Los ojos son órganos delicados que merecen cuidados especiales, sobre todo en los meses de calor, cuando quedan expuestos a climas extremos y a factores inevitables  como el cloro, sol, arena y el viento, entre otros. Conviene tener en cuenta, para reforzar la protección, consultar al especialista (oftalmólogo) una vez al año, o ante cualquier síntoma o signo de que algo no anda bien. Si no hubiera síntomas, de todas formas conviene controlarse ya que en los ojos no siempre se manifiestan los problemas o enfermedades del órgano. Las vacaciones, cuando hay menos exigencias horarias, pueden ser un buen momento para decidirse y consultar.

Se calcula que un 50% de los casos de pérdida de visión podrían evitarse si interviniera un profesional a tiempo y se siguieran los tratamientos indicados. En verano, es especialmente importante protegerse, sobre todo del sol, ya que los rayos ultravioletas dañan la visión ya que lastiman la retina y pueden acelerar la aparición de patologías como cataratas. En este sentido es importante elegir lentes de sol adecuados, y evitar, por ejemplo, los de plástico que venden en los kioskos o estaciones de servicio, ya que no tienen filtros adecuados y además obligan al ojo a esforzarse más de lo debido.

Hay alimentos que también, por su composición, pueden ayudar a mantener una buena visión, entre ellos se destacan las zanahorias, y también los pimientos y las almendras son ideales porque contienen nutrientes esenciales para la salud de la retina, mientras que el huevo –rico en vitamina A- también debe formar parte de una dieta bien pensada. La dieta ideal debería contener, en mayor proporción, frutas y verduras, fuente de fibras y antioxidantes naturales que todos los órganos –pero en particular los ojos- precisan para evitar un envejecimiento precoz.
La calidad de vida y un bajo nivel de estrés también colaboran –y en gran medida- para preservar la salud visual. Es importante saber que la computadora, la TV (las pantallas) generan estrés visual, y que conviene descansar la vista cada veinte minutos o media hora –saliendo al aire libre o leyendo un libro incluso-, para no forzar las funciones naturales. También el exceso de trabajo y la falta de sueño alteran la presión y el flujo ocular, hinchando los ojos. Si siente los ojos cansados puede utilizar una máscara fría para descongestionar o irrigar la zona dándoles a los ojos un suave masaje con la yema de los dedos, sentirá un efecto reparador.

Quienes practiquen deportes al aire libre (running, etc) deberán utilizar anteojos especiales, para proteger los ojos del sol y del polvo. Se puede practicar deportes, pero siempre con las gafas adecuadas: el constante cambio de luz es uno de los principales problemas para las personas que practican deportes al aire libre.
Además, lavar siempre los ojos con agua limpia (sin jabón ni cremas) en la zona de los párpados. De utilizar cremas en la zona del contorno de ojos, aplicar sólo hasta el hueso del pómulo, ya que la delgadez de la piel de la zona puede producir una reacción alérgica y el ingreso de las cremas a los ojos patologías moderadas o graves si los productos contienen ácidos.

La iluminación de los ambientes, a su vez, debe ser generosa, para no tener que forzar la vista. No es conveniente trabajar en la PC ni mirar TV a oscuras, en lo posible mantener las luces encendidas.  Finalmente, no usar jamás anteojos recetados para otras personas.