Parque Nacional Calilegua

Turismo

Intensa, calurosa y húmeda selva de montaña, esta joya escondida de Jujuy es la contracara perfecta de la Quebrada de Humahuaca.

 

Para los amantes de aquellos rincones escondidos pero no por eso menos maravillosos de la Argentina el Parque Nacional Calilegua de Jujuy es un lugar ideal para un próximo viaje. Y es que ahí nomás de los coloridos cerros de la célebre Quebrada de Humahuaca, la selva amazónica todavía tiene algo para mostrar: una vegetación exuberante, una gran cantidad de especies de aves exóticas (muchas aún no clasificadas) y un fenómeno particular llamado “nuboselva”.

Calilegua es parte del ecosistema Las Yungas, una región que se extiende desde Perú hasta Catamarca y que se caracteriza por tener bosques de montaña. En la parte nacional su biodiversidad es comparable a la de la selva misionera. Quien se aventure por los senderos del Parque quedará extasiado de naturaleza.

En sus más de 76 mil hectáreas, este Parque Nacional puede ser apreciado transitando la ruta provincial 83 que lo atraviesa o bien accediendo directamente a él para hacer alguno de los circuitos propuestos por los guías. Tiene tres ambientes bien diferenciados, conocidos como la selva pedemontana, la selva montana y el bosque montano, cada uno con su propia flora y fauna.

Entre la vegetación del lugar, el turista encontrará especies como el cebil colorado, la tipa blanca, el lapacho rosado, especialmente en la zona más baja. En la selva montana abunda el laurel, el ceibo, el cedro colla y el cebil blanco. Y en el bosque montano predominan los nogales, lapachos amarillos, pinos, alisos y saucos.

En cuanto a la fauna quienes más lo aprovecharán serán los fanáticos de las aves. Se han relevado aproximadamente unas 270 especies, pero se estima que hay otras 230 más. También hay mamíferos, aunque estos son más escurridizos. En Calilegua habita el famoso yaguareté y otros felinos como el yaguarundí, el ocelote, el gato del pajonal y el puma. También vive el tapir, el más grande de Las Yungas.

Para recorrer Calilegua hay nueve senderos con distinto grado de dificultad y duración. La mayoría de ellos atraviesan la selva pedemontana y parten de la seccional de guardaparques emplazada en el acceso. Los senderos Tatapuá y El Negrito son los de mayor dificultad y se recomienda que solo se realicen con guías habilitados. También hay una bicisenda conocida como El Tapir para quienes gusten de andar en bicicleta.

¿Cómo visitar Calilegua? Una opción es el camping Aguas Negras, dentro del Parque. Allí se puede acampar, pero el problema es el agua. Los baños carecen de agua caliente y la que hay no es potable. Tampoco hay proveeduría ni electricidad. Otra posibilidad es alojarse en el pueblo de Calilegua o en Libertador General San Martín. Ambas localidades pueden ser consideradas como la puerta de entrada a la reserva, aunque la segunda es bastante más grande y con mejor infraestructura turística.

Creado en 1979, el Parque Nacional Calilegua se propone como un gran atractivo turístico para aventureros que quieran internarse en una selva tan húmeda y calurosa como increíblemente bella.

Cómo llegar
Distante a unos 120 kilómetros de San Salvador de Jujuy, en auto se accede por la ruta nacional 34 y luego la provincial 83, a pocos metros del puente que sortea el río San Lorenzo. Desde la Terminal de Ómnibus de Libertador General San Martín parten colectivos a la mañana que pasan por Aguas Negras, como se conoce a la entrada del Parque.