Sexo: la plenitud se alcanza después de los 40

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La vida sexual mejora después de los 40. Ese es el resultado que arrojan diversos estudios recientes que confirman que, con el paso de los años, se superan complejos y tabúes y se aprende a disfrutar más en la cama. Los sexólogos sostienen que la plenitud sexual se alcanza en la madurez, cuando se goza de una mayor experiencia, creatividad y libertad.

   Si bien el desconocimiento –o el prejuicio- podría hacer suponer que el paso de los años atenta contra el deseo sexual, nuevos estudios confirman lo contrario: estadísticamente, el paso del tiempo viene acompañado de una vida sexual más plena. Un informe publicado en la revista Archives of Sexual Behavior revela que, incluso tras décadas de matrimonio, las parejas experimentan un aumento en del interés y una mayor capacidad de disfrute.
  La investigación, que concretó un equipo de expertos de la Universidad de Baylor, la Universidad Estatal de Louisiana y la Universidad Estatal de Florida (EE.UU.) analizó la relación de las características sexuales maritales de 1.656 adultos casados, y demostró que la satisfacción emocional y placer físico se incrementan a medida que se gana más edad. Las razones están dadas porque aumenta la confianza mutua, y también disminuyen de tabúes y prejuicios, lo que deriva en un incremento del deseo, al margen de que las funciones físicas puedan empezar a decaer.


La confianza entre los integrantes de la pareja resulta clave a la hora de liberar fantasías y animarse a disfrutar. Eso explica que los mayores puedan llegar a tener una vida sexual más plena incluso que muchos jóvenes, que con frecuencia se vinculan de manera pasajera y tienen más dificultades para relajarse y ‘conectar’.
    Las mujeres asumen en mayor medida que empezaron a disfrutar más el sexo en la madurez: otro estudio, que llevó adelante la investigadora estadounidense Debby Herbenick reveló que un 61 % de las mujeres entre 18 y 24 años alcanzaban el orgasmo con frecuencia, mientras que la cifra aumentaba al 65% entre las mayores de 30 y trepaba al 70 por ciento entre las mayores de 40 y 50 años. Esto se explica, según las mismas encuestadas explicaron, porque, en promedio, a partir de los 40 las mujeres saben exactamente que es lo que quieren y no se avergüenzan en pedirlo. Incluso, desean tener relaciones con más frecuencia que las mujeres jóvenes.
  Después de que los hijos parten del hogar familiar –ya lejos de los años de ‘reproducción’- muchas parejas admiten haber recuperado el entusiasmo perdido o desdibujado en épocas de crianza. La intimidad favorece el erotismo y la desinhibición, por lo que el hecho de volver a estar solos habilita nuevas formas de comunicación, exploración y conexión.


  "Lamentablemente existe este tabú cultural, de que cuando se pasa cierta edad, no se tiene sexo. Ocurre lo contrario", explicó recientemente la actriz Jane Fonda, de más de 77 años. Incluso admitió que le hubiera gustado hacer “una película erótica sobre una mujer de más de 70 años", según declaró al periódico USA Today. Joan Price, una de las expertas más reconocidas en Estados Unidos en cuestiones sexuales, también confirma las ventajas de la sexualidad madura: en uno de sus libros: Better Than I Ever Expected (Mejor de lo que jamás imaginé, ed. Seal Press) sostiene: "Puede que el sexo cambie, pero no tiene por qué desaparecer. ¡Nunca!. Después de los 50, los 60 y hasta los 70 años, las personas que experimentan ciertos cambios en su sexualidad creen que el buen sexo ha llegado a su fin, y no es así: con la información correcta, creatividad y sentido del humor, cualquier problema tiene una solución."


     Por supuesto que no todo en su futuro sexual son arco iris y orgasmos múltiples: puede haber problemas sexuales en cualquier momento de la vida, e incluso también incrementarse con la edad. La clave para recuperar o potenciar el placer parece estar en la sabiduría para generar un espacio de disfrute, con entusiasmo al margen de las exigencias diarias y con la pareja. Disfrutar es un derecho que en la cama se ejerce de a dos. A cualquier edad.