Médicos del Mundo Argentina: Compromiso con la vida

Actualidad

Cabal Digital entrevistó a Silvia Quadrelli. Médica especialista en medicina respiratoria. Fue cofundadora y Presidenta de Médicos del Mundo Argentina en 1998. Trabaja en Médicos del   Mundo Francia.

 

-¿Qué es Médicos del Mundo y cuáles son sus tareas específicas?
-Médicos del Mundo (MDM) es una organización de ayuda humanitaria internacional. Nacida originalmente en Francia como parte del movimiento de los French Doctors, pertenece al grupo de organizaciones que piensan que la acción directa en forma de ayuda (donaciones y trabajo) no es suficiente ya que es esencial el testimonio de las violaciones de los derechos de las personas. Algo así como que no es suficiente dar solución a un problema coyuntural sino denunciar sus causas y las razones que lo perpetúan, y trabajar en todos los ámbitos en que sea necesario para que esos factores se resuelvan y la acción de MDM o cualquier otra organización ya no sea necesaria en ese lugar.

Médicos del Mundo tiene la característica de que sus proyectos no son sólo en la emergencia (catástrofes naturales o conflictos bélicos) sino que también tiene proyectos de desarrollo destinados a permanecer períodos prolongados en el terreno acompañando a las poblaciones vulnerables para que ellas mismas puedan salir de esa situación. La filosofía es siempre generar proyectos provenientes de la comunidad, de los que pueda hacerse cargo la misma comunidad y en los que MDM tenga finalmente un rol de respaldo y apoyo técnico, financiero y de capacitación, pero en el que los verdaderos protagonistas del proyecto sean los miembros de la comunidad.

-¿Desde cuándo usted participa de esta iniciativa y por qué motivos se acercó a esta organización?

-Yo comencé mi trabajo hace más de veinte años con MDM France y en el año 98 con un grupo de personas que provenían de la ayuda humanitaria internacional y del ámbito de los derechos humanos fundamos Médicos del Mundo Argentina. MDM Argentina ha trabajado en varios contextos internacionales pero siempre su eje principal de trabajo ha sido Argentina y América Latina. Durante muchos años yo desarrollé mi tarea con MDM Argentina pero mi principal lugar de trabajo ha sido Médicos del Mundo Francia.

-¿Cuál es la tarea que realiza o las misiones de las que ha participado, en la Argentina? ¿Ha participado de misiones en el extranjero?

-MDM tiene hoy una extensa y sólida tarea en Argentina. Mis circunstancias actuales (fundamentalmente limitaciones de tiempo y necesidad de elegir prioridades en cada momento) no me permiten participar activamente hoy en MDM Argentina. Con MDM Argentina o France he trabajado en muchos lugares, por supuesto también en Argentina (los primeros proyectos en Argentina eran completamente a pulmón, casi sin financiamiento, con muy poco recurso humano y sin duda un poco amateur, pero con los años la asociación se ha fortificado, ha adquirido profesionalidad y experiencia y hoy la tarea en Argentina es muy completa y rigurosa). A nivel internacional me han tocado lugares tan diversos como Bolivia, El Salvador, Mozambique, Mauritania, Kosovo, Yemen, Iraq, Jordania, Afganistán. Y situaciones tan diferentes como tsunamis, terremotos, epidemias o los tristemente frecuentes conflictos bélicos.

-¿Puede relatar una de las vivencias que en este marco le haya tocado vivir?

-Creo que en todas las circunstancias hay algo en común que es la profunda empatía con el sufrimiento del otro. Creo que las personas que se dedican a esto simplemente lo hacen porque se niegan a aceptar cierto orden de cosas como dado, como natural. La visión del otro que sufre, produce una rebelión que obliga a militar en la denuncia de esas condiciones (que nunca son fruto del azar o la desgracia sino que muchas veces tienen responsables humanos directos o coautores) y en el trabajo activo para mitigar el sufrimiento de personas que son como nosotros y que simplemente han tenido la desgracia de estar en el lugar y/o el tiempo equivocados. Se trate de personas culturalmente muy diferentes o más próximas, de contextos geográficos y sociales parecidos o totalmente distintos, de  catástrofes producidas por el hombre o apenas facilitadas sus condiciones por un acceso desigual a la protección y la vivienda, el sentimiento es el mismo: ese hombre y esa mujer que están allí son como yo, son yo y no puedo ni quiero tolerar su sufrimiento.

Los últimos años (yo diría desde Kosovo hacia aquí) le han agregado bastante peligro y bastante violencia al contexto del trabajo humanitario y también, lamentablemente, cierto distanciamiento de muchas de las poblaciones objetivo que muchas veces identifican a los trabajadores humanitarios con las políticas de los gobiernos de los países a los que pertenecen ellos o sus organizaciones. Pero aún así, ese contacto precioso que a uno le da la oportunidad de sentir que puede realmente ayudar a alguien a reconstruir su futuro es una experiencia mucho más valiosa que cualquier anécdota o aún aventura de las que, necesariamente, provee trabajar en lugares remotos o culturalmente lejanos.

