“La ciudadanía evalúa el estado de la Economía y esto influye sobre las intenciones de votos”, explicó Costa a Revista Cabal. El modo en que la población se vincula con la Economía define la suerte, tanto de los oficialismos como de la oposición, en el mundo y en la Argentina. De ahí que las demandas de continuidad en ciertos planos claves de la vida política nacional, resulten claves para comprender en qué dirección se moverá el electorado de cara a las próximas elecciones.

  “Entre los aspectos más valorados por la sociedad, se destaca enormemente la presencia del Estado, y el hecho de que opere como controlador de las demandas de los poderes privados. El rol activo que el kirchnerismo le ha dado al Estado es enormemente valorado. Como en Brasil, cuando la sociedad votó a Dilma porque entendió que ella garantizaba la continuidad de ciertos lineamientos de Lula, la sociedad se dividirá entre la continuidad o el cambio. Si el gobierno actual, que va hacia una elección, mide valores relativamente positivos, eso hace pensar que la sociedad votará en buena parte a aquel que garantice la continuidad de los logros. Un descalabro inflacionario sí podría favorecer a otros candidatos, como Macri, que en ese marco aparecería como salvador de una situación de extrema crisis.”

  Está claro que, después de la crisis del modelo privatista en los 90´, y la eclosión de la situación económica en 2001, con el kirchnerismo el Estado volvió a recuperar poder.  “Cuando Néstor Kirchner arribó al gobierno, la sociedad ya estaba lista, e incluso reclamaba, que el Estado se hiciera cargo de ciertas cuestiones claves. Ese es el modelo que competirá este año con otros modelos, los de candidatos como el macrismo y el massismo. El electorado argentino sigue siendo más estatista que privatista y esto tendrá un enorme peso en la elección del 2015. Actualmente, 6 de cada 10 personas prefieren más empresas estatales que privadas, incluso entre los votantes de Macri (47% se inclina por la preferencia de las empresas estatales). Lo que terminará de inclinar la balanza en favor de uno u otro candidato será la evaluación genérica del sistema político, un aspecto estructural, a lo que se sumará la percepción de la situación económica coyuntural.”

  La sociedad que viene es compleja, piensa Costa: “Hoy la Argentina es un rompecabezas”, dice.” La zona centro –Cuyo, Santa Fe, la zona pampeana etc.- tiene una valoración de la economía muy mala y eso se notó en las últimas elecciones regionales. Pero esa no es la realidad de otras zonas de la Argentina, y los resultados globales pueden ser muy distintos. En la zona Norte, NEA y NOA y el Conurbano bonaerense la valoración positiva  es de 55%, lo que le da a Scioli una plataforma importante.  Se dará probablemente, entonces, una combinación de estructura y coyuntura: se mantendrá la demanda de un Estado fuerte, con una fuerte participación en el plano social y económico, y eso se combinará con los temores a nivel de la inflación. Quienes le den más importancia a lo primero seguramente privilegiarán la continuidad, mientras que los segundos se inclinarán por el cambio. La oposición al gobierno alcanza el 60% actualmente, por lo que le convendría al oficialismo, claramente, ganar en primera vuelta en las elecciones de octubre.”