Las Primarias por primera vez



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Entrevista con Alejandro Tullio, Director Nacional Electoral, quien hace un balance sobre las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias realizadas por primera vez en la Argentina el pasado 14 de agosto.

 

Cabal Digital: ¿Cuál es el balance que hace Ud. de las elecciones primarias abiertas y obligatorias?

Alejandro Tulio: Las primarias abiertas, obligatorias y simultáneas, nos dejan algunas lecciones previas, concomitantes a la elección y posteriores. Las lecciones previas indican que, si bien hubo un descreimiento inicial por parte de los sectores políticos respecto de su viabilidad y muchos de los actores responsables de organizarla tenían muchas dudas respecto de que fueran a realizarse, finalmente y después de la etapa preparatoria, se tomó conciencia de lo que significan y esto redundó en una oferta más razonable que la que hubo en otros años. Si comparamos en la Provincia de Buenos Aires en el año 2007 para una elección similar -presidenciales, gobernador y diputados-  se presentaron 28 listas de diputados que competían entre sí.

Esta vez la existencia del mecanismo de las primarias funcionó como mecanismo de selección pero también como mecanismo de habilitación de partidos políticos, ya que quienes no obtuvieran el 1,5% de los votos no podrían pasar a las elecciones de octubre, esto implicó que solamente 12 fuerzas políticas postularan candidaturas a diputados nacionales. En el 2007 hubo 14 listas de presidente, ésta vez hubo 10 y eso también le da racionalidad, no porque estemos en contra de la pluralidad de oferta, sino que esa pluralidad debe convivir con la viabilidad de la oferta. Una oferta política absolutamente inviable distorsiona la oferta electoral y también provoca una frustración entre los electores, porque cuando uno vota reiteradamente ofertas que luego no tienen representación, está perdiendo capacidad de incidir en la vida política. Esto fue una primera lección y un resultado previo a la elección en particular. 

La segunda lección la dio la gente indudablemente el día 14 de agosto con una participación extraordinaria. Los resultados salvo en la cantidad de votantes y en el impacto a favor del oficialismo no sorprendieron a nadie en cuanto a las proporciones. Se sabía que la presidenta iba a ganar, se sabía más o menos el orden en que iban a quedar los que salieran, segundos, terceros, cuartos. Por lo tanto la mayor sorpresa fue la enorme participación que se registró en el comicio. En tercer lugar, las conclusiones posteriores a las primarias, son que hubo mucha razonabilidad respecto de casi todos los contendientes, salvo algún manotazo de ahogado de quien está perdiendo su momento y su tiempo, por lo tanto no entiende que la transparencia es tal, que no se pueden hacer trapisondas en una elección, todo el mundo aceptó que éste es el mecanismo y que el mecanismo está para quedarse y que seguramente se van apropiar los partidos políticos de este mecanismo para resolver sus disputas internas cuando las haya, pero que las primarias son una buena solución, ¿Por qué es una buena solución? Porque la gente votó.

C. D. : ¿Por qué razones no funcionaron las primarias como mecanismo de selección de candidaturas?

AT: En esta oportunidad no funcionó, las primarias como mecanismo de selección, al menos al nivel presidencial, porque al nivel de diputados hubo varias provincias donde si hubo selección, donde hubo competencia interna y en la Provincia de Buenos Aires hubo en 133 de 135 municipios competencia entre candidatos a intendente. Pero a nivel nacional, a nivel de presidente, por distintas cuestiones que no tienen que ver mucho una con la otra pero que sumadas produjeron que las primarias como mecanismo de selección de las candidaturas presidenciales. En primer lugar, los oficialismos tienen otros mecanismos de resolver su sucesión o la auto-sucesión, que están dadas por el ejercicio del poder político. En el resto de los partidos creo que hubo una combinación de dos efectos.

Muchos no entendieron que compitiendo internamente sumaban, indudablemente en el caso de la UDESO, que tal vez si no fuese sido UDESO hubiera tenido una mejor performance, una competencia entre Cobos, Sanz y Alfonsín, hubiese sido más conveniente que esta elección refrendatoria de una candidatura que ha achicado el universo de votantes.

