Entrevista a Edgardo Form

Entrevistas

Poco antes de partir a Canadá, donde participó en una importante reunión cooperativa internacional, y luego de haber trabajado en los preparativos del acto que Nuevo Encuentro realizó el 4 de octubre en el estadio de Atlanta, Edgardo Form dialogó con Revista Cabal en una entrevista donde abordó la actual coyuntura del país. Sin negar que el proyecto nacional y popular enfrenta muy difíciles desafíos, se mostró no obstante optimista en las perspectivas que abre la pujanza de una fuerza que está en plena etapa de movilización y cuyos objetivos están profundamente comprometidos con un proceso de transformación social y ampliación inédita de derechos en la población. 

En una charla muy franca y enfocada con claridad en el análisis de la actual situación del país, el diputado porteño por Nuevo Encuentro, Edgardo Form se explayó ante nuestra revista sobre los distintos retos que hoy enfrenta el gobierno y la nación ante las duras  presiones externas e internas que, a través de distintos métodos, algunos de matiz nítidamente antidemocrático, tratan de hacer fracasar la gestión de Cristina Fernández de Kirchner e impulsar así una vuelta de página completa a la experiencia del proyecto político que dominó la última década de nuestra historia institucional. El diálogo con Form fue dos días antes del multitudinario acto que Nuevo Encuentro realizó el sábado 4 de octubre en el estadio de Atlanta, reunión que se sumó a otras concentraciones masivas que, en una misma línea de reivindicación del modelo kirchnerista, (La Cámpora en Argentinos Juniors, el Movimiento Evita en Ferro y las organizaciones del Frente Transversal, Kolina, Tupac Amaru y Miles en el Luna Park), demostraron que, en todo caso, cualquier intento de horadar ese proyecto no será para nada fácil para quienes sueñan con restaurar las orientaciones neoliberales que en el pasado no muy lejano, el 2001, produjeron consecuencias tan nefastas a la Argentina.


   Form es un experimentado luchador del cooperativismo –actualmente se desempeña como gerente general del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos y había sido presidente de Cooperar hasta algunos meses antes de su elección como diputado porteño- e ingresó a las listas de Nuevo Encuentro en representación del Partido Solidario. Asumió su cargo en diciembre de 2011 y concluirá su mandato en el mismo mes de 2015. Dijo que le gustaría, y está dentro de sus expectativas –como también lo está en las del diputado nacional también por Nuevo Encuentro y dirigente de origen cooperativo, Juan Carlos Junio- extender su mandato por otros cuatro años, porque dos períodos parecerían ser el tiempo razonable para que cualquier legislador aporte lo mejor posible en su labor parlamentaria, debido a que el primero, sobre todo en alguien que ingresa por primera vez a esos recintos, tiene, y esto con independencia de lo que haya realizado de bueno, mucho de aprendizaje.


El legislador porteño se mostró satisfecho con los resultados de su gestión y, entre los distintos proyectos que generó o en los que participó, mencionó con especial énfasis el que presentó de exención del impuesto a los ingresos brutos para las cooperativas en el ámbito de la ciudad de Buenos Aires y que, fruto de la negociación que es propia de la tarea legislativa, terminó por aprobarse para las cooperativas de trabajo y de vivienda. Lo cual significa un ahorro muy importante para estas entidades y una forma de fomentar su desarrollo. Por otro lado, y en parte gracias a su contribución, a fines de 2013 quedó constituido el capítulo porteño de la Red de Parlamentarios Cooperativistas, con diputados de diferentes bloques, como corresponde en general a todas las comisiones, y con el aval de esa red se hicieron varios actos de conmemoración del cooperativismo y se entregaron distinciones a distintas entidades de esa naturaleza. Dicho sea de paso, esta red es la tercera que se constituyó en el país: la primera fue a nivel nacional, la segunda en la legislatura de Santa Fe y la tercera en el Parlamento de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


