Color, calidad y diseño para chicos

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Zuppa y Juguetes Clap son dos casos representativos de empresas que surgieron como micro emprendimientos y crecieron al calor del desarrollo de la economía de los últimos años. Hoy, disfrutan de un presente prolífico y se proyectan con entusiasmo al futuro. Comparten el hecho de haber sido creadas hace una década, en ambos casos por mujeres y de producir productos destinados a los niños. Apuestan a la originalidad, el color, la calidad y el diseño. El componente lúdico está en el corazón de ambas propuestas.

Inspiradas por la llegada de los bebés de la familia, allá por el 2002, Nélida Serra, Anabella Tisser y Ana Masllorens –madre, hija y nuera– se decidieron a fundar Zuppa, una marca de ropa de diseño para chicos. Mientras el país ardía, después de la brutal crisis política y económica que azotó a la Argentina en el 2001,ellas se concentraron en dar forma a un proyecto, y en hacerlo con esmero. Se jugaron. Empezaron de a poco, pasito a paso. Cada prenda terminada era un motivo de orgullo, para ellas. La respuesta del público no se hizo esperar, y les fue dando confianza. Entonces ocupaban un espacio de veinte metros cuadrados, hoy las oficinas y el depósito de la empresa suman seiscientos metros cuadrados. "Nos mudamos por sexta vez, en estos días, siempre por razones de espacio. Ese es un dato gráfico de lo bien que nos ha ido", define Anabella Tisser a Cabal Digital.
Zuppa acaba de lanzar, además, una línea para el hogar de decoración –almohadones, mantas, etc- que se comercializan en los locales de ropa, y apuesta a crecer en el terreno de la venta online. Hoy el contexto es otro y las perspectivas de crecimiento cada vez más alentadoras. Aunque ellas subrayan que "hay que estar en el diseño, la producción, hacer un seguimiento permanente de todo lo que se va haciendo".

Una de las premisas que orienta a la empresa es hacer del color y el diseño motivos de inspiración permanente.  Las telas son exclusivas de la marca, industria nacional. Tienen, además, un grupo de mujeres que bordan y cosen detalles únicos. Llegaron a exportar a Europa, Centroamérica, China y Brasil, y hoy se focalizan en el mercado interno: comercializan sus prendas en más de cien locales multimarca de todo el país, tienen franquicias en distintos lugares de la Argentina.
Una de las claves del éxito, coinciden las dueñas es que, a pesar de que la marca hoy comercializa a  gran escala, mantienen el espíritu artesanal y la misma motivación del comienzo: “A pesar del crecimiento seguimos poniendo la misma dedicación y amor que por las primeras prendas”, explican. “Siempre estamos pensando en darle un plus a la ropa, que no sea sólo un lindo diseño, sino que tenga algún elemento didáctico o promueva el juego y la diversión, que se salga del molde, que sea original. Y privilegiamos el componente artesanal, para nosotros es básico”, explica Tisser.

 

Juguetes Clap también nació en el 2002, de la mano de Claudia Rofman, arquitecta, y Ruth Soifer, Lic. en Ciencias de la Educación, con el objetivo de diseñar y producir juegos y juguetes en distintos materiales. A partir de ese objetivo inicial nació una línea de juguetes que desafía a cada chico a proponer un modo de juego, pero deja abierta la posibilidad de encontrar otras maneras de jugarlo, adaptándose no sólo a cada edad sino también a la creatividad de cada niño.

Con un catálogo de 40 juguetes en distintas presentaciones, la marca llegó a estar en 700 jugueterías de Capital, Gran Buenos Aires e interior del país; y está exportando a Uruguay, Chile, Bolivia, Panamá, Venezuela y Sudáfrica.

 

“Necesitábamos hacer algo que nos gustara, nos diera placer y a su vez que nos permitiera tener nuestra propia herramienta de trabajo, así nace CLAP en plena crisis post 2001, con un solo juguete y prácticamente cero peso de inversión inicial. Salimos a probar”, cuentan ellas a Cabal Digital. “De ahí en más solo fue seguir trabajando, reinvirtiendo y creciendo.”

A la hora de definir el espíritu de la marca, coinciden en señalar que “la idea es que los chicos puedan jugar sin seguir un modelo cerrado. Todos los juguetes mantienen el mismo objetivo: no son productos que ofrecen una única posibilidad de juego, sino que ofrecen una variedad de posibilidades que cada chico puede descubrir en la interacción con el objeto que se le presenta. Esto lo conseguimos generando un diseño y un control de la producción ajustados para los más pequeños".

El contexto socioeconómico de los últimos años, piensan, colaboró con el crecimiento de la empresa. “Nuestro crecimiento fue muy importante de un año a otro y es evidente que la situación nacional ha ayudado en gran medida para que esto fuera así. Con diez años de historia podemos decir que, aunque trabajamos mucho, nuestro desarrollo está ligado al crecimiento de todo el país."

Tisser por su parte, explica que el importante crecimiento que durante los últimos años experimentó el sector textil tiene relación directa con una política de protección de la industria nacional que impulsa el gobierno, y que resguarda a marcas como la suya de las importaciones, entre otras medidas. 

El éxito de Clap, como el de Zuppa, no fue consecuencia de la magia ni de la casualidad, sino del esfuerzo compartido y el deseo de que el proyecto creciera. “Empezamos hace 10 años en el living de nuestras casas, con una inversión de 100 pesos, y siempre reinvertimos lo ganado. Pasamos un tiempo sin hacer retiros de dinero y así pudimos dar a la empresa el “aire” que necesitaba para crecer”, cuentan las dueñas de Clap. “Hoy tenemos empleados que se dedican a la producción y armado de los juguetes, y nosotras estamos abocadas al diseño, gerenciamiento de la producción y ventas de nuestros productos. Participamos anualmente de Ferias del sector, hacemos publicidad en medios gráficos y así nos vamos haciendo conocer. Nuestra mejor publicidad, de todos modos, es la calidad de nuestros productos y la atención personalizada que tenemos con todos nuestros clientes. Los cuidamos y ‘mimamos’ mucho, ofreciéndoles nuestro asesoramiento permanente, ofertas o promociones convenientes y siempre que podemos, los llenamos de regalitos”.

Clap ofrece sus productos en locales de todo el país, y también ha exportado a países de Latinoamérica y a Sudáfrica. Sus responsables sueñan con seguir creciendo, incorporar nuevos juguetes al catálogo -suman nuevos productos cada año- y seguir comercializando en el país y el extranjero.

 

Contacto:

www.zuppachicos.com.ar
www.juguetesclap.com.ar