Creo que se requiere mayor conocimiento del Sistema Electoral por parte de los actores políticos partidarios y mayor respeto de las obligaciones constitucionales y legales que tenemos quienes cumplimos un rol en la organización electoral. Eso vendrá seguramente; inexorablemente y eso hará que los partidos utilicen esta otra que parecía como principal y que terminó siendo accesoria forma de dirimir conflictos.
C.  D.: ¿A su juicio, cómo se enfrenta la crisis estructural de los partidos políticos?

AT: Como todos sabemos las leyes no resuelven los problemas que tiene un país. Éste país tenía problemas muy graves en el sistema de partidos, con una proliferación (más de 700 partidos había en el momento en que se votó la ley), ahora hay algo así como 500 y aún hay que seguir buscando la manera; no de excluir sino de agrupar voluntades. La tendencia después de la crisis del 2001 -que en realidad es fruto de las políticas de los 90’- fue de restarle importancia a la política restándole importancia al Estado. Esto ha generado una multiplicación de los partidos con los mismos dirigentes, porque no es que surgieron nuevos liderazgos, los mismos dirigentes que participan en mayor cantidad de partidos. “No se han multiplicado los panes, en realidad se han dividido, porque son los mismos panes” Y lo que hay que hacer es volver a generar una ”masa crítica” de gente que elija de entre lo que hay, lo nuevo, lo viejo, lo que está cambiando, una nueva referencia política.

Esta ley, como decía antes, no resuelve automáticamente y no lo podría hacer -y no me gustaría vivir en un país donde la política se resuelva por ley- pero crea los estímulos para generar alianzas, para generar convergencias, para generar propuestas políticas que superen los estrechos marcos de los partidos tradicionales y que puedan aglutinar gente. Las primarias son una oportunidad para dirimir los conflictos que suscitan cualquier fusión, o cualquier agrupamiento político y las elecciones nacionales para mostrar la potencia hecha acto en la representación real.

C. D.: ¿Qué opinión le merece la experiencia piloto del voto electrónico?

AT: Hablando de innovaciones el voto electrónico también es una innovación. En Salta ha funcionado muy bien, creo que por la convergencia de tres factores. Primero, un gobierno muy proactivo en esto, que ha invertido mucho en esto, no solamente en desarrollo de la tecnología sino en la modificación de la tecnología a la luz de cada una de las experiencias. Segundo, una autoridad electoral que es el tribunal que está en la justicia salteña, que es un tribunal electoral muy profesional, de un alto nivel técnico pero además muy conciente de las necesidades de tener valoraciones políticas institucionales a la hora de definir estas cuestiones.

En tercer lugar, la gradualidad con la que se debe ir implementando, 10% en la primera elección, 30% en la próxima y para el 2013 están fluctuando entre quienes quieren apegarse al cronograma original del 60% para llegar al 100% en 2015 y quienes dicen que ya está suficientemente entendido éste mecanismo para llegar al 100% en 2013. ¿Esto qué quiere decir? Que no es ni bueno ni malo, que como todas las cosas depende de cómo se implemente. En mi opinión, cuando se dan estor tres elementos, una autoridad electoral con capacidad de ser rectora del sistema y no un consumidor de productos tecnológicos fabricados por otros, una empresa proveedora del servicio o de los productos que tenga por lo menos por perder lo mismo que uno. es decir, que si es una empresa de nivel, si el experimento sale mal puede perder mercado, y en tercer lugar una población adecuadamente capacitada, donde gradualmente se implementa el sistema creo que es un camino que podemos recorrer. En aquellos lugares donde se quiso imponer como todo o nada, como fruto de una pelea política, fracasó inexorablemente.

C. D.: Por último, cuáles serían los desafíos de esta etapa histórica para los actores políticos?

A.T: Yo creo que este gobierno, éste proyecto político, tomando desde el 2003 ha aportado un elemento que era la pieza del rompecabezas ha sincerado la voluntad política, ha quitado la hipocresía de las relaciones políticas, ha puesto los intereses en el lugar que están y los valores en el lugar que deben estar también y lo que se necesita es que el resto del sistema político se acomode en ese sentido. Creo que el sinceramiento del sistema político y del discurso político, permitiría una reconciliación de la gente con la política. 

La medida de la sorpresa en los resultados electorales de la primaria es la incapacidad para leer cuales eran las expectativas de la gente, quien leía cuales eran las expectativas de la gente, se sorprendió mucho menos por el resultado de las primarias y por el resultado de lo que serán las elecciones, de quién no las leía. Yo creo que la política se arregla recuperando el concepto de representación.