     Respecto de la importancia de que haya en las legislaturas hombres del movimiento cooperativo, Form respondió: “Hay que pensar que la Constitución de Buenos Aires, que es una norma sancionada en 1996 y por lo tanto muy moderna, comienza en su primer artículo hablando de democracia participativa y en el artículo 48, refiriéndose entre otros aspectos del desarrollo económico de la ciudad, propone la promoción del cooperativismo, las mutuales y otras formas asociativas solidarias. Existe, en consecuencia, un mandato constitucional y debería haber un correlato que se refleje en las leyes y políticas públicas.
Form, ¿qué piensa respecto del apoyo obtenido por la Argentina en las Naciones Unidas respecto de su lucha contra los fondos buitres?
Esta votación con 124 votos positivos acompañando la posición argentina contra los fondos buitres es un respaldo muy significativo más allá de lo que ocurra incluso en el cortísimo plazo respecto de su instrumentación. Lo mismo fue muy trascendente la condena del Consejo de Derechos Humanos y su orden de realizar una investigación sobre el tema, que irá más allá del caso argentino. Este jueves 2 de octubre ya se había designado el grupo de trabajo formado por cinco de los dieciocho miembros de su Consejo Consultivo para realizar esa investigación. El mundo actual está caracterizado por una gran asimetría entre los países más desarrollados y los que aún están en la etapa previa al desarrollo pleno. Esa asimetría condena a la postergación a mil millones de seres humanos, que todos los días se acuestan con el estómago vacío. Lo reconoció la propia titular del Fondo Monetario, Christine Lagarde, al admitir, sorprendida o preocupada, el hecho de que 85 personas concentren una riqueza igual a la de 3.500 millones de habitantes en la Tierra a lo largo de un año. De modo que esa enorme desproporción justifica lo que en algún momento dijo el teólogo brasileño Leonardo Boff: que más que hablar de que otro mundo es posible habría que aludir a otro mundo es necesario.


¿Qué papel cumplen las cooperativas dentro de ese mundo necesario?
El cooperativismo o las propuestas de economía solidaria pueden cumplir un papel fundamental en la búsqueda de ese mundo necesario. Recordamos siempre que las Naciones Unidas y la Alianza Cooperativa Internacional establecieron el 2012 como el Año Internacional de las Cooperativas, con un lema que tiene plena vigencia: “Las empresas cooperativas ayudan a construir un mundo mejor”. Y nosotros estamos enrolados en esa búsqueda, no solamente en lo que se refiere al desarrollo empresarial de las cooperativas como parte de la economía solidaria, sino fundamentalmente en la batalla cultural. Porque, como dijo el líder brasileño Lula en el Foro Social de 2002: “Otro mundo es posible si la gente quisiera”. Cosa que recordó precisamente Floreal Gorini cuando inauguró en 2002 el Centro Cultural de la Cooperación que lleva su nombre. Si la gente no quiere, no sabe, no comprende o comparte nuestras ideas es imposible. Entonces la batalla cultural, justamente, consiste en producir cambios profundos en la mirada sobre la realidad, en las conductas de la gente, en instalar los valores éticos y solidarios para que la organización social y popular impulse y logre concretar las transformaciones necesarias.


La Argentina ha realizado un esfuerzo en ese sentido, pero hay fuerzas muy poderosas que intentan cortar ese camino.
Así es, por eso este momento que atraviesa la Argentina podría definirse como fascinante, pero se realiza en medio de desafíos gigantescos y grandes asechanzas. Y las asechanzas tienen que ver con que los sectores tradicionales del privilegio, los grupos concentrados de adentro y de afuera ven con preocupación todo lo que se relacione con la consagración de nuevos derechos y con una cuestión clave que es la distribución equitativa de la riqueza. Hace poco, en algunas charlas que dábamos sobre el tema de los fondos buitres como parte de nuestra labor como diputados o militantes políticos, decíamos que allá por el Cabildo Abierto del 22 de Mayo de 1810 había quienes querían seguir siendo súbditos de la Corona de su Majestad Fernando VII. Pasaron 204 años y Fernando VII ya no está, pero ahora hay muchos que quieren ser súbditos de los grandes grupos económicos concentrados y ser complacientes con las decisiones arbitrarias de un juez como Thomas Griesa que, evidentemente, refleja y responde a los intereses de estos grupos especulativos y además tienen el aval de la Corte Suprema de los Estados Unidos y del Estado norteamericano, porque frente a la demanda argentina en la Corte Internacional de la Haya y en la votación en las Naciones Unidas, Estados Unidos votó en contra. No es un juez de distrito de Nueva York que, por su avanzada edad estaría cometiendo gruesos errores, hay toda una orientación estratégica, es el Imperio.


