Logia cervecera



Gourmet

No se trata de una asociación secreta, sino de un conjunto de amantes de la cerveza que se congregan para develar los secretos de lo que definen como “sagrado elixir de los dioses”. Se dan cita en el blog www.logiacervecera.com, un sitio que recibe un promedio de 10.000 visitantes únicos por mes y de más 30.000 páginas vistas mensuales y que tiene un hermano menor en Facebook (www.facebook.com/LogiaCervecera), con más de 4.000 fans.
La Logia arrancó informalmente en 1999, en un viaje de amigos a la Fiesta Nacional de la Cerveza, el Oktoberfest criollo que se celebra cada octubre en Villa General Belgrano, Córdoba. Y se formalizó en 2007 con la puesta online del blog, donde rápidamente aclaran que “los que componemos la Logia Cervecera no somos catadores profesionales ni nada parecido. Opinamos como lo hace un consumidor basándonos en nuestras experiencias”. En el blog se publican notas sobre el tema en cuestión, una Guía de Bares y Restaurantes Cerveceros y el corazón del sitio, que son las críticas a centenares de cervezas de todo tipo y color, industriales y artesanales y de todo el mundo.
Quienes conforman la Logia Cervecera son, seudónimos mediante, Peter Dark, Cíclope, Monje Negro, Chino que Chifla, Olaf, Pequinés, El Oso y el relacionista público Galápagos, que es quien responde a las consultas de Revista Cabal.


 -¿Hay mucha gente en la Argentina que sepa realmente de cerveza?
-Es difícil poder hacer una afirmación porque no se cuenta con muchos datos. Lo que podemos afirmar es que el consumo de cerveza en la Argentina viene aumentando año tras año. Tenemos los siguientes datos al año 2011: se fabrican en el país 1.720 millones de litros de cerveza industrial; 0.2% del mercado corresponde a las cervezas artesanales (3,6 millones); en los últimos 4 años el consumo de cerveza industrial aumentó un 23% mientras que el de la cerveza artesanal se duplicó. A través del lanzamiento de nuevos estilos por parte de las grandes cervecerías industriales y el auge de las artesanales, hicieron que un considerable número de personas empiece a darse cuenta de que la cerveza no era sólo la rubia o la negra. Ahora la gente empieza a incorporar otros términos como Stout, Porter, Pilsner, Scotch Ale, etc. Se puede hacer un paralelo con lo que ocurrió con el vino en el país hace unos 20 años. Antes era el tinto o el blanco de mesa y no había mucha más opción. Ahora mucha gente sabe lo que es un Malbec, un Syrah, un Cabernet, etc. Con la cerveza está ocurriendo lo mismo, y eso hace que cada vez más gente tenga un mayor conocimiento del tema.

-Se habla últimamente de maridajes de la cerveza, como con el vino. ¿Existe tal cosa?
-La cerveza es una bebida muy versátil que puede maridar bien con todo tipo de platos. Acá es importante aclarar al consumidor que la cerveza es mucho más que la Lager rubia que por años fue casi la única opción. Las cervezas se dividen en dos grandes familias: Ales y Lagers. Mientras que las últimas son las más conocidas por la gente, las primeras son las cervezas más antiguas y las más tomadas en los países de gran tradición cervecera como Gran Bretaña y Bélgica. Las hay rubias, rojas, negras, de trigo, con agregados (naranja, cardamomo, pimienta, miel, etc.). Las hay de bajo contenido alcohólico y las de tanto alcohol como un vino (12°) o aun más (la cerveza más alcohólica se fabrica en los Estados Unidos y tiene 24° de alcohol). Teniendo en cuenta todas estas variedades, es un hecho que se puede maridar con cualquier comida. Hay cervezas ideales para postres, como las Porters y Stouts que son cervezas negras fuertes y que van perfectas con tortas. Lo mismo con las de alto contenido alcohólico como las Barley Wine, las belgas de estilo abadía (Tripel, Dubel, Quadrupel). Las cervezas rojas que dan sabores frutados del estilo frutos rojos van muy bien con carnes y quesos. Las cervezas rubias livianas acompañan perfecto comidas picantes donde se necesita algo más refrescante y liviano. Las de trigo son aperitivos perfectos, con sus notas a banana y clavo de olor, ideales para el verano y las picadas. Las de miel que son dulces pero también con un tenor alcohólico un poco alto (6° a 8°) son excelentes para postres y son generalmente las favoritas de las mujeres. Hay cervezas bien amargas como las IPA (India Pale Ale) que acompañan perfectamente comidas bien condimentadas como guisos, currys o carnes asadas. También quedan muy bien con quesos fuertes. Pero todo depende del gusto del consumidor. El gran Gato Dumas decía que el mejor maridaje era el que le gustaba a uno y que había que demoler el mito del vino tinto con carnes y el blanco con pescados. Con la cerveza, en mi opinión, pasa lo mismo.

