Puerto Madryn: Vía Crucis submarino

Turismo

Colorida y multitudinaria, la procesión que conmemora la muerte y resurrección de Cristo es una de las opciones de turismo religioso más originales del mundo. 

En la Argentina, los feriados suelen acoplarse a los fines de semana para generar espacios de descanso más extensos y fomentar además el movimiento turístico. La Semana Santa no es la excepción. Pero en tanto festividad religiosa, muchos buscan que además del relax la escapada que suele caer en abril tenga algún tipo de vínculo con el motivo de la celebración. En ese sentido, la ciudad chubutense de Puerto Madryn ofrece una actividad única: el Vía Crucis submarino.

El origen de Madryn se remonta a la segunda mitad del siglo XIX, cuando una colonia de galeses se instaló en la zona. La pronta llegada del ferrocarril que la comunicaba con Trelew le dio a la localidad un impulso notable. La actividad portuaria se intensificó y la población empezó a crecer. La Madryn turística, sin embargo, recién se empezó a esbozar hacia la década de 1970. Hoy, con 100 mil habitantes, es una de las ciudades más visitadas de la Patagonia, un tanto por su propio encanto y otro por ser además la puerta de entrada a la Península Valdés.

Para los cristianos más creyentes, la conmemoración de la muerte y resurrección de Cristo es tal vez el evento religioso de mayor importancia del año. El Vía Crucis, o “camino de la cruz”, es un recorrido que busca representar los 14 momentos esenciales que vivió Jesús desde que fue condenado a muerte hasta su crucifixión. Esos hitos se llaman estaciones y son acompañados por oraciones.

El Vía Crucis se realiza en todas partes del mundo y los hay de todo tipo. Hay quienes se arropan como Jesús y se suben a una cruz, quienes escalan un cerro donde hay un Cristo y hasta quienes se infligen heridas reales. Pero de todas las celebraciones, la de Puerto Madryn ostenta una particularidad única: parte de ella se hace bajo el agua.

La idea de hacer un Vía Crucis Submarino surgió en Puerto Madryn al querer imprimirle a la celebración un tinte local que atrajera más gente. Como la ciudad tiene una larga tradición en lo que actividades subacuáticas refiere, al punto que en 2016 fue declarada “capital nacional del buceo”,  no había más que unir la pasión religiosa con la marina para generar un espectáculo que hoy es reconocido en todo el mundo. Este año se llevará a cabo la 14ª edición. El rito se lleva a cabo el Viernes Santo y consta de un recorrido terrestre para las primeras 11 estaciones que incluyen el centro de la ciudad y el muelle Luis Piedrabuena. El final es bajo agua y para sumergirse es necesario tener matrícula de buzo, pero el público general puede seguir el evento desde alguna embarcación o desde el muelle.

Aunque el Vía Crucis es sin duda el mayor atractivo de Madryn para estas fechas, un viaje hasta allí vale la pena ser aprovechado con otros paseos. Además de la Península Valdés, hay otros parajes costeros en los que se puede avistar la fauna local o el paisaje como Punta Ninfas, El Doradillo y Punta Tombo. En la ciudad, además de la Costanera, se puede visitar el Ecocentro, un museo para conocer y aprender todo lo relativo a la vida marina.

Cómo llegar

Por avión, la mejor opción es ir hasta Trelew, a 60 km de Puerto Madryn, ya que cuenta con un aeropuerto más moderno y con mayor tráfico aéreo. En ómnibus, un viaje desde Buenos Aires hasta Madryn dura aproximadamente 17 horas. Y en auto se accede por la Ruta Nacional 3.