Entrevista a Virgina Inoccenti
A los 53 años, la vida encuentra a Virginia Innocenti en un momento de hiper actividad.
A los 53 años, la vida encuentra a Virginia Innocenti en un momento de hiper actividad.
En su decimoquinto disco como solista, David Lebón –uno de los músicos más emblemáticos del rock nacional– repasa una docena de temas de su larga carrera, mayormente los de mayor repercusión, acompañado de artistas de diversos géneros.
Varias razones pueden impulsar a un director a concretar una remake en cine. Pensar en todas ellas es inviable, porque habría que rastrear en la cabeza de cada director que las ha hecho y esa es una misión imposible. Pero hay algunas de esas razones que, por lo que se sabe y han confesado ciertos, están casi siempre presentes. Una básica es suponer que nueva versión de una vieja y querida película del pasado puede volver a ser un éxito en la actualidad.
Extraordinario suceso en el teatro San Martín a partir de 1998 -duró cuatro años en cartelera-, Copenhague, obra del inglés Michael Frayn, se conoció en Buenos Aires cuando ya había tenido dos años de plateas llenas en Londres y una muy buena acogida en Nueva York.
Hay tres grandes zonas en las que suelen ubicarse los estudios literarios: la crítica, la teoría y la historia. En todas ellas, dice Roberto Ferro, prologuista del libro Ensayos y estudios de literatura argentina, Noé Jitrik, que es su autor, ha descollado, haciendo trascendentes aportes para la cultura latinoamericana.
Para muchos, la cocina es un lugar placentero, un espacio donde se puede intentar la alquimia de la comida sabrosa y saludable, aquella que se come en soledad o se comparte, la que permite expresar el amor de una manera diferente e igualmente poderosa. Es cierto que para otros se trata de un ámbito rutinario, en el que preparar la comida puede ser solo una obligación, y hasta una tortura. Y también puede ser el escenario de accidentes indeseados que pueden afectar al cocinero y/o a los comensales.
Originarias de Suiza e Italia, respectivamente, la fondue –en sus distintas versiones– y la bagna cauda son dos platos ideales para una cena una noche fría de invierno y también una buena excusa para reunirse en familia o entre amigos y compartir, literalmente, estas especialidades que llenan el estómago y el alma con el caquelón –el recipiente donde se cocinan y/o se mantienen calientes estas preparaciones– en el centro de la mesa.