La quietud
Es verdad que “la quietud” de un lugar puede ser engañosa y esconder, bajo apariencias apacibles, aspectos de la vida que no son agradables en lo espiritual. La de los cementerios es precisamente una tranquilidad que a todos nos llega luego de la muerte, pero a la que ningún mortal aspira, a menos que su existencia se le haya tornado insoportable.