Tinder, la aplicación para conocer gente que hace furor

Tecnología

Hay quienes buscan en Internet conocer al amor de su vida, y hay quienes sólo se interesan por un touch & go. Cada vez hay más herramientas, aplicaciones y sitios webs que facilitan los encuentros. Tinder vincula a millones de personas por día. En la Argentina hay cerca de 400.000 usuarios.

Cada día, millones de personas encuentran en Tinder a una persona a la que les interesa conocer y la cantidad de seguidores de la aplicación crece a pasos agigantados y sigue proyectándose a futuro como una de las aplicaciones en alza.

Tinder es una app gratuita, que fue lanzada en los Estados Unidos en septiembre de 2012 y logró posicionarse como una de las aplicaciones del momento. De algún modo, desmitificó la idea de que sólo los nerds hacen uso de la virtualidad para encontrar el amor. Así como hace unos años lo más usual a la hora de conocer gente era frecuentar boliches o bares. Hoy la tendencia se ha desplazado hacia Internet, y está más que extendida: los solteros encuentran en las redes sociales, sitios webs y aplicaciones de este tipo la posibilidad de conectarse con otros a través del celular o la computadora; los encuentros cara a cara se pactan por allí.

"Muchos lo utilizan para concertar citas, pero creemos que Tinder está para mucho más que eso: también queremos que se puedan iniciar nuevas amistades, relaciones de negocio y más. Facebook comenzó como una red universitaria, y lograron ir más allá de eso", dijo Justin Mateen, cofundador de Tinder, en una entrevista realizada por el sitio Infotechnology .

Lo novedoso de Tinder es que además de puntuar a las personas (una operación que en esta app suma 500 millones de clicks diarios) pone a los usuarios en contacto de forma inmediata con aquellos/as a los que se ha puntuado positivamente, y que la afinidad la establece el sistema cruzando datos de facebook (“Likes” que ha dado el usuario, perfil de sus amistades etc).

Al tomar en cuenta los datos de perfil de Facebook del usuario, Tinder brinda opciones de personas compatibles en edad, intereses, zonas geográficas y amigos en común. A diferencia de los perfiles que se generan en sitios como Badoo -al estilo "soy romántica, me gusta la literatura y mi hobbie es el tennis", los intereses aquí se deducen en base a los likes del Facebook y las amistades compartidas en las redes y eso brinda un plus al servicio que muchos valoran positivamente.

En lo que refiere a las páginas de citas, durante la última década se ha ido pronunciando la segmentación en nichos específicos. La especialización llega hasta extremos tales como páginas para Amish o dirigidas a personas con infecciones de transmisión sexual, y en la Argentina, existen varias páginas focalizadas en citas para personas del credo judío, por ejemplo.

La tendencia llegó a los smartphones, y se corporiza en herramientas que ofrecen como particularidad la ubicación física de los participantes mediante la geolocalización. Lideran esta nueva tendencia las aplicaciones móviles de Badoo y, fundamentalmente, de Tinder, que permite filtrar la búsqueda a gente ubicada en un radio determinado fijado previamente por el usuario. (Mientras Tinder es gratuito y nació como app, Badoo proviene de una popular página de citas y busca cobrar el servicio, por lo que su uso es más restringido y engorroso, pero con un concepto similar en cuanto a la geolocalización.)


El mecanismo para darse a conocer en Tinder es el siguiente: se cargan con gran facilidad las fotos, una frase de presentación y, si se desea, algunos intereses. Se autoriza a que el Smartphone informe a Tinder nuestra localización geográfica informada por el gps del dispositivo. Luego se cargan los filtros de búsqueda, incluyendo la distancia dentro de la cual deberán estar las personas que deseamos encontrar.
Finalmente, se comienzan a ver perfiles dentro del radio determinado. Se aceptan unos y se rechazan otros. Cuando existe coincidencia, el sistema permite inmediatamente dialogar con la misma fluidez que el Whatsapp.

La simplicidad, por un lado, y el hecho de poner en contacto a personas de gran cercanía física permite anticipar que estas herramientas son especialmente idóneas para encuentros pasajeros o primeras citas.