Reciclado de basura: nuevos proyectos en danza

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El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) trabaja en un proyecto único en el mundo que permitiría convertir la basura en energía eléctrica, por medio de hornos especializados.  Raúl Poliak, coordinador del Proyecto VERSU (Valorización Energética de Residuos Sólidos Urbanos) aporta a Cabal Digital las claves de una idea que podría dar solución a un problema ambiental complejo y acuciante.

¿Es posible convertir la basura, los desechos urbanos, en energía limpia y renovable? Esa es la pregunta que motorizó al grupo de investigadores nacionales que asumieron el desafío de reciclar los residuos de manera de poder aportar al cuidado del medio ambiente y, a la vez, generar una nueva fuente de energía, que provea de electricidad a ciudades medianas y pequeñas, que en conjunto conforman gran parte del territorio poblado en el país.

Buscando alternativas, los investigadores del INTI diseñaron un proyecto único en el mundo que permitiría reciclar la basura y convertirla en energía. El sistema podría eliminar hasta un 90% de los rellenos sanitarios, además de proveer a las industrias de de energía eléctrica a pequeña escala. Actualmente existen en otras partes del mundo plantas que lo hacen a gran escala, sin embargo esta iniciativa, no tiene antecedentes.

Se trata, en rigor, de una planta de incineración de basura de pequeña escala, con un sistema de ciclo combinado de gas y vapor que genera electricidad. La evaluación de esta tecnología podría resultar en una solución al mismo tiempo ambiental y energética.

La Valorización Energética de Residuos Sólidos Urbanos (de allí surge la sigla que da nombre al proyecto, VERSU) implicaría una incineración controlada, y un proceso de poscombustión  que produciría la energía eléctrica. No se trata de la incineración de basura tradicional, que libera gases a la atmósfera, sino de una tecnología que permitiría resolver parte importante del problema ambiental, causada por la inadecuada disposición de la basura en basurales no controlados, y el energético, porque generaría electricidad para consumo de la comunidad. El efluente de gases residuales sería tratado de manera que la salida contuviera sólo vapor de agua.

¿Por qué es tan importante el reciclado? Porque la basura que diariamente generan las ciudades –llamada técnicamente Residuos Sólidos Urbanos o RSU-, aunque se entierre, termina generando gas metano, que asciende a la atmósfera y se transforma en anhídrido carbónico (CO2), causante del calentamiento global, además de colaborar con la contaminación general que afecta a los individuos, los suelos, los animales y por ende los alimentos que se consumen. 
Para evaluar el proceso de conversión, el Instituto desarrolla actualmente un prototipo industrial que se instalará en San Martín, Mendoza, la “Planta VERSU”.
Poliak explica que esta tecnología, tal como el INTI la entiende, “no excluye al reciclado, sino que lo complementa, porque en la jerarquía que plantea la gestión integral de RSU sólo debe buscarse la generación de electricidad después de reciclar todo aquello que sea viable”.

El objetivo prioritario del INTI, apunta el especialista, es “iniciar fuertes acciones de difusión y concientización tecnológica sobre el tema de la valorización energética de los RSU, para después introducirse en las tecnologías de valorización energética de los Residuos Sólidos Urbanos (VERSU), comparar antecedentes, evaluar el estado actual de desarrollo en el mundo, situación ambiental y legislación existente. Se pretende difundir el concepto de gestión integral de los residuos domiciliarios, y de la importancia de  reciclar los componentes útiles, como vidrios, materiales celulósicos, metales, plásticos, además de propiciar las tecnologías térmicas tradicionales y avanzadas, con el aprovechamiento de los gases de combustión para generar energía eléctrica en  poblaciones de pequeña y mediana escala.”
Como las poblaciones de mediana escala –de entre 2 mil a 10 mil habitantes- corresponden al 93,12% de las localidades y al 22,02% de la población del país, se busca resolver en primera instancia las necesidades de estas ciudades.

Está claro para los impulsores del proyecto es que el tratamiento de la basura comienza por una decisión política nacional, regional o municipal que debe cumplirse y controlarse.  Opinan que el que más contamina más debería pagar, en este sentido adhieren al concepto de “responsabilidad del productor” del residuo, vigente en Europa. Dado que no existen plantas de VERSU por Pirolisis funcionando en el mundo, concluyen que debería recorrerse un camino cuidadoso de pruebas en prototipo industrial donde se verificaran las ventajas e inconvenientes de esta  tecnología.
Piensan, que podría aplicarse el sistema europeo de concesión: un operador que construya la planta VERSU y se lo concesione por 20 años. De esta manera el operador construye plantas de máxima eficiencia, al menor costo y en el menor tiempo, para evitar pérdidas y mayores costos de mantenimiento. Consideran, finalmente, que sería importante intensificar el desarrollo del proyecto VERSU del INTI para pequeña y media escala, para evaluar el cumplimiento de sus parámetros de diseño, sus características innovadoras, y así también su mayor eficiencia energética, y menor inversión y costo operativo.