Conjuntivits: pequeño ABC

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Por lo general resulta leve y fácil de tratar, aunque algunos cuadros pueden ser más complicados. Las preguntas más frecuentes sobre una de las afecciones típicas del verano.

“En la Argentina son todos médicos, ¿quién no te dice qué hacer si estás empachado, te duele la columna, se te tapó el oído o tenés conjuntivitis?”, lanza Guillermo Talevi, médico oftalmólogo del hospital Pedro Lagleyze. Como para no caer en falsos diagnósticos (y menos aún en la peligrosa automedicación) el experto responde una serie de preguntas orientadas a conocer algo más sobre esta afección tan común como poco conocida en algunos de sus aspectos básicos.

Primero lo primero, ¿qué es la conjuntivitis?

La inflamación de la conjuntiva, un tejido que reviste la parte blanca del ojo -la esclera- y la parte de atrás del párpado. Ahora bien: la conjuntiva se puede inflamar por varias causas: físicas, químicas, bacterianas, micóticas, virales.

¿Cuáles son, entonces, los diferentes tipos de conjuntivitis?

Las físicas pueden darse por la exposición al sol, a la luz ultravioleta o infrarroja, que hacen que se inflame la conjuntiva y además la córnea (de hecho el mayor compromiso está en la córnea). Son típicas de quienes van a esquiar, o de quienes se ponen a soldar sin los anteojos adecuados y después no pueden dormir de cómo tienen los ojos.

Entre las de causa química las más comunes son las que se producen si al ojo le entra lavandina, o nafta, o jabón, y también –casi siempre- involucran la córnea.

Luego están las conjuntivitis producidas por microorganismos, que en términos generales pueden ser bacterias, hongos o virus.

Y hay además un tipo de conjuntivitis muy agresiva que se llama vernal, le podríamos decir alérgica, y que habitualmente se genera por un proceso de híper reacción a agentes como el polen de los árboles. Suelen ser peores en primavera y verano, y si bien no son graves sí terriblemente molestas.

¿Por qué la conjuntivitis viral es la peor de todas?

Porque es súper contagiosa. Cuando hay epidemia de estas conjuntivitis en el Lagleyze podemos llegar a ver 5.000 pacientes en un día. El tema es que la fase de contagio se da cuando la enfermedad está con lo que se llama los “pródromos”, que son los signos y síntomas que preceden a la enfermedad. Por eso es tan difícil no contagiarse. 

A la mayoría las causa un virus que se llama adenovirus que suele atacar la conjuntiva, generalmente también el ganglio preauricular y a veces los ganglios maxilares. Eso empieza en un ojo y cuando va por la mitad de su evolución pasa al otro ojo. Pero no es que se contagia de un ojo al otro, sino que es un mismo proceso bilateral. Por eso no se puede evitar.

Hay una variante que es la conjuntivitis membranosa y hace unas membranas entre el párpado y el ojo que hay que sacar, porque pueden terminar raspando y haciéndole úlceras a la córnea, ya de por sí bastante damnificada por todo el proceso.

En general dura un mes, pero hay pacientes a los que les puede durar dos o hasta tres meses. También existen casos en los que todo el proceso produce del lado de adentro de la córnea unos depósitos que se llaman subendoteliales y que pueden afectar la visión.

¿Y por qué se produce la conjuntivitis?

La conjuntiva se inflama como un mecanismo de defensa, la glándula lagrimal produce mayor cantidad de secreción con el objetivo de que todas esas lágrimas saquen el contaminante.

Muchas veces los fenómenos de defensa del organismo son exacerbados y terminan produciendo síntomas desagradables por la propia inflamación que de alguna manea está “por demás”. El caso más extremo serían las enfermedades autoinmunes.

¿Cómo se tratan las conjuntivitis?

En las conjuntivitis físicas y químicas hay que tapar el ojo, porque el problema en realidad está en la córnea y solo secundariamente la exposición de la conjuntiva. Las bacterianas son de rápida evolución y se curan con antibióticos.

El tema de las virales es diferente, porque si te ponés gotas o te das una inyección intramuscular con corticoides los síntomas pueden aliviarse. Pero no es más que eso: un tratamiento sintomático. Para lo que no hay nada es para impedir el ciclo del virus. Los corticoides bajan la inflamación y por lo tanto, la molestia, aunque no se está atacando la causa de la enfermedad.

¿Qué recomendaciones se le pueden dar a quien se contagió de conjuntivitis?

Hace poco estaba esperando que me atendieran en la farmacia y en eso la mujer que estaba adelante en la cola le pregunta a la farmacéutica: “¿Qué tenés para la conjuntivitis?”, y ahí nomás le recomendó unas gotas con corticoides. Cuando se las estaba dando le digo a la mujer: “Rezá que no tengas un herpes en vez de conjuntivitis, porque entonces si te ponés esas gotas terminás en la lista de trasplantes de córnea del Incucai”. Las dos me miraron con cara de espanto. La farmacéutica, que estaba haciendo ejercicio ilegal de la medicina por recomendar una medicación sin saber qué tenía la paciente; y la víctima, que por saltearse el paso de la consulta estaba incurriendo en un riesgo serio.

Les dije que era oftalmólogo y les expliqué que si ella llegaba a tener una queratoconjuntivitis herpética, cuyos síntomas son muy parecidos a los de las otras conjuntivitis, los corticoides le bajarían la inmunidad –porque eso es, básicamente, lo que hacen los corticoides- y el herpes se le podría propagar peligrosamente a toda la córnea.

Por eso la recomendación ante los primeros síntomas es ir siempre a una consulta, a una guardia oftalmológica. Porque tal vez entró un cuerpo extraño en el ojo y uno piensa que tiene conjuntivitis y se está poniendo gotas cuando lo que tiene es una partícula metálica clavada en la córnea.

Una vez que está hecho el diagnóstico, cuidarse de no contagiar a otros lavándose las manos y usando siempre sus propias almohadas y toallas, aunque también es cierto que con solo tocar el picaporte podría estar contagiando.

No es grave la conjuntivitis. Lo importante, en todo caso, es no automedicarse. 

 

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