La cosecha del Padre Farinello

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Cura obrero, militante político y referente social, Luis Farinello es uno de los líderes más importantes de la solidaridad en la Argentina. Un ejemplo importante de coherencia y de opción genuina por los que menos tienen, a quienes ha dedicado no sólo su prédica sino todo su esfuerzo.
La solidaridad y el compromiso con las necesidades de los sectores populares, no se ejercen en soledad sino que se materializan contagiando voluntades y aunando esfuerzos.
Vamos a conocer entonces parte de la "cosecha" de este militante de la vida, vamos a adentrarnos en la historia y el desarrollo de la Fundación del Padre Luis Farinello, quien con  su labor sostenida en el sur del conurbano, nos enseña cada día que la solidaridad y el afecto por nuestros compatriotas nunca deben demorarse.

Revista Cabal.: ¿Cuál es la tarea que lleva a cabo la Fundación del Padre Farinello?
Fundación Padre Farinello: La misión de la Fundación es contribuir al progreso y bienestar de las personas de sectores marginados, apoyando y promoviendo programas que mediante la aplicación práctica del conocimiento y el uso eficiente de los recursos, satisfagan las necesidades de la comunidad.
Nuestros objetivos son elevar la calidad de vida de los niños, los jóvenes y la de sus familias, apuntando al desarrollo integral. También, promover espacios de participación social, con la finalidad de abordar temas referidos a los derechos humanos, al trabajo, las adicciones y la integración social.
 

¿Cómo surgió el proyecto de la Fundación?
Luis Ángel Farinello fue ordenado sacerdote el 30 de agosto de 1964; al poco tiempo se hace cargo de la Parroquia  Nuestra Señora de Luján, en el Partido de Quilmes, Provincia de Buenos Aires, ubicada a sólo 18 kilómetros del edificio del Congreso Nacional, en el conurbano sur, allí toma contacto con la realidad social de la pobreza, el abandono, la desnutrición, el hambre y la muerte.
Este joven sacerdote fue designado por el entonces Monseñor Jerónimo Podestá como párroco con residencia en esa pequeña parroquia, que terminada la nueva construcción, se conoció en Quilmes como “La Iglesia Caracol”, por su arquitectura y su sentido de estar todos cerca de todos y todos cerca del celebrante, idea de este joven párroco, Luis Ángel Farinello.
Los primeros años de actividad apostólica coincidieron con los tiempos de renovación que trajo a la Iglesia Universal el Concilio Vaticano II y con la apertura a lo social que impulsó la II Conferencia Episcopal Latinoamericana realizada en Medellín en 1969.
No fue ajena a los lineamientos pastorales la presencia activa de su párroco en el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo y las opciones políticas y pastorales que dicho movimiento llevó adelante. Tampoco la opción preferencial por los pobres asumida por la Iglesia Latinoamericana preanunciada en Medellín, diez años más tarde, confirmada y explicitada por la III Conferencia Episcopal Latinoamericana en Puebla.
Al contexto eclesial de renovación que trajeron el Concilio y Medellín, brevemente descrito, se debe unir la ebullición que por entonces vivía nuestro país.
Muchas iglesias reemplazaron a los locales partidarios, cerrados por la dictadura militar, como ámbitos de discusión política. La parroquia Nuestra Señora de Luján no fue una excepción; en este sentido, las reuniones políticas, el cine debate, las charlas de doctrina peronista estaban siempre acompañadas por la policía.
Desde su visión de igualdad social, se convirtió en un cura obrero para ganar el sustento con el fruto de sus manos y así sostener la actividad de la parroquia; esta decisión generó debates y desencuentros en la comunidad. Luego de siete años de trabajar como albañil accedió a dejar de trabajar como obrero, pero aún así sostenía su negativa de cobrar los sacramentos, por este motivo, a modo de solución, un grupo de personas de la comunidad conformaron la cooperadora parroquial para sostener los gastos parroquiales.
El Padre Luis Farinello, para procurarse el sustento, se dedicó a repartir libros de una editorial entre los libreros. En su afán por servir a los pobres y acompañado por quienes colaboraban con él en sus duros y épicos años, no dejaban de plantearse el comenzar a trabajar en la Villa cercana a la parroquia.
Esta situación que luego se acrecentaría, lo hace comprometerse con una comunidad a la que le dedica su vida, donde con el correr de los años se estableció lo que hoy es la Fundación Padre Luis Farinello.  Su obra lleva ya casi cuarenta años de trabajo pastoral y social, realizado durante mucho tiempo desde la Parroquia mencionada con anterioridad.
 

¿A quiénes está destinada la ayuda que se brinda?
La ayuda que brinda la Fundación está destinada en forma directa a niños de 0 a 14 años y a jóvenes de 15 años en adelante, de sectores marginados.
En forma indirecta también ayuda a los familiares de los beneficiarios directos, especialmente ubicados en los Partidos de Quilmes y Lomas de Zamora, Provincia de Buenos Aires; y la comunidad en general.
 

¿Qué actividades realizan?
Brindamos:
• Asistencia Profesional
•  Salud: se atiende pediatría, clínica y farmacia.
• Asistencia Social: orientación ante las necesidades de los pobladores.
• Atención a familias (ropa y alimento)
 

¿Cuáles son los principales logros alcanzados en todo este tiempo?
En cuanto a los proyectos propios, hemos desarrollado la Casa del joven en la cual llevamos a cabo diferentes talleres. Fue creada a partir de la necesidad de dar una continuidad a aquellos jóvenes que iban “egresando” de la Casa del Niño. Los objetivos que se planteó desde un principio fueron colaborar para que los jóvenes finalizaran sus estudios secundarios, capacitarlos para un trabajo digno, enseñarles un oficio e insertarlos en el campo laboral productivo/ competitivo, ocupar sus tiempos libres, alejándolos de la droga, la violencia y la delincuencia. En la actualidad concurren aproximadamente 30 jóvenes quienes participan en los talleres de artesanías en cuero y Madera.
En alianza, hemos concretado el Centro Materno Infantil y la Casa del Niño, los cuales se establecieron entre la Fundación y la Secretaría de la Niñez, Adolescencia y Familia, perteneciente al Gobierno de la Provincia de Buenos Aires.
 

¿Reciben alguna ayuda de algún organismo estatal?
La Fundación no cuenta con ningún tipo de subsidio, razón por la cual solamente funciona en forma precaria, gracias a  los aportes de las donaciones de particulares.
 

¿Cómo se puede colaborar con la organización?
Realizando donaciones en efectivo mediante depósito en:
Banco de la Provincia de Buenos Aires, sucursal Quilmes. Cuenta Corriente: Nº 5087-14830/2, o interdepósito desde cualquier sucursal del país o en la Sede Central de la Fundación: Echeverría 441- esquina Paz – (1878)- Quilmes. Tel: (54-11) 4224-0872 / 4224-8698. También pueden hacer donaciones a través del débito automático de su Tarjeta Cabal.
E-mail: info@fundafar.org.ar
Web: www.fundafar.org.ar
Donación de alimentos, medicamentos, ropa, calzado, útiles, muebles, etc., en la sede central de la Fundación.
Horario: Lunes a viernes de 8.00 a 16.00 hrs.