. El flash evita la pérdida de intensidad del color, pero puede presentar un problema alternativo, que es la aparición de manchas blanca o reflejos en las personas u objetos fotografiados. Habrá que evaluar según el caso cuál es la opción más conveniente –entre la luz solar y el flash-.


• Bajo el agua, todo se ve más grande y parece más cercano. Conviene tenerlo en cuenta ya que suele pasar que en las fotos los objetos o personas aparecen más lejanos de lo que se esperaba (la cámara los registra a la distancia real, y el efecto es distinto al que percibe el ojo humano).


• Conviene ajustar el ISO de la cámara en un valor cercano al máximo. Como bajo el agua hay menos luz, si se usa la cámara en modo automático se corre el riesgo de que el disparo sea lento y la foto salga movida. Esto puede evitarse ajustando la variable de sensibilidad a la luz de la cámara.


• Conviene tomar las fotos entre las diez de la mañana y las dos de la tarde. Esto permite aprovechar la franja horaria de mayor luz solar, lo que redundará en fotos menos oscuras y una mayor intensidad de los colores.