-¿Hay rivalidad entre amantes de la cerveza y del vino?
-A la mayoría de los amantes de la buena cerveza le gustan las bebidas y comidas de buena calidad. El vino argentino ya está entre los mejores del mundo y sería poco inteligente dejar de lado el placer de disfrutarlo por plantearlo como un contrincante de la cerveza. Lo que sí crea un poco de cortocircuito en el ambiente cervecero es el status del vino; el hecho de que sea considerado para las grandes ocasiones, para los buenos maridajes, mientras que la cerveza se la suele ver como una bebida de menor calidad. Pero esto no es culpa de la industria del vino, todo lo contrario. Fue la misma industria cervecera la que apuntó a marcar esta bebida como de consumo para las masas, que se toma helada y en cualquier lado. Y es difícil luchar contra eso cuando estas empresas cuentan con semejante poderío de marketing que siguen metiendo en la cabeza de la gente esta idea errónea que va en detrimento de las cervezas de calidad.

-¿Hacen catas a ciegas? ¿Cómo son los resultados?
-Hicimos dos catas a ciegas dentro de los que componemos la Logia Cervecera con la idea de encontrar la mejor rubia y la mejor negra industrial argentina. Queríamos hacer el experimento de abstraernos totalmente de los prejuicios que podríamos tener ante una u otra marca. En las rubias no tuvimos demasiada sorpresa. La mejor, lejos, por su sabor y cuerpo fue Warsteiner, seguida de Heineken e Isenbeck cerrando el podio. Estas tres cervezas se destacaron fácilmente por sobre las otras disponibles en ese entonces (ahora queremos volver a repetir porque han aparecido nuevas marcas como Miller y Amstel, la Quilmes 1890 y la Quilmes Night). Pero en la cata de las negras la sorpresa fue mayúscula ya que fue la Quilmes Bock la ganadora. También queremos volver a hacerlo ya que sólo había cuatro opciones en ese momento y ahora hay varias más. Y digo sorpresa porque Quilmes no es una marca muy apreciada por los cerveceros artesanales, sin embargo es bueno reconocer cuando tienen un buen producto.

-¿Son de buena calidad los insumos nacionales como para hacer cervezas de excelencia?
-El crecimiento de los cerveceros artesanales fue inmenso en los últimos años (hoy ya hay alrededor de 100 microcervecerías y más de 500 cerveceros caseros) y esto trajo como consecuencia que se generen industrias nacionales de buena calidad. Hoy por hoy hay malterías nacionales que producen una gran variedad de maltas y que permiten replicar casi cualquier estilo de cerveza del mundo. La industria del lúpulo también creció y ofrecen más alternativas.
Pero si bien el camino recorrido es bueno, aún estamos muy lejos de tener materias primas de excelencia como los mercados mucho más desarrollados en esta industria como Estados Unidos o los países cerveceros europeos (Alemania, Bélgica, Gran Bretaña, Holanda y República Checa).

-¿En la Argentina la cerveza se toma demasiado fría? ¿Qué opinan del vaso enfriado?
-Primero hay que explicar que no todas las cervezas se toman a la misma temperatura (nuevamente un gran paralelo con el vino). Las cervezas que se suelen tomar bien frías son las Lager rubias, que son la mayoría de las industriales que podemos encontrar. Sin embargo cuando decimos "bien fría" nos referimos a un rango de 4° a 5°C y no a casi el punto de congelamiento. Cualquier bebida que se tome a 1° o 2°C produce un efecto de anestesia sobre las papilas gustativas con la consecuencia de que una vez tomado el primer sorbo, a todo el resto no se le sienta el gusto. La industria cervecera apeló a esto para evitar justamente que su producto se saboree demasiado, ya que si se calienta un poco empiezan a aflorar los aromas y sabores y en su mayoría no son agradables. La gente compró esta idea a través de las publicidades y así fue que se generó toda una cultura de tomar la cerveza bien helada. Si toman una cerveza del tipo Ale, que son las de estilo inglés o belga, verán que en muchas botellas recomiendan hacerlo entre un rango que puede ir de 6° a 12°C (dependiendo del estilo). Acá, para la mayoría de la gente suena aberrante, pero a medida que van probando estas cervezas y se dan cuenta de que su mejor sabor se da en estas temperaturas, entienden que la idea de tomarla helada no era la adecuada. Es una cuestión de hábito y no todos están dispuestos a aceptarlo. Nuevamente volviendo al vino, es como los que compran botellas de alta gama y le siguen poniendo soda o hielo para enfriarlo. El vaso enfriado es más de lo mismo, aunque si estamos en un lugar donde hay 30°C, puede ser útil para que la cerveza no se nos vaya de temperatura demasiado rápido.

-¿La "red social cervecera" sigue offline, cervecita mediante, o el contacto es mayormente vía Web? 
-Sin duda que la "red social cervecera" es cerveza mediante. Si hay un título que la cerveza tiene bien ganada es la de ser una gran compañera social y en nuestro caso nos permitió conocer infinidad de personas, muchas de las cuales se han convertido en muy buenos amigos. La Web es muy útil para poder llegar a mucha gente y poder dar a conocer todo este tipo de conocimiento que hemos adquirido a través de estos años, así como también nuestras críticas a las cervezas, que es lo que más divierte a nuestros visitantes. Esperamos poder contar con más y más lectores y por qué no que más de uno se convierta en un nuevo amigo unido por la cerveza. ¡Salud!