Día Internacional de las Cooperativas



Actualidad

El Día Internacional de las Cooperativas se celebra el primer sábado de julio de cada año. Su objetivo es aumentar el nivel de concientización sobre la actividad de las cooperativas y difundir masivamente los logros del movimiento y los ideales de la solidaridad internacional, la eficiencia económica, la igualdad y la paz mundial. El Día Internacional también tiene como objetivo fortalecer y ampliar las asociaciones entre la cooperación internacional, el movimiento cooperativo y otros actores, incluidos los gobiernos, a nivel local, nacional e internacional

La ACI (Alianza Cooperativa Internacional) celebró por primera vez el Día Internacional en el año 1923. En 1994, gracias a los esfuerzos de negociación realizados a través del Comité para la Promoción de las Cooperativas (COPAC) del que ACI es miembro, las Naciones Unidas reconocieron y reafirmaron que las cooperativas tienen un papel importante que desempeñar en la vida económica, social y en el desarrollo cultural y proclamó un Día Internacional de las Cooperativas, que se celebró por primera vez en 1995, año del centenario de la creación de la ACI. La ONU convocó a todos sus gobiernos miembros a unirse con sus movimientos cooperativos para celebrar conjuntamente ese día. La decisión de la ONU de celebrar un día internacional de la ACI pone de relieve la complementariedad de las metas y objetivos de las Naciones Unidas, la cooperación internacional y el movimiento cooperativo.

 

Mensaje de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI) por el 90° Día Internacional de las Cooperativas

El Día Internacional del Cooperativismo de la ACI es un día de singular importancia este 2012, consagrado por Naciones Unidas como Año Internacional de las Cooperativas. Para estar en consonancia con esta ocasión particular, el tema del Año Internacional "Las empresas cooperativas construyen un mundo mejor", se mantuvo para el Día Internacional.

El Año Internacional de las Cooperativas es una oportunidad excepcional para contar a un público más amplio la historia cooperativista. No se limita a los éxitos del pasado, de personas que se unieron en tiempos económicos difíciles para multiplicar exponencialmente sus recur­sos, su acceso a los mercados y restablecer el equilibrio en las negociaciones sobre precios. La resiliencia y estabilidad del modelo cooperativo es un mensaje que ha conservado toda su relevancia en la actualidad.

Las cooperativas son clave en el camino que debería seguir la economía en este siglo XXI dado que en los últimos años, el mundo ha demostrado cuán necesario es diversificar ampliamente la economía global.

La escala de las empresas cooperativas es tal que pueden contribuir con mayor significancia a esta diversificación. Actualmente, el Informe Global 300 elaborado y publicado por la ACI, pone de manifiesto que las 300 cooperativas más grandes del mundo tienen un volumen de negocios consolidado de 1,6 trillones de dólares, lo cual equivale al PIB de muchos grandes países. Han creado 100 millones de empleos en el mundo. En Brasil, Rusia, India y África, un 15% de la población son cooperativistas mientras que apenas el 4% son accionistas. En Kenia, las cooperativas aseguran el 45% del PIB; en Nueva Zelanda, el 22%; en Estados Unidos, 30.000 cooperativas emplean a dos millones de personas. También cabe resaltar que las cooperativas más importantes aparecen regularmente entre las 100 mejores empresas para trabajar (Best Placeto Work), o sea en la lista de los 100 mejores empleadores, publicada por la revista Fortune.

Las cooperativas son empresas que se apoyan en valores. El modelo cooperativista tiene una gobernanza más participativa. Debido al compromiso que tienen sus miembros con la empresa, las cooperativas reflejan los valores de la comunidad. Desde el inicio, se han preocupado por la modalidad de producción de sus bienes y de sus servicios. El compromiso con la sustentabilidad es uno de los siete Principios reconocidos por los miembros de la ACI en 100 países, los que forman parte de la definición de cooperativa.

Estos principios -equidad, participación, sustentabilidad- se unen para que las cooperativas sean lugares de trabajo decente, empresas dinámicas y exitosas. En cada sector, desde la agricultura, la pesca, la silvicultura hasta los bancos cooperativos y las cajas de crédito cooperativas; desde la vivienda y la salud hasta las mutuales y cooperativas de seguro; y más aún en las cooperativas de trabajo asociado, las cooperativas crean empleos decentes, tienen un capital de confianza mayor entre los consumidores y una capacidad de supervivencia mayor que las otras formas empresariales. Las cooperativas construyen un mundo mejor.

La ACI se fundó en 1895 para fomentar el modelo cooperativista. Coopera con organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales para promover el desarrollo del cooperativismo. Ante los países, defiende un marco jurídico y reglamentario que reconozca las necesidades únicas y particulares de las cooperativas para su crecimiento armónico, y entre sus miembros, alienta la inter-cooperación.