-¿En qué medida el compromiso de los Médicos del Mundo puede colaborar con la calidad de vida de la sociedad civil?

-Se ha criticado mucho a las ONGs  humanitarias argumentando que ayudan a sostener un orden injusto, que son funcionales a un sistema en el que ciertos países detentan un poder casi absoluto que le permite controlar a otros. Es verdad que las ONGs no pueden cambiar el mundo, pero creo que son una buena oportunidad de contribuir a que la sociedad civil se involucre y deje de pensar que el sufrimiento humano es responsabilidad de otros. Por supuesto la salud de las poblaciones es una responsabilidad de los Estados. Pero en tanto una ONG no caiga en el peligroso vicio de la caridad y entienda su trabajo como un acompañamiento de los verdaderos actores, un dar fuerzas y voz a poblaciones a las que no se puede pedir tanto ya que están sumidas en el sufrimiento, creo que su accionar sigue siendo muy valioso.

Para quienes no sienten que la acción política partidaria es su ámbito (cualquiera fuera la razón) o no sintonizan con las organizaciones confesionales, las ONGs (y MDM entre ellas) son un canal de ayuda y de acción, de militancia por la construcción de un mundo mejor, de rebeldía frente a un orden constituido que es injusto y al que proponen no aceptar pasivamente, sino que llaman a trabajar para cambiar y mejorar. Si la acción directa no consigue mucho -una sola buena  medida de un Estado gobernante tiene muchísimo más alcance que el trabajo de la más grande de las ONGs humanitarias-, al menos con seguridad, la movilización de la sociedad civil para sentirse y hacerse responsable del sufrimiento de los más vulnerables es ya un logro en sí mismo.

-¿Puede definir lo que para usted significa la solidaridad, y la importancia que cobra este concepto en la era en que vivimos?

-Creo que la solidaridad implica recordar que nos necesitamos unos a otros, que ningún sufrimiento nos es ajeno, que nuestra propia humanidad se define en esa imposibilidad de tolerar el sufrimiento del otro sin hacer nada. Cuando Emmanuel Lévinas dice que el lazo con el otro sólo se anuda en la responsabilidad, alude a esa responsabilidad por todo otro como primera y esencial cualidad moral. Una responsabilidad que, tal como él mismo menciona, es intransferible. En estos difíciles tiempos en que el discurso dominante es el de la individualidad, estos conceptos pueden parecer un tanto exagerados. Pero creo que hay una importante reserva moral de la humanidad, alojada en miles y millones de seres anónimos que entienden, aceptan y ejercen cada día esa responsabilidad hacia el otro, sobre todo hacia el vulnerable, hacia el desposeído, hacia el sufriente. Como dijera Ricoeur, lo frágil, por el sólo hecho de estar allí, obliga. El ser frágil cuenta con nosotros, espera nuestro socorro y nuestra ayuda, confía en que cumpliremos nuestra palabra. Y a pesar del enorme egoísmo de los tiempos actuales, yo confío en que desde muchos rincones oscuros y silenciosos, muchos seres humanos atienden a ese llamado ético de las más diversas, sencillas y anónimas formas. Sólo por eso, pese a todo, el mundo sigue funcionando.

 

Más información:

Médicos del Mundo Argentina es una organización humanitaria del campo de la salud colectiva, única delegación en América del Sur de la Red Internacional Médecins du Monde, que lucha por el derecho a la salud de los pueblos.
Sus 3 principios fundamentales son: 1) Acción directa: brindar asistencia sanitaria a las poblaciones en situación de exclusión y víctimas de la inequidad social tanto en el punto de vista de una Emergencia/Urgencias como de condiciones estructurales de problemas de salud-enfermedad-atención-cuidado, 2) Testimonio: desde la práctica cotidiana y desde la medicina social latinoamericana testimonia y denuncia las violaciones a los derechos sociales, económicos y culturales, haciendo principal hincapié sobre el derecho a la salud de los pueblos como derecho humano esencial tanto como el impacto de las condiciones de vida sobre la salud colectiva, 3) Participación Social: busca fortalecer la organización y participación comunitaria en Salud en cada proyecto, actividad u acción que lleva adelante.

Desde 1985 MDM Argentina viene trabajando con la sociedad en el desarrollo de programas de emergencia y de planificación en salud. La ONG está formada por médicos, profesionales de las ciencias sociales, especialistas en salud pública y voluntarios (pasaron por la institución más de 2000). Actualmente tienen más de 140 socios y más de 110 voluntarios sociales activos.

 

Enlace: www.mdm.org.ar

Contacto: Médicos del Mundo Argentina, Alberti 48 (C1082AAB), Ciudad de Buenos Aires / Argentina. Tel/Fax: (011) 4954-0080