Tucumán



Turismo

Es la provincia más chica de la Argentina y allí se declaró la Independencia en 1816. Pero además de la historia, sus cerros y valles ofrecen un encanto único.

 

 

El colonialismo español tenía, en sus años de esplendor, dos grandes rutas para trasladar las grandes riquezas que extraía del Alto Perú y abastecer con sus productos a las tierras americanas. La principal se llamaba la Ruta del Galeón, que se dirigía hacia el norte y utilizaba los puertos de Veracruz (México) y Portobelo (Panamá). La otra, surgida primero para el contrabando y luego oficializada ante la destrucción de Portobelo, se dirigía hacia el puerto de Buenos Aires y pasaba por Tucumán. Así, la ciudad que hoy es capital de la provincia más chica de la Argentina fue adquiriendo una importancia tan notable que en 1816 terminó siendo la cuna de la independencia nacional.

Este breve marco histórico se vuelve imprescindible para el turista que se acerque a esta bellísima provincia si, más allá de deleitarse con sus paisajes, desea comprender la idiosincrasia de su gente y recorrer el casco histórico de San Miguel. Allí, por supuesto, está la famosa "Casa de Tucumán", donde un cuerpo de delegados de las Provincias Unidas del Río de la Plata declaró la Independencia de España el 9 de julio de 1916. Por entonces, la casa era alquilada por los revolucionarios de Mayo y utilizada como cuartel. Establecida la Nación y trasladado el Congreso a Buenos Aires, la casa fue devuelta a sus antiguos propietarios y sufrió distintas reformas. En 1874 el gobierno la adquirió definitivamente pero no fue hasta 1941, cuando fue declarada monumento histórico nacional, que se inició la reconstrucción que le devolvió su perfil original. Hoy funciona como museo y se la puede visitar todos los días.

Tucumán tiene entonces una importancia fundamental en la historia y la constitución de la Argentina. Y se nota principalmente en su ciudad capital. Hoy, lejos de aquella centralidad nacional, la provincia se mantiene como eje neurálgico del norte argentino y es sede de diversos congresos y convenciones.

Si la capital tiene muchos atractivos que merecen ser conocidos, el resto de la provincia no se queda atrás. A poca distancia de San Miguel, una serie de circuitos turísticos de cerros y valles permiten disfrutar de una región que aún en el invierno tiene un clima agradable. A 107 kilómetros de la capital y a 2000 metros de altura, Tafí del Valle es un destino impostergable para los turistas, porque más allá de sus paisajes y de una infraestructura de servicios orientada hacia el visitante, el lugar conserva aún las huellas de su pasado aborigen. Es parte del circuito conocido como Valles Calchaquíes.

Pero más cerca aún de la capital está el Cerro San Javier. A tan solo 25 kilómetros, tiene una cumbre de 1876 metros y en él se pueden practicar parapente, trekking, cabalgatas, mountain bike y senderismo. Completan los atractivos turísticos más tradicionales de la provincia otros tres circuitos: el Valle de Choromoros, el Circuito Sur y el Circuito Chico-Las Yungas.


Cómo llegar
El Aeropuerto Internacional Teniente General Benjamín Matienzo de San Miguel de Tucumán recibe vuelos diarios de las principales ciudad del país.
También se puede llegar en tren desde Retiro. El viaje dura 24 horas y hay dos frecuencias semanales.
En auto, se puede llegar por la Ruta Nacional 9.