La ACI hace un llamado a los cooperativistas del mundo entero y les invita a aprovechar este Día Internacional del Cooperativismo -conmemorado en un año que honra más precisamente a las cooperativas- para relatar sus historias de cooperación. Para la celebración de este Día Internacional de las Cooperativas, la ACI publicó una serie de libros electrónicos en cooperación con GlobalHews Hub para mostrar cómo las cooperativas "construyen un mundo mejor". Estos libros electrónicos serán publicados cuando nos acerquemos al evento virtual de Cooperatives United, que es el evento de cierre de este Año Internacional de las Cooperativas, que se celebrará en Manchester en octubre de 2012.

Fuente: ACI Traducción ACI-Américas

 

Declaración del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (IMFC) por el 90º Día Internacional de las Cooperativas.
 

TIEMPO DE CAMBIOS

El cooperativismo nació como respuesta crítica al capitalismo. Ése fue el sentido profundo de la extraordinaria creación que inmortalizó a los Pioneros de Rochdale. Porque en 1844, hace 168 años, los fundadores de la primera cooperativa de consumo llevaron a la práctica un modelo de organización económica y social basado en la solidaridad. Y lo hicieron, precisamente, en un contexto de crisis provocada por un sistema que privilegiaba la máxima ganancia como fin principal y último.
La Revolución Industrial de entonces multiplicó en proporciones astronómicas la producción de bienes materiales. Pero el conflicto esencial inherente al sistema capitalista, consistente en el carácter social de la producción y el carácter privado de la apropiación de la riqueza, cada vez más concentrado, comenzó a eclosionar a través de las crisis cíclicas. Así, los períodos de bonanza se alternaron con los del paro forzoso, cuyas víctimas principales fueron -y siguen siendo- los sectores más débiles de la sociedad.
En ese marco histórico apasionante por lo novedoso, pero a la vez dramático por sus consecuencias, los modestos precursores de la cooperación moderna se dieron a la tarea de diseñar y poner en funcionamiento una forma de organizar el consumo a través de la ayuda mutua y el esfuerzo propio.
El éxito de esta creación fue mucho más allá de la permanencia en el tiempo. Su ejemplo se extendió por todo el planeta, llegando al presente con una dimensión mundial que abarca a las más diversas ramas de la economía y congrega a mil millones de personas. Uno de cada siete habitantes de la Tierra forma parte de un movimiento social orientado por principios y valores humanistas.
Pero más allá de los logros del cooperativismo en la creación y distribución de bienes y servicios, hay un aporte de vital importancia y trascendencia en la coyuntura histórica que vive la humanidad. Se trata del ideario cooperativo, cuya vigencia es indudable frente a la crisis económica, política, social, cultural y civilizadora contemporánea.
La batalla cultural de nuestros días encuentra en la doctrina y la práctica de la cooperación un aporte formidable, para contribuir a transformar la realidad. Porque la persistencia del modelo dominante a escala planetaria nos augura un futuro sombrío.
Los millones de desocupados en los países desarrollados del hemisferio norte, el ajuste brutal de los presupuestos estatales destinados a la educación, la salud, las jubilaciones y pensiones, entre otros derechos, son el costo que deben pagar los pueblos como consecuencia de políticas que han privilegiado la especulación financiera y los intereses de las grandes corporaciones.
Cada persona que pierde su empleo es mucho más que un número estadístico. Es un ser humano que deja de encontrarle sentido a su existencia. Y esto es aún más grave cuando los perjudicados son los jóvenes. Porque el desempleo pasa a convertirse en un problema estructural, permanente, y entonces se pierde la cultura del trabajo.
La pugna entre los intereses concentrados y las demandas populares insatisfechas también amenaza la vigencia de la democracia. Basta con mirar la realidad de América latina, donde se vienen desarrollando procesos emancipadores orientados hacia la justicia distributiva y la afirmación de proyectos nacionales. Pero a la par de estas experiencias estimulantes, crecen también las fuerzas regresivas que procuran detener los avances de un creciente protagonismo popular y, sobre todo, de la democratización de la economía. Entonces apelan a los recursos más perversos, desde los medios de comunicación monopolizados por los tradicionales factores de poder, hasta los golpes de Estado con fachadas constitucionales.
Así de complejo es el escenario del presente, cuando el movimiento cooperativo internacional celebra el día consagrado a valorizar sus múltiples realizaciones y trazar los planes estratégicos hacia el porvenir.
Por eso, esta renovada conmemoración, en el marco del Año Internacional de las Cooperativas, es una verdadera convocatoria para profundizar el debate de ideas, darle visibilidad a la economía solidaria y elevar la conciencia de los millones de hombres y mujeres que anhelan una vida mejor.
Es un momento propicio para desplegar la creatividad y aportar las mejores energías, para crear nuevos paradigmas que garanticen la justicia distributiva, la inclusión social plena, la paz y el desarrollo sustentable.
 

 

Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos Coop. Ltda.

Buenos Aires, 26 de junio de 2012.