Entrevista a Julián López

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Tras el éxito de Una muchacha muy bella el escritor deslumbra con La ilusión de los mamíferos, su nuevo libro que cuenta una historia de amor entre dos hombres porteños. 

“Me parece que está bien que los libros lleven tiempo”, reflexiona Julián López, el escritor que en 2013 brilló con su primera novela (Una muchacha muy bella, Eterna Cadencia) para lanzar cinco años más tarde La ilusión de los mamíferos, editada esta vez por Random House.

Por la presión de verse obligado a parir otro libro tan bueno como el primero, por encontrarse “trabado” con la escritura o por ser esta una tarea demasiado ardua, López se vio tentado, incluso, de no volver a escribir. Pero un buen día las imágenes comenzaron a aparecer, las ideas a tomar forma y la pluma (o más bien los dedos sobre el teclado) a fluir otra vez. Y así se gestó esta nueva obra cuyo propio autor describe como “una novela de duelo”. 

La historia es la de dos varones que domingo tras domingo se encuentran en un pequeño departamento. Ahí se asoman al balcón frente al que se despliega un majestuoso horizonte de árboles y edificios de una Buenos Aires pobre y necia que grita su ruina. Los días de semana, inevitablemente, los separan. Pero los domingos llega otra vez la entrega y la celebración en unas jornadas en las que se extienden las sombras de las que está hecho el amor. 

Una novela delicada y a la vez intensa en la que los personajes se mueven en viaje hacia el corazón de los otros. No por nada dijo María Moreno: “Una prosa finísima y una morosidad de detalles propia de la letanía, pero también del poeta”. Un libro sin clichés y sin corset, una historia que avanza con el sugestivo ritmo de la melancolía y los recuerdos para identificar al lector -sea hétero, o gay, o lo que quiera- con ese agridulce y siempre reconocible sabor del fin del amor.