Micaela Barroso, oriunda de la localidad bonaerense de San Vicente, es una de las jóvenes promesas del deporte argentino. Luego de destacarse en el ciclismo junior, ahora con 22 años empieza el duro proceso de empezar a competir en el primer nivel. El año pasado obtuvo la medalla de bronce en la prueba de scratch del Campeonato Argentino de Pista. Y tiene un objetivo grande: clasificar para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Este año Micaela se hizo lugar para participar del Mundial Adaptado de Pista, disputado en Río de Janeiro, acompañando en tándem a Florencia Sánchez, una deportista no vidente. El primer dúo de la historia nacional en competir en un Mundial realizó una actuación notable, alcanzando el noveno puesto en la prueba de Persecución.

Integrante del equipo Weber Shimano Ladies Power, Micaela convive con una lesión bastante importante en la espalda que sufrió hace tres años por una caída en San Luis. Se trata de una afección crónica en la columna, que la obligará a hacer un tratamiento de por vida. Pero así y todo no pierde las ganas de seguir adelante. Competir junto a deportistas que tienen alguna discapacidad le cambió la cabeza. Mientras, sigue entrenando fuerte para ratificar todo lo bueno hecho hasta el momento. Y no descuida su formación y su futuro: está cursando la Licenciatura en Nutrición en la Universidad de Lanús, lo que la convierte en otro gran ejemplo del deporte nacional.