Una victoria con sabor especial



Deportes

La hazaña del equipo de rugby de Banco Nación que le ganó en 1990 al potente seleccionado inglés.

Mucho antes de que la ovalada, diera sus primeros tumbos por estas tierras, la rivalidad con los ingleses ya era cosa consumada. Las invasiones inglesas, el robo de las Islas Malvinas, los bloqueos navales, los préstamos bancarios usurarios y hasta la rapiña institucionalizada del Pacto Roca Runciman, fueron alimentando la idea de que vencer a los ingleses, sea en el térreo que sea tenía -  y vaya si lo sigue teniendo - una épica patria y una reivindicación de justicia.

Se trata nada más y nada menos que de defender lo nuestro frente a los ataques del colonialismo, de preservar nuestra identidad frente a los embates del Imperio, de plantar la bandera de la dignidad frente al reino de la opulencia y la mezquindad.

Este dimensión constitutiva de nuestro complejo ser nacional, encontró en un deporte como el rugby, una trinchera mas donde manifestarse.

Así que no extraño ni a propios y extraños que la gira del seleccionado inglés de rugby hiciera allá por el año 1990, fuera vivenciada como un test especial. De un lado, la opulencia del entonces campeón del mundo que quería alimentar el ego británico. Del otro, distintas representaciones del rugby argentino que no solo se querían cobrar una cuenta histórica con la escuadra imperial, también querían demostrarle al mundo entero que el rugby argentino, estaba para las grandes ligas.

Y así llegaron los partidos y los tests matches frente a los legionarios de la corona británica. Y 1990 fue entonces testigo de una jornada histórica e irrepetible. No bastaron la garra de Los Pumas o la estirpe de los combinados sudamericanos. Fueron los muchachos del humilde y sencillo Banco Nación los que dieron el batacazo.

Comandados por un inmenso Hugo Porta y empujados por la pasión de saberse chicos pero honrados, los muchachos de Banco Nación lograron lo imposible: derrotar a la selección del Imperio y escribir una de las páginas más importantes del deporte argentino.
Vaya desde aquí este merecido homenaje