Cuando calienta el sol

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Las cocinas solares son un sencillo método de cocción de alimentos con bajísimo costo y contaminación cero. El auge de un sistema que cobra fuerza en un mundo agobiado por la alarmante realidad ambiental y energética.

 

"Utilizar una cocina solar implica, desde su elección, una actitud positiva y responsable respecto al medio ambiente. Es tener conciencia del uso abusivo de recursos no renovables y de todas las emanaciones dañinas que generan todos los modos de producción de calor existentes, incluso la quema de madera y carbón. La cocción solar también propone otro enfoque de la vida, más en armonía con la naturaleza y los ritmos vitales". La licenciada Claudia Vinograsky explica de este modo las razones que han decidido a miles de personas en todo el mundo a optar en los últimos años por las cocinas solares, un sencillo método de cocción de alimentos, secado de granos y potabilización de agua, de bajísimo costo y que evita, además, la contaminación ambiental. Esto porque no requieren de gas, combustible, electricidad, ni leña y por lo tanto no irradian humo ni dióxido de carbono. Vinograsky lidera el Proyecto Fértil, en Salsipuedes, Córdoba, por el que un grupo de familias fue asistido para crear sus propias huertas orgánicas para autoconsumo y cocinas solares, una en cada hogar, en el marco de un plan que generó un importante cambio positivo en la calidad de vida de los participantes.

 

Si se tiene en cuenta, que según la Organización Mundial de la Salud el 10% de las muertes se debe, en 23 países, a la contaminación del agua y los alimentos que se ingieren y a la contaminación del aire debido al uso de combustibles sólidos para cocinar, se comprende que se trata, no sólo de una muy buena idea, sino además de una  posible herramienta, en numerosos contextos, de supervivencia.

 

Millones de personas en zonas deforestadas del mundo ven también limitado su acceso a las fuentes de energía eléctrica y a la leña y este sistema le permite cocinar con un artefacto sencillo, cuya fabricación, artesanal o industrial, es de muy bajo costo. "Las cocinas solares generan calor y posibilitan la cocción de alimentos siempre y cuando los rayos solares lleguen a destino", define Vinograsky a Cabal Digital. "Es decir, no almacenan el calor y no funcionan si está muy nublado o llueve. Hay una increíble variedad de modelos de cocinas eficientes, incluso de cartón y papel aluminio, lo importante es que por su forma sean capaces de concentrar en un punto central el calor que irradian. Obviamente, la cocción solar es una de las formas más ecológicas y económicas".

Este sistema se traduce en la posibilidad concreta de mejorar la vida de millones de personas sumidas en la pobreza y salvar la vida de otros tantos, a partir de una fuente inagotable de energía, y de fácil obtención, como es el sol. La energía solar, que proporciona el sol a través de sus radiaciones y que se difunde directamente o de modo difuso en la atmósfera, puede proveer electricidad y calor. Y según los investigadores especializados es el único recurso garantizado por los próximos 6.000 millones de años.

 

Los beneficios evidentes de la cocina solar cobran fuerza en un mundo agobiado por una alarmante realidad ambiental y energética, que obliga a pensar en alternativas creativas y eficaces para hacer frente a la escasez de recursos y la contaminación del planeta. En ese marco, la energía solar, de la que todos de una forma u otra disponen, aparece como una posibilidad al alcance de todos.

 

Existen dos sistemas básicos que rigen el diseño y la construcción del las cocinas solares: 1) de acumulación 2) de concentración, mediante una parábola metálica, que refracta los rayos del sol y los concentra en un punto determinado, donde se ubicará, por caso, una pava o un recipiente. Este segundo sistema alcanza temperaturas mayores respecto a las cocinas de acumulación, lo que permite no solo hervir y cocer al vapor, sino además freír y asar. Hace falta un conocimiento básico de los principios básicos de la energía solar y  algunos materiales simples -cartón, el papel de aluminio, espejos- para construir una cocina solar eficaz. Es por eso que en los países y poblaciones más desfavorecidos económicamente se implementan programas de enseñanza y divulgación acerca de estos sistemas y fuentes alternativas de energía.

 

El caso de Proyecto Fértil es representativo de muchos otros que se implementaron tanto en el interior del país como en el resto del mundo: África, Asia, América Latina o Haití donde, tras el terremoto que devastó a la isla en el 2010, se creó la ONG World Central Kitchen, cuya primera misión fue Solar for Hope, volcada en el impulso de las cocinas solares.

La Organización Solar Cookers World Network nuclea organizaciones no gubernamentales y personas activamente comprometidas en la promoción de la cocina solar en cincuenta países. El sitio (solarcooking.wikia.com) permite a los miembros de la red y otros individuos interesados ​​compartir información y colaborar en proyectos e investigaciones.

 

Ventajas del uso de cocinas solares para el cuidado del medio ambiente:

* No son contaminantes: no requieren gas, electricidad ni combustible ni irradian humo o gases de combustión.

* Su fuente de energía -el sol- es gratuita e inagotable.

* Contribuyen a la lucha contra la deforestación al reducir el consumo de leña (una cocina solar salva alrededor de 100 árboles en 15 años).