Cooperativa El Ceibo, reciclaje para la inclusión

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La Cooperativa El Ceibo está integrada por ex cartoneros, que hoy son recuperadores ambientales. Juntos trabajan en la recolección, clasificación y venta de residuos –alrededor de 6 mil kilos semanales de basura-. Las ganancias se reparten entre los trabajadores.

Todas las mañanas, decenas de “recuperadores” de basura nucleados en la cooperativa El Ceibo salen a la calle y recogen, puerta a puerta, los desechos de los vecinos de Palermo. Hay quienes los llaman los "cirujas vip"; ellos, lejos de ofenderse, lo repiten con orgullo: a través del armado de esta cooperativa autogestionada, lograron conformar una empresa organizada que les provee la posibilidad de un trabajo digno y con la que además promueven el cuidado del medio ambiente. Venden plástico, vidrio, cobre, hojalata y material electrónico, y aseguran sentirse orgullosos de lo que consiguieron con esfuerzo.
La mayor parte de los integrantes de la cooperativa El Ceibo empezaron como "cartoneros"; saben lo que es recorrer las calles con un precario carro a ruedas buscando papeles y cajas que pudieran dejarles algunas monedas; conocen la indefensión y la miseria. Sin embargo, lograron unirse y crearon esta organización que recupera la basura y promueve entre los vecinos la separación de los materiales reciclables. El Ceibo es la más antigua de las cooperativas de cartoneros que trabajan en la ciudad. Tiene su sede en el barrio de Palermo. “Somos una cooperativa de trabajo conformada por alrededor de 100 familias.”, explican ellos. “Éramos cirujas, nos hicimos especialistas en separación de residuos, y unimos nuestras fuerzas para darle vida a este proyecto social y ambiental. Defendemos el valor del empleo digno y el reciclaje”.

Surgida en el año 1989, la cooperativa nació de la necesidad de un grupo de personas que soñaron con compartir su trabajo y poder dividir las ganancias que recibían de la recolección de residuos. Además, imaginaron la posibilidad de educar a los vecinos, en materia de organización de residuos y, con el tiempo, concretaron ese objetivo. “Junto con Greenpeace Argentina nos hemos propuesto demostrar que los vecinos de Buenos Aries están dispuestos a colaborar para solucionar el actual problema de la basura", promueven desde la organización. Cada vez son más los que se suman a este proyecto, que crece año a año: “Desde el día que nos juntamos  empezamos a recuperar materiales reciclables, y hoy nos enorgullece que los vecinos reconozcan el trabajo que hacemos, y sean conscientes de la importancia de separar los materiales”, explican.
Inspirados por iniciativas similares que se concretaron fuera de Argentina, los ideólogos de esta iniciativa importaron un modelo de gestión que apuesta al cambio de hábito. Lograron plasmar la idea en un programa organizado de actividades, y en la actualidad son alrededor de 80 personas las que trabajan solamente en la sede palermitana. Desde allí, los promotores ambientales salen a hacer las visitas diarias y proveen a los vecinos de instrucciones precisas para poder discriminar y descartar los residuos: papel, plástico, vidrio y cartón. Después, otros de sus compañeros organizan el material en un galpón destinado a ese fin y proceden a la venta. Así, recuperan alrededor de  6 mil kilos semanales de residuos, que venden. Las ganancias se reparten entre todos los que participaron del proceso.
 

“Gracias a la ayuda de los vecinos de Palermo, hoy ya no tenemos que revolver las bolsas de basura en la calle”, argumentan. “Ellos son quienes muchas veces separan los residuos reciclables en sus hogares o trabajos, y nosotros los retiramos. Los llevamos al local de la calle Paraguay 4742, y luego en el galpón que funciona como centro de acopio en el barrio de Retiro. Allí recuperamos los materiales y los vendemos a empresas que los utilizan para fabricar diferentes productos, en lugar de recurrir a materia prima virgen. Realizamos así una labor ambiental vital. Fomentamos el reciclaje de forma directa, así como el ahorro de energía y recursos no renovables. En muchos países del mundo, esta tarea es llevada a cabo por grandes empresas que le cobran importantísimas sumas de dinero al Estado. Nosotros solventamos nuestros gastos, seguimos creciendo día a día, y anhelamos que esta experiencia pueda ser imitada y mejorada”.
El Ceibo trabaja ya con el 30 por ciento de los hogares de Palermo. Para los ex cartoneros, sin embargo, uno de los mayores logros es estar trabajando en un grupo organizado, que cumple horarios y roles definidos, y cobrar un sueldo por eso. Aseguran que aprendieron el valor de asumir una responsabilidad social, y eso les depara satisfacción y recompensas.

 

El Ceibo trabaja entre las calles Julián Álvarez, Santa Fe, Godoy Cruz y Córdoba, y tiene su sede en Paraguay 4742. Para inscribirse en el proyecto hay que llamar al 4000-5580 Contacto:  elceiborsu@arnet.com.ar, elceiborsu@gmail.com Coordinadora: Cristina Lescano