Yoga, beneficios garantizados

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Millones de personas en el mundo adhieren a esta práctica de origen remoto y cuyos beneficios se sienten  a nivel del cuerpo, la mente y el espíritu. La tendencia ha crecido de forma notable en occidente en las últimas décadas. Ahora, numerosos estudios científicos demuestran la eficacia del Yoga como instrumento terapéutico, en la prevención y tratamiento de numerosas dolencias y enfermedades.

La búsqueda en una de las mayores bases de datos del mundo (Pubmed.com, Biblioteca Nacional de Medicina) sobre trabajos de investigación relativos al yoga arroja un resultado impensado: a diferencia de lo que podría creerse, existe una creciente evidencia clínica y científica confirmando que la práctica del yoga es beneficiosa para una amplia variedad de pacientes.
El yoga puede definirse como un método basado en ejercicios, proveniente de una antigua tradición de la India,  que permite trabajar y mejorar las distintas funciones corporales vinculadas a la parte muscular, articular y ósea, pero también cardiovascular y respiratoria.

Más allá de que privilegien el desarrollo de la fuerza y el equilibrio, la flexibilidad o la concentración, todas las escuelas y variantes del yoga –entre ellas Iyengar yoga, Ashtanga yoga, Kriya yoga, Vini yoga y Bikram yoga, así como Hatha yoga "genérica"- involucran "asanas," o posturas, que a su vez se realizan ejercitando técnicas especiales de respiración. Puede involucrar también técnicas de meditación, cantos y consideración de puntos de vista filosóficos y religiosos. La nutrición y la alimentación equilibrada es otro aspecto de central importancia.
Los estudios científicos provenientes de distintas universidades del mundo y publicados en revistas especializadas durante la última década proporcionan amplia evidencia de que es un método que mejora, entre otras cosas, la oxigenación de la sangre, disminuye la hipertensión y el estrés, aumenta laflexibilidad y la fuerza muscular y favorece una serie de cambios bioquímicos -que incluyen la excreción urinaria creciente de norepinefrina y el descenso en los niveles salivales del cortisol- que también previenen el estrés, mejoran el estado de ánimo y disminuyen la probabilidad de dolencias cardíacas.

Los beneficios cardiorrespiratorios se han probado en personas de la tercera edad y en personas sedentarias, con y sin artritis. A su vez, se sabe que  las técnicas de respiración controlada (pranayamas) reducen los síntomas del asma.
En el plano físico, el hecho de fortalecer los músculos y huesos, también provoca un  retraso del proceso de envejecimiento, al tiempo que incrementa la sensación de  energía vital. En el plano mental está claro que favorece la disminución de la ansiedad, favorece la concentración y la capacidad de razonamiento.
Un grupo de científicos de la Universidad Estatal de Ohio logró identificar, por primera vez, uno de los mecanismos a través del cual esta disciplina logra beneficios biológicos en nuestro cuerpo: la investigación -publicada por la revista Psychosomatic Medicine- revela que las personas que hacen yoga habitualmente presentan una menor cantidad de Interleukina 6 (IL-6) en la sangre, una proteína que se asocia con situaciones de estrés y envejecimiento y que actúa como mensajera diciéndole a los órganos y tejidos que ‘se inflamen’ ante ciertos estímulos -una respuesta que se ha relacionado con la aparición de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes tipo 2,  artritis y una larga lista de enfermedades vinculadas a la vejez-. Por lo que, hacer yoga, explican los expertos, protegería contra estos males.

A su vez, investigadores de Duke University publicaron recientemente una revisión de más de 100 estudios que analizaron el efecto del yoga sobre la salud mental. El autor principal, el Dr. P. Murali Doraiswamy, profesor de psiquiatría y medicina de Duke University Medical Center dijo a la revista Time: "La mayoría de las personas ya saben que el yoga produce un especie de efecto calmante. Individualmente, las personas se sienten mejor después de hacer ejercicio físico. Mentalmente, la gente se siente más tranquila, más relajada, quizá más contenta. Pensamos que era el momento de ver si podíamos juntar toda la información, para ver si existía suficiente evidencia, para que los beneficios presentes en las personas individuales pudieran utilizarse para ayudar a las personas con enfermedad mental." Según sus resultados, el yoga parece tener un efecto positivo en la depresión leve, los problemas del sueño, la esquizofrenia (entre los pacientes con medicación), ADHD (entre los pacientes con medicación). Algunos de los estudios sugieren que el yoga puede tener un efecto similar a los antidepresivos y la psicoterapia, al influir en los neurotransmisores y aumentando la serotonina. También se descubrió que el yoga reduce los niveles de inflamación, estrés oxidativo, lípidos en la sangre y factores de crecimiento. Según lo informado por Time: “Los investigadores dicen que existe evidencia suficiente para justificar un estudio más amplio sobre los efectos del yoga sobre la salud mental, y debe ser considerada como parte del tratamiento para otros  trastornos.”

Yoga, beneficios probados:
A nivel físico
• Fortalece músculos y huesos
• Mejora la flexibilidad en músculos y articulaciones
• Mejora la postura y la alineación corporal
• Mejora la digestión, la circulación y el sistema inmunológico
• Refuerza el funcionamiento de los órganos neurológicos y endócrinos
• Previene y da alivio a enfermedades crónicas, dolores crónicos, ansiedad y desórdenes de pánico, depresión, trastornos en el sueño, fatiga crónica y presión alta.

A nivel mental

• Aumento de la sensación de paz, mejora el estado de alerta y la claridad mental
• Aumenta la habilidad para lidiar efectivamente con el estrés de corto y largo plazo
• Aumenta la concentración
• Mejora el autoestima
• Aumenta la energía y el entusiasmo por la vida