Entrevista a Braian Toledo



Deportes

El atleta de 22 años tiene el récord argentino en lanzamiento de jabalina, arrancó el año ganando en Sudáfrica y se prepara para representarnos en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

 

 

 

Nunca un argentino lanzó la jabalina tan lejos como Braian Toledo el 24 de agosto de 2015 en Beijing, China. Aquella jornada, con apenas 21 años, el joven atleta argentino arrojó la lanza con una destreza tal que la misma recorrió 83,32 metros hasta clavarse en el piso. Era su primer intento en su primer Mundial de Atletismo y allí Braian empezó a demostrar por qué es uno de los deportistas becados por la Secretaría de Deportes de La Nación, ayuda que le permite dedicarse de lleno a una disciplina poco destacada en la historia del deporte nacional.

Con esa marca, Toledo quedó sexto en la serie clasificatoria del Mundial de Beijing, accedió a las finales y se clasificó a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Finalmente, mezclado entre los mejores del mundo, no pudo repetir ese gran lanzamiento y quedó décimo con un tiro de 80,27 metros. La hazaña ya estaba lograda: conquistó el récord argentino y logró la segunda mejor marca sudamericana de la historia, solo superado por los 84,70 metros del paraguayo Edgar Baumann en 1999.

Este año, con Río 2016 a la vuelta de la esquina, Braian sigue demostrando que está en un gran nivel y alimenta las esperanzas de una gran actuación en la cita olímpica. En su primera competencia se llevó la medalla de oro. Fue el 20 de febrero en la ciudad sudafricana de Stellenbosch, donde alcanzó los 80,73 metros con su lanzamiento y se adjudicó el "Maties Club and Open Championship".

Se sabe que en un año olímpico el argentino medio presta atención a todas las disciplinas en las que hay un compatriota compitiendo, especialmente aquellas con chances de medalla o de una gran actuación. Y eso es lo que sucederá seguramente en los próximos Juegos con Toledo, quien ya tiene experiencia en el asunto. En Londres 2012 representó a la Argentina con 18 años y quedó 30 en la clasificación general. Ahora, con mucho más rodaje, buscará el impacto más grande de su carrera. Aunque conociéndolo, si no lo logra, esa esperanza quedará automáticamente depositada más adelante: Braian no solo es muy joven aún sino que además es dueño de una humildad y una perseverancia poco frecuentes.