Vacaciones de invierno: Buenos Aires con ojos de turista

Turismo

Con clásicos a los que vale la pena volver, destinos nuevos y tesoros escondidos, la oferta turística de la ciudad es abrumadora. Aquí, diez circuitos para todos los gustos.

 

1. Casco histórico

Tiene a la Plaza de Mayo como punto de partida, y en torno a ella se levantan varios edificios con mucha historia: el Cabildo, la Catedral, la Casa Rosada, el Palacio del Gobierno de la Ciudad, bancos oficiales y ministerios. Muy cerca de allí, sobre la Avenida de Mayo, se encuentran la Casa de la Cultura (donde durante muchos años funcionó el diario La Prensa) y el Café Tortoni. Hacia el sur, la Manzana de las Luces (Bolívar, Moreno, Alsina, avenida Julio A. Roca y Perú), donde se hallan el Colegio Nacional de Buenos Aires, la Iglesia de San Ignacio, el antiguo edificio de la Universidad de Buenos Aires y otros edificios históricos; el Museo de la Ciudad; la Farmacia La Estrella, una de las más antiguas de Buenos Aires; la Iglesia y Convento de San Francisco, y la Basílica de Nuestra Señora del Rosario y Convento de Santo Domingo. Hacia el oeste, sobre Avenida de Mayo, se puede observar el Monumento al Quijote; el Hotel Castelar; el Teatro Avenida, y el Palacio Barolo, uno de los edificios más singulares de la ciudad.

 

2. Puerto Madero y Retiro

El barrio más nuevo de la ciudad, creado a principios de los 90 sobre edificios abandonados durante décadas, hoy es una zona llena de edificios de viviendas y oficinas de última generación, hoteles de muchas estrellas y una nutrida oferta de bares y restaurantes. Con sus calles cuyos nombres rinden tributo a mujeres que hicieron historia, se destaca el Puente de la Mujer, obra del célebre arquitecto valenciano Santiago Calatrava. Se pueden visitar la Colección Fortabat y la Fragata Presidente Sarmiento, y caminar hacia la Costanera Sur, con sus “carritos” para degustar carnes y achuras y donde se destacan la Fuente de las Nereidas y el Museo de los Inmigrantes. Hacia el río, uno de los lugares más bellos de la ciudad para los amantes de la naturaleza agreste: la Reserva Ecológica. Y para los amantes del juego, el barco-casino. De este lado del canal fluvial, el imponente Centro Cultural Kirchner, la emblemática calle peatonal Florida (con las Galerías Pacífico y sus frescos en el interior de la cúpula con las firmas de Antonio Berni, Lino Spilimbergo, Juan Carlos Castagnino, Demetrio Urruchúa y Manuel Colmeiro Guimarás), la Plaza San Martín, el edificio Kavanagh y la Torre Monumental (ex Torre de los Ingleses).

 

3. El sur

La Feria de la Plaza Dorrego, en el corazón de San Telmo, es quizás el lugar más emblemático de esta zona histórica en la que hoy se concentra buena parte de los anticuarios de la ciudad, además de bares, restaurantes y hostels para turistas con poco dinero y mucha pasión viajera. El Parque Lezama (donde funciona el Museo Histórico Nacional) y la avenida Caseros (con sus edificios de estilo francés y sus bares y restaurantes de moda) son dos atractivas paradas camino a La Boca, donde la pintoresca calle Caminito atrae la atención de los visitantes, en un marco en el que conviven atelieres de artistas plásticos, las muestras de la Fundación Proa y la Bombonera, el simpático estadio del club Boca Juniors, cuyas instalaciones y museo pueden visitarse.

 

4. Teatros y librerías

En torno al Obelisco se concentra buena parte de la actividad teatral de la ciudad, en particular las salas llamadas “comerciales” de la avenida Corrientes, aunque también hay algunas pertenecientes al off Corrientes. Claro que también funcionan en la zona dos teatros oficiales que, pese a que su diferencia de prestigio y envergadura, son emblemáticos de la cultura de Buenos Aires: el Colón y el San Martín (que en los últimos años estuvo mayormente cerrado por una serie de refacciones). En tanto, varias de las tradicionales librerías de Corrientes siguen en pie, ya no abiertas hasta muy tarde en la noche pero sí con su oferta de libros nuevos y usados de enorme variedad y con algunos de sus históricos libreros dispuestos a dar cátedra. Bares y restaurantes también tradicionales, aunque mayormente aggiornados, completan el paisaje.

 

5. Recoleta y museos

El antiguo Cementerio de la Recoleta, donde más de 90 bóvedas fueron declaradas Monumento Histórico Nacional, es el punto de partida de este circuito, que continúa con la vecina Iglesia del Pilar, la bella Plaza Francia con su feria de artesanos, el tradicional Café La Biela, la elegante avenida Alvear con sus locales de productos exclusivos, y varias opciones para los aficionados al arte: el Centro Cultural Recoleta, el Palais de Glace y el insoslayable Museo Nacional de Bellas Artes, y un poco más hacia el norte el Museo de Arte Hispano Fernández Blanco y el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba).

