Alter ego (virtual): peligros y virtudes de la vida online

Tecnología

"Prácticamente, usted. Los poderes peligrosos de la E-Personalidad". Así se llama un libro de reciente aparición, del psiquiatra de la Universidad de Stanford Elias  Aboujaoude. El profesional reflexiona en este trabajo sobre los efectos insidiosos de Internet sobre la personalidad. Se trata de uno de los primeros avances de la psicología sobre las transformaciones que impone o fomenta el mundo virtual.

Hasta aquí, y desde su aparición, se han enumerado y destacado una y mil veces las ventajas de la auténtica revolución que la red de redes ha significado en la vida personal y profesional de hombres y mujeres contemporáneas. Pero es recién ahora, y más puntualmente a partir de la aparición de este libro, que los especialistas comienzan a pensar en los efectos sobre la personalidad (real) de los juegos de apariencias que se establecen con las interacciones online, a través de las redes sociales y el intercambio de correos electrónicos, que dan vida a una suerte de alter ego virtual.


Aboujaoude -Profesor Clínico Asociado de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento y Director de Control de los Impulsos de Stanford- sostiene que ha pasado años tratando a pacientes cuyas vidas han sido profundamente alteradas por la mecánica de la red: parte del peligro radica, en su visión, en que Internet habilita a los usuarios a actuar con confianza exagerada, y a sobreactuar la sensualidad y el carisma.


Esta es la identidad paralela a la que el psiquiatra llama "e-personalidad" o "personalidad virtual", y se manifiesta en los correos electrónicos, en Facebook, Twitter y demás redes en que se interactúa con otros usuarios. Además, la personalidad virtual enfatiza rasgos como la impaciencia, la impulsividad, las conductas ansiosas y la desorganización y dispersión mental, al proponerle al usuario múltiples estímulos simultáneos. Puede decirse que el suyo es uno de los primeros avances de la psicología sobre las transformaciones que impone o fomenta el mundo virtual.


Las conclusiones sugieren, por un lado, que el ser humano contemporáneo pasa buena parte de su tiempo construyendo una apariencia –la que presenta a otros en las redes-, lo que, necesariamente, le quita tiempo y energía a la experiencia física o "real". Y que, por otro, esa personalidad paralela que desarrolla frente a los pares cibernéticos tiene ventajas que trascienden el universo virtual y que pueden mejorar la vida y las relaciones interpersonales.


El diario español El País le dedicó un artículo al tema, subrayando que el sujeto virtual -creado "involuntariamente" para las interacciones on line- está obsesionado con la gratificación (71% de los usuarios de Internet en Estados Unidos pertenecen a una comunidad on line y la consideran "muy importante o extremadamente importante" en sus vidas). "Quizás –se lee en la nota- estemos desarrollando una e-personality exquisitamente educada y agradecida para seducir en la red, que también se muestra ególatra, exhibicionista y respondona. Según el Dr. Aboujaoude, la e-identity, a pesar de no ser real, está llena de vitalidad. Liberada de viejas reglas de comportamiento y etiqueta (...) esta personalidad es más asertiva, menos comedida, se sitúa un poco más en el lado oscuro y es, decididamente, más sexy. Sus ventajas no deben ser subestimadas. Puede actuar como una fuerza liberadora de la personalidad real permitiendo al sujeto superar la timidez, la inhibición y forjar amigos y conexiones que de otro modo nunca tendrían lugar."


Según esta perspectiva, la versión virtual puede complementar  la personalidad real y actuar como una extensión de ésta, enfatizando –estos son los aspectos rescatables del fenómeno- la audacia, eficiencia, fortaleza y sensualidad de la persona que, sintiéndose más segura, se vincula con sus pares de una forma más fluida. "Los rasgos que integramos en nuestra vida on line suelen ser incorporados a nuestra personalidad off line. De este modo, podríamos acabar siendo más atrevidos y menos diplomáticos en nuestras relaciones, aunque no tuviéramos delante una pantalla o un iPhone", en palabras de Aboujaoude.


La idea central de su tesis, es que los rasgos de la personalidad en línea se importan, de manera inconsciente, a la vida, incrementando la sociabilidad y ciertas características narcisistas, lo que trae aparejadas ventajas y desventajas respectivas.