Fin de semana en San Miguel del Monte

Turismo

Ubicado a solo 110 kilómetros de la Capital, este “pueblo gaucho” tiene en su hermosa gran laguna su epicentro turístico. Pero hay mucho más por hacer y conocer.

Un espejo de agua de 740 hectáreas, con 15 kilómetros de perímetro, es el imán con el que la ciudad de San Miguel del Monte atrae a sus visitantes y deleita a los locales. Para los primeros, 110 kilómetros mayormente de autopistas deben recorrerse desde la Capital Federal para llegar hasta aquí y vivir un día o, mejor, un fin de semana al aire libre y con muchas atracciones para todas las edades. También se puede llegar en tren desde Plaza Constitución, en micro o en charter.

En torno a la omnipresente laguna se suceden, bien delimitados según la actividad, sectores para la práctica de deportes náuticos (natación, windsurf, lanchas a motor, jet ski o embarcaciones a vela), clubes de pesca, campings y otras instalaciones. Los aficionados a la pesca tienen en San Miguel del Monte un destino más que atractivo, particularmente entre diciembre y agosto, sea embarcados o para la práctica desde la costa, con aguas alcalinas en las que conviven buenos ejemplares de pejerrey, dientudo y carpa. Hay bajadas para las embarcaciones y quien no llegó bien provisto puede abastecerse con todo lo necesario como para tener una buena jornada con la caña.

La extensa y atractiva costanera Juan Manuel de Rosas, que por las noches se ve bien iluminada y concurrida, completa la oferta a orillas de la laguna. Tanto a la vera del espejo de agua como más hacia el centro de la ciudad, bares, confiterías y restaurantes ofrecen una buena variedad de menúes. La cercana zona rural abastece de excelentes carnes, con lo que las parrillas son una muy buena y variada opción a la hora de comer, y en las que el chivito al asador suele tener un lugar de privilegio en la carta.

En el área campestre se pueden visitar haras de cría de caballos de polo y escuelas para aprender a practicar este deporte, que tienen un buen desarrollo en la zona. Y hay varias estancias que conservan sus tradiciones y permiten el acceso a las mismas, con cabalgatas, caminatas, paseos en carruaje, etc.

 

Con historia

Aunque el municipio se creó bien entrado el siglo XIX, en 1864, San Miguel del Monte es una de las ciudades más antiguas de la provincia de Buenos Aires, con orígenes en la época colonial. Esto queda reflejado en algunas reliquias que se conservan y reflejan las luchas entre criollos y españoles, y especialmente entre pueblos originarios y realistas, además de los restos de algunos fortines.

Creada sobre el centro de la llamada Guardia del Monte, que era un fuerte levantado para defender el territorio bonaerense de los “malones”, fue uno de los primeros puestos de avanzada en esa disputa. El Museo Municipal Guardia del Monte, uno de los sitios históricos a visitar, conserva piezas de gran valor testimonial sobre aquellos tiempos.

En sus calles arboladas, San Miguel del Monte ofrece otros lugares de importancia histórica, muchas de ellas relacionadas con Juan Manuel de Rosas, quien fue dueño de varias estancias y campos en la zona. La más conocida es Los Cerrillos, uno de cuyos ranchos, trasladado de su emplazamiento rural original al actual, en Belgrano y avenida Costanera, se conserva y puede ser visitado. Muy cerca de allí hay una vieja casona con un imponente portal, que perteneció a “Carancho” González, un lugarteniente de Rosas.

En Los Cerrillos, Rosas organizó un ejército de paisanos, Los Colorados del Monte, para pelear contra el “malón”. Y fue desde allí donde partió, en 1833, la llamada Expedición al Desierto. Este grupo de voluntarios tuvo una participación destacada en el Ejército de la Confederación Argentina en la Batalla de la Vuelta de Obligado, en 1845, donde lucharon contra las fuerzas anglofrancesas que buscaban asentarse en la zona.

También de origen colonial, se encuentra en Giagnacovo e Hipólito Yrigoyen el templo San Miguel Arcángel, declarado Monumento Histórico Nacional. Obras de los artistas Raúl Soldi, Guillermo Butler y Ernesto de la Cárcova (el creador de la emblemática Sin pan y sin trabajo) decoran su interior.

 

Otras atracciones

Las plazas Adolfo Alsina y España y la misión jesuítica Cruz de la Misión son otros de los lugares que se sugieren visitar en San Miguel del Monte. Para los amantes de la vida al aire libre, la Laguna de las Perdices y la Reserva Natural Siri son destinos obligados y el avistaje de aves una actividad muy rendidora en la zona. También son recomendables las visitas al Cristo de la Esperanza y a la Compuerta de Las Lagunas.

Por otra parte, resultan muy atractivos los parajes y pueblos rurales pertenecientes al partido de San Miguel del Monte, entre los que se destacan Abbott, Francisco A. Berra y Zenón Videla Dorna. Son localidades que parecen detenidas en el tiempo y que mantienen todas las tradiciones gauchas, que ofrecen a los visitantes: fiestas criollas, danza, música, gastronomía y actividades ecuestres, entre otras.

El municipio propone también, bajo el concepto de Experiencias, una serie de actividades, tanto en la ciudad como en localidades rurales, que consiste en una serie de eventos de diferente tipo: degustaciones gastronómicas, danzas, música, video, destrezas, teatro, aplicaciones tecnológicas, etc.

El turismo religioso es otra alternativa de la ciudad y sus alrededores. Además del ya mencionado e histórico Templo Parroquial San Miguel Arcángel, inaugurado en 1867, se destacan la Capilla Santa Margarita de Cortona (en la localidad de Abbott, en un terreno donado por Margarita Cunnihan de Garrahan y con fondos recaudados en una colecta popular, inaugurada el 14 de diciembre de 1924); las Fiestas Patronales de San Miguel Arcángel (en septiembre, ya que el 29 de ese mes se celebra el día de los Tres Arcángeles –Miguel, Gabriel y Rafael–, se rinde tributo al patrono de la ciudad), y el Día de la Inmaculada Concepción (cada 8 de diciembre se realiza una importante peregrinación desde Abbott).