Cuando fuimos los peripatéticos

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Uno de los libros destacados de este mes es Cuando fuimos los peripatéticos de Héctor Lozano publicado por Editorial Planeta

Famosa en el mundo luego de que Netflix comprara los derechos exclusivos para transmitirla en distintos países, la serie Merlí, escrita por Héctor Lozano y dirigida por Eduard Cortés, se estrenó en la televisión catalana TV3 en septiembre de 2015, fecha desde la cual inició su curso triunfal a través de las tres temporadas que la constituyeron y que aquí en la Argentina también fueron vistas por miles y miles de espectadores. El éxito obtenido, con las consecuentes ganancias que produjo, han alentado a quienes serán sus nuevos productores a anunciar para finales de 2019 una continuación de esa historia, en la que el protagonista, al parecer, será  Carlos Cuevas, que protagonizaba el papel de Pol Rubio y que, en el epílogo de la novela, aparecía como un flamante filósofo dispuesto a seguir los pasos de su célebre maestro Merlí, que para quienes no lo saben en las postrimerías de la serie muere.
    
Entretanto, y para quienes quieran seguir disfrutando de los personajes de esa producción, o para quienes no la hayan visto todavía, el autor del libro, Héctor Lozano, escribió un libro llamado Cuando fuimos los peripatéticos, donde el hijo de Merlí Bergeron, Bruno, vuelve a retomar aspectos de aquella deslumbrante  experiencia que los estudiantes del Instituto Ángel Guimerá tuvieron con el excéntrico profesor de filosofía (encarnado por el actor Francesc Orella), que enseñaba esta materia de un modo para nada ortodoxo, pero muy eficaz, porque seducía con él a sus alumnos y los guiaba, mientras se desayunaban con el pensamiento de los principales filósofos y pensadores de otros siglos y de la actualidad, al disfrute de la libertad de pensar y vivir con intensidad.
      
El libro de Lozano retoma muchas de las peripecias amorosas y amistosas de los alumnos entre sí y las del propio profesor con algunas de sus pares, pero ciñendo un poco el relato tanto en la incursión en los filósofos –son algunos menos los mencionados y explicados-  como en el desarrollo de las aventuras afectivas. El pretexto del libro es la necesidad que siente Bruno, que en la serie era encarnado por el actor David Solans, de contarle a su hermana Mina, quién era su padre, porque en realidad ella no llegó a conocerlo (la mujer de Merlí, Gina, estaba embarazada cuando el muere). En este aspecto, la narración de Bruno adquiere a menudo un tono más personal, porque, incluso, cuenta algunos de los episodios vividos en Roma, cuando decide por un tiempo irse de Barcelona, y de su relación con Nicola, su pareja en ese país.
      
Bruno en la serie es al principio un joven homosexual al que le cuesta salir del armario y al que los propios consejos del padre y su decisión de asumir con valentía su identidad, lo van llevando poco a poco a explicitar su condición. Por esa razón, en este relato, que es posterior a los hechos evocados, él ya habla abiertamente de su condición sexual a su hermana, que al parecer tiene algunos rasgos de la inteligencia de su padre. Por las dudas, y para ayudar a los poco memoriosos o los que no conocen la historia, el inicio del libro tiene una larga nómina de los personajes que intervienen en la serie y sus características, circunstancia que si uno siguió sus alternativas le permite darle un rostro concreto a esa criaturas.