El boom del turismo saludable

Turismo

Es una tendencia mundial que también crece en la Argentina. Combina las vacaciones con la búsqueda del bienestar físico y emocional. En entornos por lo general naturales, permite el contacto con el paisaje y el aprendizaje de hábitos beneficiosos para la salud.

En muchos países se los conoce como healing hotels, algo así como hoteles curativos, y se ofrecen como lugares donde es posible descansar y recurrir a distintas terapias para recuperar o mejorar la salud, tanto física como emocional. Son una versión más sofisticada de los ya tradicionales spa, en los que también hay una búsqueda de sanación y placer al mismo tiempo. Aunque no siempre son aptos para todo bolsillo, para quienes no cuentan con el tiempo y/o los recursos suficientes como para tomarse vacaciones y buscar el bienestar del cuerpo y de la mente en dos viajes diferentes, el turismo saludable es una alternativa a tener en cuenta.

En la Argentina hay una larga tradición en la materia, aunque no se conocía a la actividad con este nombre ni estaba asociada directamente con la salud, sino más bien con el placer. Así, las salas de baños (turco, finlandés, ducha escocesa, sauna, hidromasaje, etc.) se veían como un recurso para el relax antes que como una herramienta terapéutica. Por el contrario, las aguas termales siempre estuvieron indicadas para afecciones reumáticas, artríticas o similares, se vivían más como indicación médica que como turismo placentero.

Desde hace un par de décadas, y cada vez más, las ofertas de terapias naturales vienen acompañadas de una infraestructura de servicios que permite vacacionar en buenas condiciones al mismo tiempo que obtener los beneficios de recursos saludables. Así, en el creciente mercado de termas de nuestro país, que se vuelve cada más sofisticado y cuya demanda aumenta día a día y no solo para el público habitual, el de los adultos mayores, la hotelería complementa de un modo más profesional y aggiornado el atractivo natural de las aguas curativas. Hoy se programan actividades recreativas dentro y fuera del establecimiento y una oferta gastronómica caracterizada por una mayor variedad, que incluye opciones saludables, dietas para celíacos, etc.  

En el caso de los healing hotels, y en gran parte de los establecimientos que ofrecen este tipo de servicios, hay una filosofía, sostenida por cinco pilares básicos: mantener o levantar el ánimo en alto, dormir bien, concentrarse en las necesidades del cuerpo, tratar de evitar el estrés y proteger el sistema inmunológico. Con sus particularidades, en la Argentina se respeta esta filosofía, que se traduce en tratamientos o disciplinas que al mismo tiempo hacen foco en el cuerpo, la mente y el espíritu. Para lograrlo, en los centros de salud y los spa se recurre a una batería de métodos, entre ellos: reflexología, Pilates, yoga, meditación, masajes, drenaje linfático, shiatsu, hidroterapias, piedras calientes, envolturas corporales, talasoterapia, aromaterapia, etc. Y por lo general incluyen en su oferta piscina, gimnasio, comidas y bebidas saludables, siestario, etc.

En Córdoba, una de las provincias con mayor tradición en materia de turismo saludable, en gran medida gracias a sus condiciones climáticas y naturales y a los efectos “terapéuticos” de sus paisajes, pero también por una buena infraestructura montada en torno a estas características, las hidroterapias están a la orden del día. Hay aguas minerales, de vertientes, salinas y termales, que son utilizadas en distintas disciplinas alternativas como la balneoterapia o la crenoterapia. Por otra parte, los lodos, fangos, arcillas y hierbas autóctonas (los famosos “yuyos” cordobeses) son otro recurso muy frecuente, utilizado tanto en tratamientos de estética corporal como en tratamientos médicos relacionados con afecciones en la piel, articulares, musculares y respiratorias, gracias a las virtudes de los minerales que contienen en alta concentración, entre ellos selenio, manganeso, cromo, zinc, silicio, magnesio, calcio y azufre. Además, en algunos de sus más tradicionales centros de salud integral también se ofrecen programas antitabaco, de gestión de peso, obesidad, diabetes, control de estrés, revitalización, rejuvenecimiento, acondicionamiento físico, prevención cardiovascular, pre y post quirúrgico, etc.

Otra de las capitales nacionales del turismo saludable es la provincia de Entre Ríos, con su amplia oferta de recursos termales, la mayor del país, como las termas de las localidades de Gualeguaychú,  Federación, Colón, Concordia, Villa Elisa, Chajarí, María Grande, San José, La Paz y Concepción del Uruguay, que son uno de los mayores recursos turísticos entrerrianos. También hay centros termales en las provincias de Buenos Aires, Catamarca, Chaco, Córdoba, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Mendoza, Misiones, Neuquén, Salta, San Juan, San Luis, Santiago del Estero y Tucumán.

Turismo médico

Otro tipo de turismo, en parte relacionado con el anterior, es el que convierte a la Argentina en un destino codiciado por muchos extranjeros, tanto por la calidad de sus profesionales e instituciones como por los precios de los tratamientos, más baratos que en sus países de origen. Según datos de la Cámara Argentina de Turismo Médico, la actividad representa para el país un ingreso de US$300.000.000 solo en concepto de gastos médicos, con una proyección de US$500.000.000 para el año 2020. Actualmente ingresan unos 14.000 visitantes anuales que llegan con un promedio de 2-3 acompañantes, con un gasto de hasta US$13.000 por grupo.

Si bien la mayoría proviene de países limítrofes, especialmente de Uruguay, Paraguay y Bolivia, hay una promoción de la actividad en los Estados Unidos y Europa, donde tratamientos similares a los realizados en la Argentina cuestan entre un 40% y un 60% más. Hoy, el 62% de los pacientes se atienden por temas médicos, mientras que el 38% lo hace por cuestiones estéticas.

 

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