 

6. Circuito verde

Se llama Parque Tres de Febrero pero todos conocen la zona —una de las más caras y, por lo tanto, de las más privilegiadas de la ciudad— como Bosques de Palermo. Son unas 370 hectáreas que albergan unos 12.000 árboles y tres lagos artificiales, lo que lo convierte en el espacio verde más importante de Buenos Aires, y de cuyo diseño participó el prestigioso paisajista parisino Jules Charles (Carlos) Thays. En este extenso, pacífico y atractivo paisaje se destacan el Rosedal (con sus 18.000 rosales y numerosas obras de arte), el Museo Sívori, el Planetario Galileo Galilei, el Jardín Japonés, el Jardín Botánico, el Zoológico y el Museo Evita.

 

7. Belgrano

Siguiendo hacia el norte, el Hipódromo de Palermo y el Campo Argentino de Polo son la antesala para visitar uno de los barrios más antiguos y aristocráticos, hoy uno de los más habitados y con mayor actividad comercial. Al pie de sus famosas Barrancas (donde vale la pena visitar su glorieta, en especial si están bailando los aficionados al tango que allí se convocan) se encuentra el Barrio Chino, acotado pero bullicioso, donde además de  especialidades y comidas orientales pueden comprarse productos gourmet de todo tipo y de todo el mundo. Cerca de allí, hacia el río, se halla el estadio de fútbol del club River Plate, el Monumental, el más grande e importante de la Argentina, cuyas dependencias y museo están abiertos al público para ser visitados. Para los amantes de las exhibiciones están el Museo Sarmiento y el Museo de Arte Español Enrique Larreta.

 

8. Los Palermos

Varios polos gastronómicos, tiendas de diseño y locales de diversión (en especial, nocturna) confluyen en esta zona de extraordinario y sostenido crecimiento, en especial en Palermo Soho y Palermo Hollywood. Allí se concentra una parte importante de la oferta de la ciudad en materia de bares y restaurantes, con el plus de que se trata mayormente de lugares que siguen tendencias de otras grandes capitales. Así, la mayoría de las novedades en comidas y bebidas hacen su desembarco en alguno de estos Palermos, o en ambos. Según las guías de restaurantes, en esta zona hay cerca de 40 variedades de cocina, entre tipos y etnias. El punto de reunión es, por lo general, la Plaza Julio Cortázar, más conocida como Plaza Serrano, en torno a la cual abundan bares, pubs y restaurantes de moda y en la que también funciona una feria de artesanías y afines los fines de semana. Librerías y disquerías suman a la oferta cultural, mientras que sobre la avenida Córdoba y en algunas calles interiores, outlets de marcas importantes permiten comprar ropa, calzado y accesorios a precios convenientes.

 

9. Sabor y color regional

Al margen de las áreas más céntricas, a las que se accede fácilmente en subte e incluso a pie, se encuentran dos atractivos espacios, en los confines de la ciudad hacia el oeste, a los que no siempre llega el turismo. Uno es la Feria de las Artesanías y Tradiciones Populares Argentinas, más conocida como Feria de Mataderos, que todos los domingos desde hace 31 años ofrece comidas típicas, espectáculos de danza y música folklóricas y destrezas gauchescas. El otro, que no suele figurar en las guías pero vale la pena ser visitado, especialmente por los viajeros curiosos y amantes de la gastronomía, es el Mercado Andino de Liniers, originalmente conocido como Mercado Boliviano, pero que luego sumó a los muchos inmigrantes peruanos llegados a la Argentina en los últimos años. Se trata de una feria que funciona en locales y también a cielo abierto, donde es posible consumir las más variadas y exquisitas especialidades de Bolivia y Perú y comprar productos típicos de esos países, ofrecidos por los inmigrantes afincados en el nuestro.

 

10. Arte callejero

Grafitis, esténciles, murales y otras muestras de arte callejero —por otra parte, cada vez más sofisticado— embellecen muchas de las paredes grises de Buenos Aires en distintos barrios. Aunque es posible encontrarse con estas obras en muchos lugares sin un plan previo, son más disfrutables cuando forman parte de un circuito. Hay numerosas ofertas de tours privados y también dos recorridos autoguiados elaborados por el gobierno local. Están organizados por zonas: la ruta tradicional (https://turismo.buenosaires.gob.ar/es/recorrido/arte-urbano-ruta-tradicional) comprende los barrios de Barracas, la Boca, San Telmo y Abasto, mientras que la ruta emergente (https://turismo.buenosaires.gob.ar/es/recorrido/arte-urbano-ruta-emergente) abarca los de Coghlan, Villa Urquiza, Colegiales y Palermo.