Entrevista a Marcela Acuña



Deportes

La mujer que llevó el boxeo femenino argentino al más alto nivel, hoy sigue dando pelea arriba del ring mientras también se dedica a la política.

 

 

 

 

Historia más que singular la de Marcela Eliana Acuña, más conocida como la Tigresa. Formoseña de 39 años, logró ser campeona mundial de boxeo cuando ya era madre de los dos hijos que tuvo con su esposo y primer entrenador, un hombre que le lleva 22 años. Pero a sus pergaminos pugilísticos, le ha sumado grandes dosis de exposición pública, bailando en el show televisivo de Marcelo Tinelli y convirtiéndose en legisladora bonaerense.

Vayamos entonces por partes. El 17 de diciembre de 2009, con 17 años de convivencia encima, Marcela Acuña y Ramón Chaparro contrajeron matrimonio ante el registro civil y al día siguiente lo refrendaron ante la Iglesia. Maximiliano y Josué son los dos hijos de la pareja, el primero nacido cuando Acuña tenía solo 16 años y el segundo dos años más tarde. No fue fácil para Marcela y Ramón llevar adelante una relación mirada desde afuera con mucha desconfianza por la diferencia de edad, especialmente en sus comienzos. Sus vidas se habían cruzado cuando ella tenía solo 7 años y ya se destacaba en la disciplina de full contact. Allí fue cuando él empezó a entrenarla hasta que ocho años después iniciaron el vínculo amoroso que los une hasta hoy.

Con Chaparro siempre a su lado, la Tigresa redefinió su vocación deportiva y terminó llegando a lo más alto del boxeo, aunque el camino tampoco fue fácil. Campeona sudamericana de full contact a los 14 años, pronto se dio cuenta que el boxeo le atraía mucho más. Y sin un solo combate oficial de experiencia previa, tuvo la oportunidad de pelear por el título mundial ante su admirada Christy Martin en 1997. Perdió y tampoco tuvo éxito en su segundo intento ante Lucia Rijker al año siguiente. El nacimiento de su segundo hijo la alejó de los rings por un tiempo. Pero además la polémica por haber llegado a pelear por un título mundial en sus dos primeras peleas estaba instalada.

Acuña volvió a boxear en 2001. Pero ahora sí, lo hizo "desde abajo" y las victorias se empezaron a acumular. En su tercer intento por obtener el título mundial volvió a fallar, esta vez en la Argentina, ante Alicia Ashley y con un fallo dividido. La cuarta prueba ante la misma rival también terminó en derrota, aunque aquí de manera unánime. Recién el 6 de diciembre de 2003, en el Luna Park y ante la panameña Damaris Pinock Ortega, la Tigresa logró consagrarse campeona mundial de la categoría supergallo de la WIBA. Era la primera boxeadora argentina que lo lograba.

Desde entonces y hasta hoy se sucedieron defensas exitosas, más títulos (obtuvo el cinturón supergallo de la AMB, del CMB y de la OMB, además del de peso pluma de la AIB), anuncios de retiro y regresos. Su última pelea fue el 7 de mayo, con triunfo y título interino pluma vacante de la Asociación Mundial de Boxeo ante su compatriota Mayra González, luego de 21 meses sin boxear.  Ocupada como concejala del Partido de Tres de Febrero desde 2009, Acuña todavía tiene sueños por cumplir arriba del ring.