En busca del tiempo perdido
A partir de enero de este año, los trabajadores franceses gozan del derecho a «desconectarse» fuera del horario laboral. Así, una vez concluida la jornada de trabajo no habrá obligación de responder correos electrónicos o contestar el celular aunque los jefes lo requieran. De esta manera, se pone un freno a las demandas y exigencias que terminan por dinamitar el tiempo de ocio, de estudio o dedicado a las relaciones familiares.