Es evidente y lo de la votación de las Naciones Unidas lo deja totalmente en claro, que el Estado norteamericano actúa en esto de total acuerdo.
En estas circunstancias, nosotros respaldamos plenamente lo que representa la presidenta de la Nación, su enfoque, y saludamos y felicitamos por el excelente discurso que dio en la reciente asamblea de las Naciones Unidas, por esa precisión y calidad de lenguaje a la que nos tienen acostumbrados, pero también por el formidable coraje que demostró porque hay que ponerse en ese lugar, el máximo foro de todos los mandatarios del mundo, y decir lo que dijo. Cuando señaló lo del doble estándar, cómo los Estados Unidos juzgaron críticamente a la Argentina al formalizar un acuerdo con Irán para juzgar a fondo el atentado criminal a la AMIA –porque Irán estaba entre los ejes del mal- y cómo ahora Estados Unidos negocia con las autoridades de Irán por cuestiones que tienen que ver con temas de Medio oriente. Por eso, estamos en un momento en que exige tomar posiciones muy firmes y claras. Acá las fuerzas de tarea de los buitres  publican solicitadas permanentes con el beneplácito de los medios hegemónicos y de comunicadores que, por interés económico o afinidad cultural o ideológica, se pliegan a ese ataque sistemático. Y presentan las cosas como si estuviéramos en riesgo de caernos en el abismo, cuando, en realidad, la caída al abismo se produciría si reeditáramos las viejas políticas del neoliberalismo, si nos diéramos otra sobredosis neoliberal como la definió Hugo Chávez, sobredosis que sufrimos y que terminó con la debacle del 2001. Hay un esfuerzo gigantesco con distintas políticas públicas para no volver a caer en ese momento dramático de acumulación de la riqueza y de exclusión social, sino preservar al mercado interno.


¿Qué significa esta preservación?
Lo primero es sostener en forma firme las fuentes de trabajo y lograr que, en todo caso, la situación mundial de recesión o cuasi recesión no termine castigando a los hogares argentinos. Existe una permanente iniciativa política por parte del gobierno con los planes Procrear, Progresar, la Asignación Universal por Hijos y otros que está dirigida a generar recursos que, en definitiva, logren que haya sectores con capacidad de consumo, con posibilidades suficientes para atender los requerimientos cotidianos. Y hay también medidas para seguir avanzando sobre todo la actividad de las pequeñas y medianas empresas, que son las que, en lo fundamental, producen para el mercado interno.


¿Cuál ha sido el propósito del acto de Nuevo Encuentro?
No es solo una demostración de fuerza, de capacidad de convocatoria, sino un acto destinado a expresar el compromiso de nuestro conglomerado con este proceso nacional y democrático iniciado en 2003 por Néstor Kirchner y continuado por Cristina de Kirchnner. Su consigna al respecto es clara: “Bancamos el proyecto nacional y estamos con Cristina. Cristina es presente y es futuro”. Por supuesto, Nuevo Encuentro es parte integrante e inseparable de lo que es el universo kirchnerista. Nosotros recogemos, sostenemos y afirmamos las banderas esenciales que definen a este fenómeno político que tiene que ver con el esfuerzo y la política de integración de América Latina y el Caribe, el mantenimiento, desarrollo y consolidación del mercado interno, la distribución de la riqueza con equidad, la democratización de la palabra –por algo se impulsó y se logró la sanción de la ley de servicios de comunicación audiovisual- y la de avanzar, desde luego, en lo que significa la transformación de la matriz productiva de nuestro país que, sin perjuicio de la riqueza que produce el agro, nos permita un desarrollo industrial amplio, diversificado, con más valor agregado para exportar. Es decir, impulsar un desarrollo pleno y armónico de todas nuestras potencialidades, que muestre a nuestro país frente al mundo con un proyecto propio e integrado con los países hermanos de América Latina, el Caribe y del mundo en general.


¿Y qué opinan de las posibles candidaturas?
Nosotros consideramos que en esta etapa más que hablar de candidaturas hay que afirmar justamente los fundamentos programáticos y la organización política, porque fuera cual fuese el resultado de la contienda electoral del 2015, si bien aspiramos a darle continuidad a este proyecto a través de quien sea candidato o candidata para esta alternancia, en el caso de que el resultado fuera adverso o no fuera satisfactorio ante la posibilidad de que asuman referentes de las corrientes contrarias a este proyecto, los miembros de las organizaciones políticas del kircherismo, unidos y organizados en todo el país y con inserción territorial y social en todas las organizaciones populares, sabremos dar batalla para poner freno a los intentos destinados a restaurar los paradigmas neoliberales y, al mismo tiempo, para seguir luchando en esta batalla cultural y organizativa cuyo objetivo es darle permanencia a estas transformaciones profundas que, prácticamente, no tienen antecedente en la historia argentina.


¿Esto significaría que no hay fin de ciclo?
Bueno, contrariamente a lo que se afirma como expresión de deseos en ciertos sectores hegemónicos, los actos de Cámpora en Argentinos Junios y los demás que se han hecho, incluido el de Atlanta del 4 de octubre, prueban que no solo existen importantes reservas y no hay fin de ciclo, sino que se observa una gran perspectiva de continuidad, de lucha y de construcción de nuevos espacios en este universo transformador. Y el otro dato muy importante: esta realidad está apoyada, a pesar de que falta apenas algo más de un año para concluir el mandato de la presidenta, con una actividad de gestión dinámica y pujante que, prácticamente, no hay día que no genere una nueva medida política.

                                                                                                     A.C.