Florianópolis: la isla de la magia

Turismo

Florianópolis es en la agenda de alternativas turísticas del argentino y otros habitantes de la región sur del continente una meta siempre deseada. Aguas cálidas y mansas, pero también tumultuosas para practicar surf, son, al lado de sus finas playas, una fuente de seducción difícil de eludir al momento de planear vacaciones.

Pocas opciones para el verano más atractivas, y no tan lejos del país, que las playas de Florianópolis, desde hace ya muchos años convertidas en polo turístico de elección preferente para muchísimos argentinos. Florianópolis es la capital del Estado de Santa Catarina, ubicado en la muy rica región sur de Brasil. Denominada la “isla de la magia”, su enorme atractivo para las vacaciones reside en su gran variedad de playas de arenas finas, desde las de aguas calmas plenas de calidez hasta las de grandes olas, especiales para los practicantes del surf y los deportes náuticos. También existen playas escondidas y desiertas para los aventureros. El lugar cuenta además con una historia subyugante pues la isla de Santa Catarina era codiciada por todos los buques que viajaban hacia el Río de la Plata y aún se conservan muchos fuertes y fortificaciones que dan cuenta de esa época de intentos de conquista. Junto a las playas, el visitante podrá encontrar cantidad de morros, lagunas y ríos que le dan al paisaje una variedad y exuberancia poco común.

Playas

La playa más concurrida de esta isla, entre otros por los argentinos, es Canasvieiras, en la zona norte, un centro con gran variedad de comercios y alojamientos a lo largo de sus calles y una importante vida nocturna en sus boliches. Arriba y debajo de esta playa están las de Jureré y Cachoeira, la primera de 3 kilómetros de extensión, mar cálido y tranquilo, igual que la segunda, uno de los lugares de ambiente más familiar. Otra de las playas importantes es Ingleses, que al norte presenta una bahía de aguas templadas y olas apacibles. Como contraste, también en la zona norte de la isla, está Praia Brava, así denominada por su fuertes olas que permiten la práctica de surf. Una abundante cantidad de condominios, la mayoría nuevos, ofrecen al turista un alojamiento excelente, con servicios de seguridad, piscina y parque. A la vez, Lagoinha, así llamada por una pequeña laguna ubicada a poca distancia del mar, ofrece 800 metros de playa con mucha arena y rodeada de morros. Sus aguas son de color azul transparente.
Ponta das Canas recibe su nombre, del mismo modo que Canasvieiras, de su plantación de cañas. Tiene una playa de 1,9 kilómetros de arenas muy blancas. Y está en la punta norte de la isla, cerca de los lugares antes mencionados. Posee muchos bares y restaurantes y su construcción es de casas bajas, chalets y algunas posadas. Barrra da Lagoa es ideal para quienes busquen contactos con los pobladores locales. Es una playa con caseríos y negocios típicos y donde se practica una fuerte actividad pesquera. Bombas y Bombinhas, cuyos nombres recuerdan el ruido como a bombas provocado por el estallido de sus olas, son balnearios con mucha variedad de alojamientos, bares, restaurantes con surtido de gastronomía y bastante vida nocturna. Tienen 2 y 1 kilómetros de extensión respectivamente. Cerca de la última, 4 Ilhas es una bahía de aguas claras, con una longitud de 800 metros, muy conocida por las exhibiciones de surf. Tiene una importante variedad de alojamientos. Muy cerca de Camboriú y de Bombinhas, tanto Itapema como Media Praia forman parte de la gran bahía de Itapema. Son balnearios con todos los servicios y la infraestructura necesaria para que el visitante se sienta cómodo y a gusto. Praia do Rosa, cuyo nombre se debe a un antiguo morador de apellido Rosa que daba cobijo a los turistas jóvenes y mochileros, es hoy una de las playas de mayor crecimiento en la zona. Otros lugares son Garopaba, ideal para hacer surf; Ferrugem (el lugar elegido por los jóvenes) y Guarda do Embaú, una de las capitales del surf en el sur de Brasil, playa pintoresca como pocas y a la cual se accede luego de atravesar el río Da Madre.

Gastronomía

Conocido es que la bebida que más se consume en Brasil es la cerveza. Hay diferentes marcas que compiten para captar clientes, pero en cada bar, restaurante o rincón del país difícilmente no haya una cerveza helada a disposición del turista. Entre los platos típicos se pueden encontrar los deliciosos camarones, las feijoadas y los platos con frutos de mar y pescados. Eso en la mayoría de los lugares de comida y restaurantes. La ostra, de la que Florianópolis es la primera productora de Brasil, se ofrece en diferentes formas en restaurantes exclusivos, pero de precios accesibles. En cuanto a los platos étnicos, los hay de distintos orígenes: asiáticos, pero también italianos y españoles. Y hasta se pueden ubicar restaurantes que venden carne con corte argentino.