Invierno 2017: clima de cambio

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Tras unos meses invernales por demás cálidos y húmedos quedaron las inundaciones, los mosquitos y también cientos de preguntas. ¿Hasta dónde interviene el cambio climático?

El clima siempre da que hablar, más aún luego de un invierno que casi pasó desapercibido. ¿Por qué es que llueve tanto? ¿Es todo culpa del cambio climático? ¿Buenos Aires se tropicaliza? La doctora de la Universidad de Buenos Aires en Ciencias de la Atmósfera Marcela Hebe González, que trabaja en la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA y el Centro de Investigación del Mar y la Atmósfera (CIMA) del CONICET, responde a estas y otras dudas para analizar un tema tan cotidiano como complejo y multicausal.   

¿Qué características tuvo el invierno que pasó en la Argentina?

El Servicio Meteorológico Nacional organiza todos los meses una reunión de la que también participamos profesionales del CONICET y de otros organismos regionales y federales. Ahí evaluamos qué pasó en el último trimestre y hacemos además alguna predicción para el siguiente, siempre en función de modelos globales y regionales de simulación tanto dinámicos como estadísticos. Lo que pudimos ver a principios de setiembre es que durante los meses de junio, julio y agosto hubo lluvias importantísimas tanto en el sur del Litoral como en el centro y noreste de la provincia de Buenos Aires, que estuvo realmente muy dañada. La precipitación de junio provocó crecidas en los ríos Uruguay, Paraná y Paraguay. También precipitaciones abundantes generaron anegamientos en la Cuenca del Río Salado de Buenos Aires. Por el contrario en todo el noroeste del país hubo precipitaciones muy por debajo de lo normal. Hablo de San Juan, La Rioja, Catamarca y especialmente lo que es la zona neuquina del Comahue, que resulta tan importante para la generación de energía. Digamos que hubo unas anomalías de precipitación muy altas y a la vez muy divididas.

¿Y en cuanto a la temperatura?

Fue un invierno anormalmente cálido, eso sí en todo el país. Y no hablo solo de la temperatura media, sino que se notó además en las mínimas y máximas. Sí hemos tenido algunos ingresos de masas de aire frío, pero realmente fueron pocos días, con lo cual en la media mensual esto prácticamente se diluye. En cambio las temperaturas máximas han tenido muchos récords, sobre todo en lo que es el norte y noreste. En algunos casos fueron las temperaturas máximas más altas de todas las series históricas que manejamos.

¿A qué se debe todo esto? ¿Es el cambio climático?

Para empezar hay que decir que el clima nunca es estático. No todos los inviernos son iguales, no todos los veranos son iguales. Y eso es parte de la dinámica del clima. Porque hay factores de circulación de mayor escala, como la corriente del Niño, por mencionar un caso conocido, que inciden en que tengamos un invierno más cálido o más lluvioso que lo habitual. Y esto es parte de la normalidad. Ahora bien: si nos vamos a ver las series desde comienzos de siglo hasta hoy se puede advertir que realmente hubo cambios, la temperatura ha ido aumentando. El cambio climático no afecta a todas las zonas por igual. Lo que sí se ha podido constatar en el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) es que una de las consecuencias del cambio climático es la mayor frecuencia de eventos extremos. Entonces podríamos estar hablando de una consecuencia indirecta del cambio climático. Así y todo tampoco podemos asegurar que un invierno más cálido que el normal, como fue el caso de este último, es exclusivamente el efecto del cambio climático. Podría ser que una parte se explique por las mayores frecuencias extremas que induce el cambio climático. Pero también puede ser parte de la variabilidad natural del clima. Durante este invierno en particular hubo muy poca señal del Niño, pero sí se registró una gran afluencia de vientos del norte que ha derivado en más altas temperaturas y un mayor flujo de humedad. Vivimos en latitudes medias en las que la variabilidad es muy alta, a diferencia de las zonas tropicales en las que todos los años suelen ser parecidos.

O sea que nada quita que el invierno próximo sea tremendamente frío y no llueva tanto.

Totalmente. Si la gente se va a basar en esto para decir que a partir de ahora vamos a tener siempre inviernos más cálidos se va a equivocar. Es muy difícil hacer una predicción a tan largo plazo. Como mucho uno puede hablar de lo que va a pasar del próximo mes a los próximos tres meses.

Sin embargo todos cuentan que hace unas décadas Buenos Aires, por ejemplo, era mucho más fría. ¿Eso es por el cambio climático, por las construcciones?

Son dos factores que actúan simultáneamente y en muchos casos se refuerzan. Decíamos que en la Argentina subtropical, en la que Buenos Aires está incluida, se observa un aumento de la temperatura media desde comienzos del siglo pasado hasta ahora por efecto del cambio climático global. Pero además existió un crecimiento muy importante de la construcción, y el llamado “efecto ciudad” actúa fundamentalmente en aumentar la temperatura mínima. Si bien la temperatura en general ya de por sí es más alta, si uno se ubica en la mínima de la mañana es esa la que ha aumentado mucho en la ciudad de Buenos Aires. Por eso esa falta de escarcha de la mañana de la que hablaban nuestros padres. Porque justamente la hora en la que ese efecto se produce es la de la temperatura mínima.

¿Es correcto decir que “Buenos Aires se tropicaliza”?

A lo mejor un clima más cálido y más lluvioso de lo que solíamos tener sí vuelve a la zona un poco más tropical, sin llegar a referirse tampoco a lo que con exactitud quiere decir la palabra.

¿Cuáles son los efectos de que tengamos temperaturas más altas?

Un aumento en un grado o unos pocos grados en la temperatura media permite que se encuentren distintas especies que antes ni se veían. Los mosquitos en invierno eran hasta hace unos años una cosa impensada. Las especies se adaptan al clima. Y tampoco sería extraño pensar que algunas zonas requieran la modificación de sus cultivos. Al fin y al cabo el corrimiento de la frontera agrícola argentina hacia el oeste tiene que ver con eso. En ese sentido se puede decir que de algún modo el cambio climático nos ha favorecido.

¿Hay científicos que siguen negando el cambio climático?

Sí, pero son absolutamente minoritarios. El último informe del IPCC, que reúne observaciones de científicos de todo el mundo y que realmente tiene gran confiabilidad, fue concluyente respecto de que la tierra se está calentando y que la causa dominante de este fenómeno sin precedentes tiene que ver con el aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero como resultado de la actividad humana. Entonces mayormente estamos de acuerdo en que este cambio se viene dando. Y en que solo van a poder subsistir aquellas sociedades que hagan algo para adaptarse.

Se viene el debate

Profundizar en todo lo relativo al cambio climático: esa es la meta de la jornada que el próximo 21 de noviembre se realizará por iniciativa del Programa Interdisciplinario de la Universidad de Buenos Aires sobre el Cambio Climático (PIUBACC), creado hace ya diez años y en el que González participa como representante de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. “PIUBACC: Una década de desafíos” será el lema del encuentro en el que se desarrollarán conferencias, mesas redondas y presentaciones de investigadores para difundir los avances en las investigaciones que sobre la problemática vienen llevando a cabo diferentes unidades académicas de la UBA y donde se espera que además participen representantes del gobierno y el sector privado.

Más información en http://cyt.rec.uba.ar/piubacc/Paginas/Jornadas-10-a%C3%B1os.aspx

Fotos: Istock